Autor: eulalio

📖 📚 📙 📘Libros, quiero más libros📓 📔 📒

1000+ images about Monogram with a C on Pinterest | Toilets, Initials ...omo hoy es «jornada de reflexión» no hablaremos de política.IMG_20230516_185516

  • De modo que no hablaremos del costo que supone a la función pública el uso de programas propietarios.
  • No hablaremos de la vigilancia en internet.
  • Tampoco hablaremos de los migrantes.
  • Menos aún, si cabe, hablaremos del deterioro de la Sanidad Pública con ese afán de algunos y algunas de venderla a parientes.
  • Menos aún, por supuesto, del deterioro de la enseñanza pública en beneficio de cierto grupo religioso que no paga impuestos y es una de las inmobiliarias mayores de este país, propietaria de edificios y terrenos cuya adquisición, a lo largo de los siglos, es muy, pero que muy dudosa.

No hablaremos de nada de eso pues tenemos que meditar nuestro voto y decidir entre si queremos una enseñanza pública de calidad o seguir dándole el dinero de los impuestos y las mentes de nuestras criaturas a la misma institución que lleva socavando algún milenio la riqueza de esta piel de uro. Si queremos que el cemento, junto con la especulación, siga siendo el rey de la economía española, si queremos que sigan destrozando parques nacionales, reservas insustituibles de la naturaleza, para beneficio de sus amigos, familias y clientes, nada, no hablaremos de nada de eso. Hoy toca hablar de: 📓 📔 📒 📖 📚 📙 📘.

Últimamente, no sé si son cosas de la edad, me ha dado por leer varios libros al mismo tiempo, de modo que mencionaré con algún que otro comentario, los que tengo ahora mismo en lectura.

En primer lugar hay que aclarar que comienzo con dos grandes apartados: los libros físicos y los libros Story Structure: The 'e' - Transom. Los físicos los leo:

  • en el cuarto de baño, principal sala de lectura,
  • en la cocina (mientras espero que el guiso haga puf o pif o pof),
  • a veces en el ordenador, mientras se ejecuta alguna operación que requiere muchos recursos y no quiero socavar su productividad.

Y los libros Story Structure: The 'e' - Transom los leo en el dormitorio, quiero recordar que fueron estos libros los culpables que han provocado o provocaron mi función multilectora.

Comencemos por los libros aparcados en el pasillo, entre la cocina y el cuarto de baño:

ladudaLos libros que leo en la cocina son:

Uno de Hagerty y el otro de un bastetano. El llamado La duda no me está gustando, aunque se desarrollé en Granada, pero no puedo protestar pues la contraportada no miente al respecto, habla de un thriller, no hice caso del adjetivo y lo comencé a leer me pareció más bien novela negra, pero no lo es, es un thriller, con lo cual retraso mucho la lectura.

El de Hagerty lo estoy leyendo a destiempo, es un préstamos de mi amigo Lucas, ambos conocimos al autor, creo que en diferentes momentos y lugares, yo conocí más al universitario y él al heterodoxo de Sacramonte, cuevas y flamenco. Los cuervos de San Vicente, es un ensayo sobre los mozárabes. Libro que como otros de los suyos es heterodoxo, aún hoy o puede que más hoy muy discutible, pero da que pensar.

pasillo1Este está ubicado en la parte derecha, según vamos desde el cuarto de estar en dirección al cuarto de baño, Esto es, aún no ha sido leído nada, está en espera de que termine con los que hay allí.

Tarik es un autor que conocí por La sombra del granado, y lo creí principalmente novelista, con el tiempo lo he descubierto en muchas más actividades, muy políticas, y como colaborador de la revista New Left, en la que lo leo de vez en cuando.

En Miedo a los espejos parece que se mete en otro tipo de novela al contarnos la vida actual de un antiguo espia de la Stasi, veremos que da de sí el libro.

En el cuarto de baño propiamente dicho hay tres libros que se pelean por que los lea sin querer ceder el puesto alguno de ellos a los otros dos. Son:

unoEl primero es una biografía de Goya, siendo su autor Lion Feuchtwanger. No he leído nada sobre el pintor que no sea lo que aparece en los libros de historia del arte o algún suelto. Que si era afrancesado, pero pintó los fusilamientos y la carga de los mamelucos, que era un pintor psicológico, que si fue o no amante de la Alba de turno, que murió en el exilio. En fin lo que todos sabemos, pero poco más. Tropecé con este libro en la Biblioteca Pública de Granada, no conozco de nada al autor y hasta ahora un poco de cal y otro de arena, ya veremos. Pero se lee bien.
dosEl libro de Grimaldos es fundamental para cualquier que se quiera acercar al flamenco de la segunda mitad del Siglo XX, sobre todo desde un punto de vista social.  Es un libro que ya tengo leído pero a saltos, sin orden de capítulos, sino cuando he querido ampliar mis conocimientos sobre algún cantaor o cantaora, guitarrista… momento. Ahora toca lectura convencional de capítulo tras capítulo. Insisto, este libro junto con el compendio que hizo Caballero Bonald o el libro de Mairena son pilares para el conocimiento de dicho arte y su entorno social.
tresEl tercero es una historia del Líbano, ese es otro tema recurrente que lees en las noticias de vez en cuando, normalmente noticias muy desagradables y que sabes que aquello perteneció al Imperio Turco que se quedaron los franceses, en ese reparto que se hicieron ellos y los británicos del antiguo Imperio Turco… y poco más.

El libro está escrito por Robert Fisk, un inglés, periodistas, corresponsal muchos años y buen escritor, pero quieras que no, acusa a los franceses de todo lo malo de lo sucedido en esas tierras y se olvida de la labor de ponzoña realizada por los británicos desde Ricardo I Corazón de Leon hasta nuestros días. Es un libro desagradable, muy desagradable, la historia del Líbano tiene poco de agradable, pero no me parece inoportuna su lectura, pero claro, con mucha calma.

Ahora, en buena lid, tocaban los Story Structure: The 'e' - Transomlibros, pero como estos se han alargado mucho. Lo dejamos para otro día. ¡Feliz Fiesta de la democracia!

Olvidaba la poesía, el hermano díscolo de la literatura. Cerca de los ordenadores suelo tener un libro de poesías, así, cuando el navegador se pone muy pesado o la función que está ajecutando hace lo mismo, pues me leo un poema u los que encarten. No suelo ser nada «moderno» en las mismas y a veces me repito con Machado, Hernández y la generación del 27 en general con predilección por «El poema del Cante Jondo«. Así las preferencias el otro día me encontré un libro titulado «Conciencia Sucesiva de lo Hermoso: Antolojía. de Juan Ramón Jiménez». Yo, al igual que muchos otros y otras de mi generación (y no lo uso como disculpa) fuímos bombardeados con «Platero y yo«, de modo que automáticamente se dice «Juan Ramón» y de forma pauloviana se responde «Platero y yo», así que la aparición de este libro ante mi vista no implicaba otra cosa que la obligación de leer algo que no fuera Platero, y en ello estamos.

.Libros recomendados por Sursiendo

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, y el líder de la oposición, Peter Dutton, creen que Julian debería ser liberado.

Fuma negro, sucio blanco

🤦🏽Gestión de emociones en un mundo patriarcal.🙅🏼

l machismo afecta a nuestras vidas de múltiples maneras. Si lo pensamos, lo primero que vendrá a nuestra mente pueden ser las asesinadas por violencia de género, las violaciones, el maltrato físico o psicológico. También podemos pensar en los chistes machistas, los llamados micromachismos, la violencia obstétrica o como el peso de los cuidados recae sobre las mujeres.

Todos estos son ejemplos de cómo el patriarcado nos daña. Pero hay una parte en la que no siempre pensamos, y es muy importante; cómo el patriarcado afecta a lo que sentimos y cómo lo sentimos.

Afortunadamente, estamos haciendo cambiar el mundo, y poco a poco, podemos observar como nuevas formas de educar se van instaurando con naturalidad.

Nuevos padres y madres que desean una manera más respetuosa y feminista, de criar a sus hijas e hijos. Pero es cierto que lo tradicional sigue viviendo entre nosotros y además, de ello venimos.

Y desde aquí, a las niñas se nos ha regalado muñecas y cocinitas para aprender a cuidar, y sets de maquillaje falso y juegos de peluquería para aprender a gustar.

Nos guían para ser “seres para los otros”, para que nuestras emociones vayan ligadas al bienestar de los otros. Y por tanto, se nos alecciona, con más o menos dureza en el ser dulces, comprensivas y sensibles.  Lo cual viene ligado a complacer al otro. No saber decir que no por no molestar. Callar alguna idea que pudiera incomodar a quien nos acompaña. O comernos nuestros pequeños y grandes enfados para no importunar, intentando que el de enfrente se sienta a gusto con nosotras.

Para nosotras, también, debe ser de vital importancia el hecho de encontrar pareja y si es un hombre, mejor. En las películas, cuentos y canciones, se nos muestra que la felicidad está al lado de otra persona y que muchas veces, para que esa persona permanezca, comiendo perdices, con nosotras, tenemos que darnos, ceder, sacrificarnos, por el otro.

Existe una emoción que a muchas nos pesa especialmente. Según Freud, la culpa sirve para regular el comportamiento social, pero lo hace dentro de una sociedad patriarcal que pone en desventaja a las mujeres, cargándonos de quehaceres de cuidado, atándonos a relaciones que nos dañan y rechazando oportunidades laborales incompatibles con el ideal de mujer que se nos ha enseñado. Y este sentimiento, este remordimiento continuo en las vidas de las mujeres, nos hace seguir perpetuando estos estereotipos, aunque siga manteniéndonos en una posición de subordinación nada cómoda. Y como apunta Mizrahi, la culpa es la herramienta que el patriarcado utiliza para impedir a las mujeres ser seres autónomos.

Uno de los mecanismos más eficaces para atarnos a la carga de cuidados es esta emoción. Siento culpa porque me han enseñado a sentirme culpable si no antepongo las necesidades de los demás a las mías propias. Y no sólo a los cuidados en desigualdad de energías entregadas, con respecto a nuestros compañeros hombres, si no también en nuestras relaciones de pareja, donde muchas veces se nos coloca en posiciones pasivas, dónde los deseos (ya sea la elección del lugar de vacaciones, de lo que cenaremos esta noche o en la cama) de ellos se anteponen a los nuestros.

Esto es lo que tradicionalmente, se espera del rol que las mujeres han de jugar en la sociedad.

¿Y de los hombres?, ¿qué se espera?

Todo el mundo ha escuchado esta frase: los niños no lloran. O esta otra: no seas nenaza.

De los chicos se espera, tradicionalmente, que sean fuertes. ¿Qué significa esto? Básicamente que no tengan miedo y que no estén tristes.

Sí se permite (y a las chicas no tanto, si no se las considera con mal carácter) que sean un poco revoltosos y es normal que se enfaden. Esto es signo de un carácter fuerte.

Crecen y a muchos hombres no se les ha permitido explorar su tristeza o su miedo. Les han dicho que es algo malo, y han terminado por rechazar estas emociones en ellos. Y si durante su infancia, no se les ha permitido explorarlas; no se les ha dado la oportunidad de aprender a gestionarlas.

Y muchos hombres, llegan a la adultez sin saber que hacer cuando están asustados o sienten pena.

¿Y que puede ocurrir en estos casos?

Ambas emociones son emociones displacenteras, y ambas pueden hacernos sentir desempoderados. Y las rechazamos, pero como dijo el clásico, lo que no aceptas, te somete.

En el mundo de la psicología sabemos que lo que no se resuelve, sigue dando vueltas hasta poder salir de nosotros de algún modo. ¿Y que otra emoción displacentera, de entre las 5 básicas, existe? Pues nuestro amigo el enfado. Y desde él, muchas veces, es el lugar desde el que los hombres que no han podido aprender a aceptar y tomar de la mano a la tristeza y el miedo, termina por canalizarse la emoción.

Y la vida nos regala muchas (muchas) oportunidades para estar tristes y asustados. Y si a esto le añadimos la presión que supone cumplir con los roles de género masculinos (los hombres son valientes, fuertes,  viriles, líderes, aventureros, no lo olvidéis), si no tomamos consciencia y ponemos de nuestra parte para deconstruirnos, los hombres seguirán sufriendo y las mujeres que los rodeamos, también.

Con amigos, padres, hermanos, compañeros de trabajo, parejas masculinas o en un atasco prolongado. ¿Quién no se ha perdido pensando… pero que le pasa?, ¿Por qué este cabreo? O también muy común: ¿por qué este silencio, esta frialdad, esta distancia?

Pues es que ambas: distancia fría y cabreo, son dos estrategias que sí se les ha permitido experimentar a los chicos, y por tanto, si no han tenido la suerte de poder ser guiados en la gestión de tristeza y pena (y las múltiples combinaciones que de ellas pueden surgir), es lo único que sabrán dar en ciertos momentos como respuesta.

Nos han querido engañar diciendo que un buen control de las emociones desde fuera se vería como no sentir nada. Y esto no es así.

Cuando pensamos en emociones pensamos en las “buenas”, como la alegría y las “malas”, como la tristeza. Y ¿sabéis que ocurre? Que estamos equivocadas, todas las emociones (a excepción de dos, culpa no entendida como responsabilidad y vergüenza) son buenas, todas han evolucionado con los humanos para ayudarnos a estar bien.

Trabajemos en nuestras emociones, sobre todo en aquellas que nos hacen sentir mal. Esas penas, esa culpa. Y la alegría crecerá.

Emocionarse también tiene que ver con la revolución feminista. Abandonemos viejas formas de opresión en nuestros sentires. Mujeres, cabrearos cuando sintáis que se os trata de forma injusta. Y hombres, llorad cuando un nudo se haga en vuestras gargantas.

Es difícil, ir en contra de mandatos tan profundos. Borrar de nosotras y nosotros las emociones que escribieron nuestras infancias y predicen nuestra adultez.

Mostrar nuestra vulnerabilidad, por ejemplo, debería ser visto como lo que es, un acto de fuerza y no de debilidad.

Expresar nuestro cabreo ayuda a generar relaciones más sanas. Y no sólo entre parejas, familiares o amigos, también relaciones laborales y sociales. Más sanas y más justas. Porque precisamente ésta es la utilidad del enfado.

Nos enfadamos cuando sentimos que se nos está tratando de una manera injusta. Y esa energía que nos quema hasta las orejas, bien utilizada, sería la que nos movilizaría hasta la reparación de lo que es justo.

Si compartimos la pena, nos entenderán mejor. Está demostrado que fomenta el apoyo social. Y muchas veces, éste, no está de más.

Sí, es difícil cambiar la negación, casi sistemática, de las emociones displacenteras en un mundo que nos vende la felicidad hasta en la taza de desayuno, con una frase motivacional. Pero intentar ocultar las emociones que necesitamos transitar, tan sólo sirve para negarnos a nosotros mismos. Anular partes nuestras que no encajan con lo que la sociedad nos pide. Ser seres productivos, siempre dispuestos, competitivos, siguiendo los roles que nos marcan, para que así los engranajes del patriarcado y el capitalismo puedan seguir girando.

Rebelémonos con llanto, con un golpe en la mesa o con un no. Derribemos al patriarcado desde lo más hondo de nuestros corazones (o grupos de conexiones neuronales, da igual cómo lo quieras llamar).

Nieves García (Libre Pensamiento nº 113, Primavera 2023)

👎🏼Comunicado conjunto contra la persecución de Oscar Costero

rynHomenaje en Madrid a Melchor Rodríguez “El Ángel Rojo”

زن “Jin, Jiyan, Azadi”زندگی (Mujer, Vida, Libertad)آزادی

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E, Ornamental letter | ClipArt ETCl 16 de septiembre de 2022, la policía de la moralidad de la República Islámica asesinó a Jina (Mahsa) Amini. Desde entonces, la llama de la protesta ha ido propagándose por todo el país. Esta revolución feminista no es simplemente una respuesta al hiyab obligatorio; pretende poner fin a 44 años de apartheid de género, de patriarcado, de dictadura militar, de neoliberalismo, de nacionalismo y de teocracia islamista. El movimiento Jin, Jiyan, Azadi exige “la caída del régimen” con la vista puesta en un cambio social.

Durante los tres primeros meses de la protesta, han detenido a más de 18.000 activistas y manifestantes, miles resultaron heridas y más de 500 personas murieron por disparos o torturadas, entre ellas 70 niños. Más de 100 personas están en espera de ser ejecutadas. Han sometido a los y a las presas a diversas formas de brutalidad, tales como veredictos infundados en juicios amañados celebrados sin abogados independientes y torturas físicas y psicológicas destinadas a obligar a los presos y presas a firmar confesiones falsas. Las mujeres y los homosexuales, en particular, se enfrentan a amenazas de violación y acoso sexual. En la fase más reciente de la represión, el régimen está envenenando sistemáticamente a niñas y niños con gas químico en más de 200 escuelas de todo el país, lo que ha provocado la muerte de al menos dos niños y la hospitalización de cientos.

A pesar de ello, o gracias a ello, el movimiento sigue vivo. La lucha continúa en la calle, en las cárceles y las escuelas, en el trabajo, en las plataformas de las redes sociales, en la conmemoración de los mártires durante las ceremonias fúnebres y en solidaridad con las madres y las familias que han perdido a sus hijas e hijos. La República Islámica ha llegado a un punto irreversible. Cuando las jóvenes gritan en las universidades: “Esto es una revolución de mujeres, ya no lo llaméis protesta”, quieren decir que “esta vez es diferente”, que están decididas a derrocar el régimen. Actualmente, el ritmo de las protestas callejeras se ha reducido; las militantes han aprovechado este intervalo para organizarse, recuperarse y reflexionar.

El eslogan “Jin, Jiyan, Azadi “ se coreó por primera vez el día del entierro de Jina por parte de la indignada población de Saqqez, su ciudad natal en el Kurdistán: miles de valientes expresaron su solidaridad con su familia y arruinaron el plan del régimen de enterrar a Jina en secreto.

El día del entierro de Jina, alguien gritó “Jin, Jiyan, Azadi”, y todas los demás personas repitieron inmediatamente, según una mujer que presenció el acto. El lema era claro, familiar e intuitivamente comprensible. Este eslogan se utilizó después en Sanandaj, otra ciudad kurda, y luego por los estudiantes de Teherán, para finalmente extenderse por todo el país a todas las ciudades, pueblos y calles.

Ha llegado la hora

Desde finales de los 1980s, las mujeres kurdas trabajaron por una política basada en el autogobierno de las mujeres dentro del PKK, que las distinguía de las corrientes dominantes del feminismo en Turquía y de los hombres dentro de otras organizaciones revolucionarias.

jinaminiA partir de 1995, llevaron a cabo una lucha interseccional en la que la cuestión de las mujeres, la liberación del Kurdistán y la clase y la ecología adquirieron la misma importancia. Daban a entender que había llegado el momento de resolver la cuestión de la mujer durante la revolución, no después: deberíamos ser capaces de llevar a cabo una revolución social por la igualdad de género junto con una revolución política y una lucha para construir un Kurdistán socialista. En este sentido, se adelantaron mucho a su tiempo e instaron a una política progresista a todo el partido.

La importancia de este enfoque interseccional queda más clara cuando comparamos al PKK con sus homólogos de izquierda, especialmente las organizaciones políticas que existen desde la década de 1990. Por ejemplo, en los movimientos de izquierda de Palestina, hasta hace poco, la cuestión de las mujeres siempre ha permanecido al margen. La campaña Tala’at (un movimiento feminista palestino) se puso en marcha en 2018, tras el llamado asesinato por “honor” de mujeres palestinas a manos de sus familias, con el objetivo de abordar la cuestión de la violencia contra las mujeres junto con la cuestión de la ocupación israelí de Palestina. Las mujeres palestinas salieron a la calle bajo el lema “No hay patria libre sin mujeres libres”, una consigna que ya se coreó hace tres décadas en la parte del Kurdistán gobernada por Turquía. Sin embargo, los palestinos criticaron duramente a estas mujeres, afirmando que el principal problema en estos momentos es el colonialismo israelí y “no es el momento” de que las mujeres celebren protestas callejeras. Creían que las palestinas mostraban una imagen “primitiva” de los palestinos que proporcionaba justificaciones a la derecha israelí, cuando es el Estado israelí el que utiliza la violencia más brutal contra el pueblo palestino. Pero estas mujeres no vacilaron; hicieron hincapié en que la solución de los problemas de las mujeres no debe posponerse a la liberación de las fuerzas colonialistas israelíes*.

Como mujeres kurdas, turcas, baluchis y árabes de Irán, nos hemos enfrentado a problemas similares durante muchos años. Siempre se ha dado prioridad a la lucha contra el opresivo gobierno central, como principal enemigo que ha militarizado nuestro lugar de residencia. Dado que el nacionalismo impulsado por el Estado ha puesto a las regiones marginadas del país en un estado de emergencia permanente, algunos activistas nacionalistas kurdos, turcos, árabes y baluchis nos han pedido que no demos a los nacionalistas y centralistas la oportunidad de aprovechar las protestas de las mujeres contra la violencia para tergiversar a los hombres. “Ahora no es el momento adecuado”, insinuaron. Después de la liberación, tendremos tiempo suficiente para abordar los problemas de las mujeres. Hay problemas supuestamente más urgentes que los que afrontan las mujeres, que pueden posponerse o abandonarse por completo.

Pero a las mujeres de Irán, como a las de muchos otros países, les ha quedado claro que las luchas contra el patriarcado y contra la opresión nacional y de clase deben llevarse a cabo simultáneamente. De lo contrario, tras la liberación de la nación y la realización de las revoluciones socialistas, las mujeres podrían ser enviadas a sus casas o apartadas del espacio público. Esta era una lección importante que las mujeres del Kurdistán Bakur habían aprendido de la historia de las luchas socialistas anteriores a ellas. Colocaron la libertad de las mujeres en su agenda política junto a la libertad del Kurdistán y la liberación del capitalismo. Como resultado, este movimiento produjo muchos eslóganes sobre la mujer y su importancia. Intentaron introducir la cuestión de la igualdad de género en la agenda del partido al tiempo que luchaban contra el nacionalismo patriarcal representado por el gobierno excluyente represivo y otorgaban un nuevo valor a las mujeres de clase baja* Cambiaron lo que significaba ser mujer en el imaginario colectivo y obligaron a los partidos kurdos, tradicionalmente dominados por hombres, a dar más importancia al género.

Las mujeres no sólo participaron en el movimiento, sino que se convirtieron en sus pioneras. Fueron las portadoras de la vida libre en una situación en la que la represión del gobierno turco había convertido la vida cotidiana en una crisis permanente. En consecuencia, el eslogan “Jin, Jiyan, Azadi” implica sobre todo que “Ha llegado el momento” de conseguir hoy una vida mejor y más libre, de abordar los problemas de las mujeres, de no posponer la opresión de género dando prioridad a la opresión de clase o nacional.

La conexión de la opresión nacional (étnica) con la opresión de género y de clase es aún más desafiante y ha creado más interrogantes. Los pueblos no persas de Irán han sido doblemente explotados y colonizados durante más de un siglo, viviendo bajo el dominio de un poderoso sistema de represión que no necesariamente actúa con la misma intensidad en las regiones “centrales” -como podemos ver cuando observamos el viernes sangriento en Zahedan y el sábado sangriento en Sanandaj en septiembre y octubre de 2022 y los asesinatos masivos de noviembre de 2018 en las zonas marginales del país*.

No podemos imaginar un futuro libre sin formular una comprensión política de cómo encajan entre sí todo tipo de opresiones. Mientras los activistas no sean capaces de abordar la opresión étnica y el derecho a la autodeterminación en Irán, contribuirán a que las minorías desconfíen de los progresistas en el núcleo urbano. Irónicamente, la mayoría de ellos se ven empujados hacia el “separatismo”, que históricamente nunca ha sido el deseo de los kurdos, el pueblo baluchi u otros grupos minoritarios, pues se dan cuenta de que no pueden esperar la aprobación y el reconocimiento del centro urbano, sino que deben transformar su vida social por sí mismos. Esta tendencia podría suponer un gran reto para el futuro de la política en Irán. Irónicamente, lo que más fuerza le da son quienes niegan la importancia de la autodeterminación, no las minorías étnicas (como alegan la propaganda de la República Islámica y la derecha iraní). Las minorías étnicas siempre han mostrado su deseo de unirse a los centros urbanos de acuerdo con las condiciones políticas legítimas. Durante el reciente levantamiento revolucionario, esto culminó en el canto de consignas en defensa de la unidad en las ciudades marginales del país, especialmente en Kurdistán y Baluchistán.

La amplia aceptación del lema “Jin, Jiyan, Azadi” demuestra la necesidad de esta forma de política interseccional en el Irán actual; representa una alternativa potencial a la República Islámica. En contraste directo con el régimen dominado por los hombres y represivo, que ha negado a varios grupos cualquier derecho -especialmente a las mujeres y a las personas queer, pero también a los sindicalistas, a los y las activistas étnicas y medioambientales y a otros grupos marginados- “Jin, Jiyan, Azadi” ofrece una alternativa unificadora que abarca opresiones plurales. Por esta misma razón, los nacionalistas sexistas y los reaccionarios, a menudo próximos a los monárquicos, intentan sustituirlo por otros lemas, incluidos lemas populistas y chovinistas como “Hombre, Patriota, Prosperidad”. Del mismo modo, durante las primeras semanas sangrientas del levantamiento de Jina, las fuerzas militares del Kurdistán borraron el lema “Mujer, vida, libertad” de los muros de las ciudades kurdas, escribiendo “Mujer, castidad, honor” u “Hombre, gloria, autoridad”, lo que demuestra lo asustado que está el régimen por el carácter feminista e interseccional del lema revolucionario.

En vista de las implicaciones políticas del lema, parece vital preservarlo en este momento histórico de Irán. Si cualquier otra forma de unidad no refleja su pluralismo, sólo podría ser una estrategia hipócrita y oportunista para obtener un poder homogeneizador y eliminacionista en el futuro de Irán.

Las mujeres y las minorías étnicas han recorrido un largo y difícil camino para conseguir que esta sociedad acepte que la opresión de género y étnica no es sólo “su problema”, sino una cuestión social que debe abordarse por el bien de todas las personas. Deshacerse de la opresión de clase exigirá abolir simultáneamente otras formas de opresión que han convertido a algunas personas en “minorías” (no necesariamente cuantitativas) y “periféricas” (no necesariamente geográficas). Al igual que para las mujeres del Kurdistán turco, “Jin, Jiyan, Azadi” implicaba que no había que quitar prioridad a las preocupaciones de las mujeres, la traducción de este eslogan al contexto iraní propone que no pospongamos abordar la opresión de género y étnica u otras formas de dominación hasta que caiga la República Islámica. Esta consigna puede ayudarnos a impedir que los reaccionarios se apropien de nuestros movimientos y los manipulen.

Para aumentar nuestra sensibilidad ante la supresión de las voces de las mujeres de etnias marginadas, podemos utilizar la versión kurda del lema “Jin, Jiyan, Azadi” incluso más que la persa, que todo el mundo ya entiende y repite. Se trata de una acción simbólica, pero en estos momentos críticos puede reforzar la unidad que necesitamos y sentar las bases para consolidar la confianza mutua.

protestairanLa gente ha coreado eslóganes en farsi muchas veces en las regiones no persas del país; ahora es el momento de que las regiones centrales se muestren más abiertas a los eslóganes no persas. Del mismo modo, el empleo consciente de Jina, el nombre kurdo, en lugar de Mahsa (un nombre persa) hace visible la opresión estatal que nos ha privado de nuestra lengua materna en diversos ámbitos, incluidos los nombres que podemos dar a nuestros hijos. A esto se han enfrentado durante años los habitantes de las regiones no persas. No sólo Jina se convirtió en el nombre en clave del levantamiento revolucionario del pueblo iraní, sino que su nombre se convirtió en un código de resurrección a pesar del dominio de un nacionalismo iraní que ha criminalizado a las personas no persas hasta tal punto que incluso los nombres no persas se consideran una amenaza*.

Su familia la llamaba “Jina”. La lloraban con ese nombre. Su madre le escribía en espacios virtuales con ese nombre. En su lápida se lee “Jina Amini”. Sin embargo, la mayoría de los persas identifican a Jina como “Mahsa Amini”, y este último nombre se ha convertido en tendencia. No es casualidad. El nombre de Jina, al igual que su muerte, representa las opresiones simbólicas a las que se enfrentó como mujer no persa. Si consideramos que una de las tareas de los movimientos revolucionarios es poner de relieve y articular múltiples formas de opresión relacionadas internamente, el movimiento “Mujeres, Vida, Libertad” puede lograr la unidad reconociendo las diferencias ahora, no después. Esta es la única manera de construir una alternativa armoniosa pero inclusiva. Quienes luchan por la libertad, la igualdad y la justicia en Irán deben luchar en varios frentes al mismo tiempo, a diferencia de la oposición de derechas que ha eludido esta responsabilidad bajo el falso paraguas de “Ettehad “ (“unidad”), poniendo en su programa una política excluyente.

🎤COMUNA. Manual Radiofónico de autogestión y resistencia: Entrevista a Sursiendo rynEl próximo viernes 2 de junio, se cumplen 53 años de la muerte de #LucíaSánchezSaornil.

carmen

🇪🇺Sobre la euro Ley de ciberresilencia🙉🙈🙊

S, Ornate initial | ClipArt ETCi nuestros respectivos parlamentos naZionales, de vez en  cuando, nos la meten doblada, entonces, un parlamento a nivel europeo, eso ya es peor todavía. Está lejos y la mayoría de nosotras y nosotros pensamos que «no hacen nada», salvo cobrar suculentos sueldos y gozar de más privilegios, si cabe, que en los nacionales. Pero la mayoría de las leyes que nos rigen actualmente se encuentran sometidas al control europeo, para bien o para mal. Tenemos ahora mismo muy presente el tema de Doñana, como la presión más fuerte para detener la aberración de ese grupo de especuladores que están aparcados en la J.A puede proceder de Bruselas…

Y los organismos europeos parecen estar bastante empeñados en controlar las redes, quieren saber todo lo que pasa en ellas, y una vez más utilizan la excusa de «nuestra seguridad». Actualmente existen ONG que se dedican a la defensa de los usuarios e usuarias de la red, que  nos encontramos sometidos a la dictatura descarada de las grandes empresas de la red: comercian con nuestros datos, nos informan de lo que les viene bien y a la manera que a ellos les interesa.

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La única manera de poder navegar con el mínimo de sorpresa externa es usando un software del que podamos estar seguro que no «vende» nuestros datos, ni a empresas ni a gobiernos. Es por ello tan importante que el Software que gestione la red ha de ser Libre, así, una vez más, se lo han hecho saber los de EDRI al parlamento europeo ¿caerá, una vez más, ese consejo en el cajón de los olvidos?

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E, Ornamental letter | ClipArt ETCl Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE están negociando actualmente la Ley de Resiliencia cibernética (CRA), una nueva Regulación propuesta en 2022 destinada a reforzar la seguridad digital de los dispositivos conectados en la UE. La CRA propone requisitos de auditoría y certificación para los fabricantes de software y hardware de dispositivos conectados e incluye un período mínimo para el cual deben proporcionar correcciones de seguridad de software para sus productos.

Sin embargo, la UE no logrará su objetivo a menos que los legisladores corrijan las deficiencias de la propuesta. Es por eso que el documento de posición de EDRi recomienda que los legisladores de la UE mejoren sustancialmente la CRA al:

  1. Exigir a los fabricantes que garanticen actualizaciones de seguridad de software por valor de 10 años y que comuniquen claramente la fecha de finalización del soporte de cada producto individual en su embalaje;
  2. Eximir de la carga del presente Reglamento a los proyectos de software libre y de código abierto proporcionados sin ánimo de lucro o por microempresas;
  3. Aumento de la transparencia en el manejo y la divulgación de vulnerabilidades de seguridad;
  4. Incluir un puerto seguro de responsabilidad penal y civil para el manejo de vulnerabilidades y las prácticas de divulgación de investigadores de seguridad de buena fe.

Las medidas recomendadas por EDRi están diseñadas para mejorar el descubrimiento y la reparación de vulnerabilidades de seguridad de software y maximizar los beneficios a largo plazo del software seguro instalado en nuestros dispositivos.

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Las actualizaciones de software garantizadas a largo plazo de los fabricantes no solo mejoran el panorama general de la seguridad digital de la UE, sino que también contribuyen sustancialmente a disminuir los residuos electrónicos. Bajo su Plan de Acción de Economía Circular 2020 y el Acuerdo Verde Europeo, la UE quiere que los teléfonos móviles y otros dispositivos sean duraderos, fácilmente reparables por los consumidores y reutilizables durante el mayor tiempo posible. Es por eso que la última propuesta de EcoDiseño plantea la obligación de que los fabricantes permitan a los consumidores reemplazar más fácilmente las baterías de teléfonos inteligentes y tabletas.

Sin embargo, una vida útil más larga del producto no tendrá ningún impacto si los fabricantes de dispositivos dejan de proporcionar correcciones de seguridad de software después de un corto período de tiempo. Esto es particularmente problemático para los dispositivos que los consumidores podrían y querrían usar durante un período de tiempo más largo, como los teléfonos inteligentes, las tabletas y electrodomésticos «inteligentes» como televisores, refrigeradores y lavadoras.

La CRA debería incentivar que los fabricantes muestren un soporte de software prolongado, seguridad en los dispositivos y sostenibilidad de los mismos como puntos de venta únicos para los clientes, y al hacerlo, hacernos más resistentes contra los ciberataques.

🇪🇭Nakba y Resistencia75

🇲🇱Italia declara el estado de emergencia para luchar contra la inmigración

👥Al pueblo lo que es del pueblo👥

Todo Por HacerDuodécimo aniversario del movimiento 15M

e cumplen doce años de la irrupción en la escena política y social del Estado español de un movimiento que ocupó las plazas de ciudades, barrios y pueblos; una oleada de indignados con el sistema económico y el régimen político que está estrechamente vinculada al nacimiento pocos meses antes y consolidación de nuestro periódico. En este texto queremos reivindicar que ha de reconocerse al pueblo lo que es del pueblo. Es nuestra historia de esta década, pero también queremos y debemos contribuir a una crítica y desromantizar necesariamente el movimiento 15M.

El escenario en el que irrumpe el 15M no parte de la nada, es decir, antes del movimiento indignado había un enorme trabajo de hormiguita de muchísimos movimientos políticos y sociales profundamente infravalorados. Sin embargo, la enorme crisis económica de 2008 conllevó millones de personas en situación de paro laboral, desahucios continuados de sus viviendas a familias y salarios en plena caída en picado. Este sentir generalizado de malestar, de enfado y sobre todo de estar siendo estafado por los poderes financieros, junto con la desidealización del sobrevaloradísimo Estado del Bienestar, fueron el caldo de cultivo del movimiento 15M.

Eclosionó en un espacio donde la política de base se puso en el centro de la vida para muchísimas personas y, en muchos rincones, se propició un ciclo de ferviente actividad de los movimientos sociales entre los años 2011 y 2014. Lo más bello de este estallido de indignación fue que su canalización fue netamente asamblearia y que no se buscaran líderes para guiar al pueblo, pese a que muchos lo intentaron. Es evidente que bastantes de sus reclamaciones carecían de profundidad ideológica, muchos eran puros lemas («no nos representan», «que se vayan», «si tenemos asambleas, ¿gobierno para qué?»); y otras reivindicaciones eran reformas que no incidirían sobre el problema de fondo (cambiar la Ley Electoral, por ejemplo). Por eso quizás sea más conveniente definir el 15M como un clima infeccioso que como un movimiento. Pero, sin duda, fue un punto de partida que hizo crecer a muchos movimientos sociales y propuestas de lucha de largo recorrido de la que a día de hoy muchas somos herederas.

Romantizar el movimiento 15M decididamente no parece la mejor de las ideas, y menos dejar que siga creándose una narrativa favorable que lo vincule con exclusividad a los intereses institucionales de Podemos y la infinidad de marcas bajo ese paraguas partidista. También nos parece que despreciarlo porque no derivase en un asalto al Palacio de la Zarzuela ni tuviese sus particulares tesis revolucionarias se queda en un discurso demasiado vacío.

Habría muchas preguntas que poder plantear acerca de por qué ese potencial no enraizó con un movimiento verdaderamente transformador, si lo ha hecho o ha influido de manera parcial y minoritaria en algunos proyectos concretos, o si ya partía de unas propuestas que implicaban su institucionalización fundamentalmente. En esta sociedad que todo parece que pueda ser integrado, digerido e incluso propiciado por el sistema para que todo siga igual y nada cambie, cabe preguntarse dónde podríamos encontrar la brecha en el muro para agrandarla desde la autonomía que propicia la organización social de base e independiente.

Todo tiene un comienzo…

Los orígenes y antecedentes del Movimiento 15M en el Estado español hay que buscarlos en los movimientos sociales que se dan tras la oleada de luchas antiglobalización de finales de la última década del siglo pasado. En los años 2000 se había venido revalorizando el término de revolución ciudadana, un movimiento de indefinición política y ciertamente ambiguo en su dinámica, que servía para resumir la amalgama de protestas canalizadas habitualmente mediante expresiones de organización ciudadana y pacífica, y en unos códigos políticos de regeneracionismo desde la izquierda liberal. Tendrá una notable influencia el movimiento islandés de rechazo al pago de la deuda en la crisis económica, y por otro lado, también la Revuelta Griega del 2008. En el escenario español, en concreto, la Huelga General de septiembre del año 2010 contra la Reforma Laboral y la Reforma del sistema público de pensiones, propuestas ambas bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Además, en otoño de ese mismo año sale a la luz el ensayo ‘¡Indignaos!’ del escritor y excombatiente de la Resistencia Francesa, Stéphane Hessel, un manifiesto político contra la indiferencia y para que la ciudadanía, y especialmente los jóvenes, tomasen conciencia de las injusticias sociales en el mundo.

Nada más comenzar el año 2011 estalla la conocida como Primavera Árabe, o las manifestaciones populares organizadas por la población islámica en distintos países contra los regímenes políticos y exigiendo mayores derechos sociales con alta inferencia occidental y que han derivado en graves conflictos bélicos esta década pasada. En los primeros meses del 2011, numerosos blogs de ciberactivistas y páginas de Facebook como Democracia Real Ya, articulan reivindicaciones conjuntas y se convoca para la fecha del 15 de mayo una manifestación unitaria en diversas ciudades bajo el lema: ‘No somos mercancías en manos de políticos y banqueros’. Esta manifestación de varias decenas de miles de personas finaliza en Madrid con 19 detenciones tras la violencia policial desatada, y una acampada improvisada en la Puerta del Sol como protesta a tan solo una semana de las elecciones municipales en todo el país.

Las acampadas como manera de conseguir una revuelta permanente

En la madrugada del lunes 17 de mayo, esta acampada improvisada era desalojada, y esa misma tarde se movilizó en las redes sociales una nueva concentración en la Puerta del Sol, en la que pese a la enorme presencia policial, la marea humana consiguió tomar la plaza e instalar nuevamente una acampada, esta vez con el montaje de estructuras y de lonas improvisadamente para dar vida a un campamento permanente. A la mañana siguiente, el 18 de mayo, se organizó el espacio de la acampada y se crearon distintas comisiones de trabajo. Otras ciudades como Barcelona, Sevilla, Granada o Valencia seguían este ejemplo y surgían espontáneamente otras acampadas en numerosos lugares, incluso en algunas ciudades europeas donde se encontraban grupos de migrantes españoles. La Junta Electoral Provincial desautorizó la acampada y esa misma tarde miles de personas tomaron la Puerta del Sol en apoyo del campamento instalado. Medio millar de personas ocupaban ya por las noches la céntrica plaza madrileña, donde se realizaban asambleas diarias a las ocho de la tarde. Se decidió desobedecer el mandato del Junta Electoral y se mantuvo la concentración con una masiva presencia de miles de personas en la jornada de reflexión de las elecciones municipales.

A través de las redes sociales y los famosos hashtags de Twitter como #AcampadaSol #NoTenemosMiedo o #SpanishRevolution la realidad y el debate político de las calles también pasó a lo digital. El objetivo de la Acampada de la Puerta del Sol tras las elecciones del domingo 22 de junio fue asegurarse que este movimiento continuara vivo y se extendiera a los barrios y pueblos. Con ese motivo se coordinaron reuniones preparatorias que eclosionaron en grandes asambleas de barrio en el domingo 28 de mayo en los barrios y pueblos de Madrid, dando nacimiento a decenas de asambleas populares. Un día antes, cientos de imágenes dieron la vuelta al mundo por el violento desalojo policial de la Plaça Catalunya en Barcelona, donde los Mossos agredieron delante de decenas de cámaras en directo a los manifestantes.

De las marchas indignadas a la Movilización Internacional del 15 de octubre

A principios de junio se decide reestructurar la acampada en la Puerta del Sol y en otras ciudades, que finalizará con el levantamiento de la misma el día después de concentraciones descentralizadas en la toma de posesión de los cargos públicos en los ayuntamientos de todo el país el 11 de junio. En este contexto se hizo una convocatoria para rodear el Parlament de Catalunya el 14 de junio, acción que impidió que muchos parlamentarios pudieran acceder al Parque de la Ciutadella para votar medidas de recortes en gasto social. El 19 de junio seis columnas de indignados confluyen en la Plaza de Neptuno de Madrid en marchas organizadas desde los distintos barrios y pueblos que congregan a unas 100.000 personas. Durante esa semana miles de personas iniciaron una marcha popular estatal donde ocho rutas partieron a pie o bicicleta desde distintos puntos geográficos, pasando por los diversos pueblos hacia Madrid para sumarse al I Foro Social del 15M. En estas marchas se recogieron muchas reivindicaciones de territorios rurales, y se activaron proyectos e iniciativas en pequeños municipios al paso de las marchas populares. Esta fue seguida de la Marcha Internacional a Bruselas, que se organizó desde distintos países para finalizar en otoño de 2011 en esa ciudad en una movilización social europea coordinada contra el Pacto del Euro, denunciando al sistema financiero y poniendo en el punto de mira los desahucios que estaban extendiéndose.

Las asambleas de los barrios de Madrid mantuvieron una intensa actividad ese verano de 2011. En agosto la policía desalojó el punto de información permanente en la Puerta del Sol, con motivo de dar una buena imagen ante la llegada del Papa por la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid. Durante tres días la policía mantuvo cerrada completamente al paso la Puerta del Sol, convocándose numerosas convocatorias cada día por la tarde para lograr tomar nuevamente la plaza. Durante el final del verano y principios del otoño todas las fuerzas se centraron en la Movilización Internacional del 15 de octubre de 2011, a la que se sumaron 82 países bajo el lema: ‘Por un cambio global’. Millones de personas se reunieron a lo largo del mundo en movilizaciones sociales masivas y que reivindicaban una transformación de raíz de los regímenes políticos y económicos.

El 15M dejó de encontrarse físicamente en las plazas centrales de las ciudades, pero se esparció por asambleas de barrios, grupos de vivienda, oficinas de apoyo mutuo, sindicatos de barrio y otros grupos. Algunos perduran a día de hoy. Abandonaron las grandiosas pretensiones de cambiar el sistema en general y, atendiendo a las necesidades concretas de sus barrios o pueblos, pararon desahucios, redadas por perfiles raciales, recurrieron sanciones administrativas, etc.

La impronta del 15M sigue presente en los movimientos sociales en la actualidad. Y también en la legislación represiva. Como respuesta a este movimiento el Estado aprobó las reformas de la Ley de Seguridad Ciudadana (Ley Mordaza) y del Código Penal, endureciendo sanciones y penas contra activistas sociales. Unas reformas que, hasta la fecha, no han sido revocadas por ningún Gobierno.

La lucha es el único camino

Tras el punto álgido de la globalización del Movimiento 15M en otoño de 2011, esa extensa red que se había tejido derivó de maneras muy diversas y muchos sentidos. Internacionalmente había tenido influencia en el movimiento Occupy Wall Street, surgido en septiembre de 2011; pero también en movimientos posteriores, y aún con características y contextos propios, como YoSoy132 en México, Nuit Debout en Francia, las protestas de la Plaza Taksim en Turquía, o las movilizaciones en Rio de Janeiro y otras ciudades brasileñas en 2013.

Uno de los principales rasgos del movimiento 15M fue su interseccionalidad en muchos sentidos, pero sobre todo en el generacional. Para los más jóvenes fue una escuela política en la calle, para algunas personas mayores y jubiladas una manera de volver a encontrar ilusión en las luchas que habían vivido de siempre, y para personas de edades medias desengañadas de luchas a finales de los 90, una reactivación o nuevo impulso en muchos casos en los movimientos políticos populares. Esa dinámica intergeneracional nos reencontraba con otras realidades y maneras de sentir la política, hacía falta y sigue haciéndola salir del gueto estético-ideológico, pero también del gueto generacional. Los aprendizajes no vendrán en un único sentido, sino que son multidireccionales, y eso lo demuestra la cultura asamblearia del consenso como una nueva idea, y no el simple sumatorio de individualidades.

Las mareas en defensa de servicios públicos básicos o movimientos estudiantiles como la conocida Primavera Valenciana, fomentaron un escenario de cultura política y lucha en torno a cuestiones como los desahucios o la visibilidad de la PAH, las plataformas por el cierre de los CIEs o la defensa de una educación y una sanidad para todas. También el antifascismo, el feminismo, las nuevas formas de resistencia laboral, huelgas sociales, sindicatos de barrio y de inquilinas, o el antiespecismo; son movimientos que durante la pasada década han conseguido fraguar mejores espacios de debate, expandirse socialmente y alcanzar notables metas de conciencia social y política.

«Vamos lento porque vamos lejos» decían las marchas indignadas en el verano del año 2011. Diez años de recorrido quincemayista y aún sigue todo por hacer, sin embargo, con algunas semillas sembradas por el camino. Nosotras al menos seguiremos redactando y colaborando en ese sentido, plasmando en líneas de tinta y siendo eco de lo que suceda, que no será ni más ni menos que lo que decidamos y la historia que escribimos día tras días, década a década.

🫂Sumar/Podemos: un acuerdo posible y necesario

photo_2022-03-05_06-20-58 (2)En memoria de Dmitry Petrov

🎥Qué es la CSA Vega de Jarama🥦

🎥Simple fondo hecho con efectos de Blender🐧🐃

🇨🇱Chile en caída libre. La derrota reformista recargada💔

Igor Goicovic Donoso

Quilpué, 8 de mayo de 2023

Everything Early Childhood: November 2009as recientes elecciones de consejeros constitucionales deben ser analizadas en el contexto del proceso político que se inauguró en noviembre de 2019, cuando las diferentes expresiones de la élite política sancionaron el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, a efectos de contener la protesta popular anticapitalista que amagaba no solo la estabilidad del gobierno de Piñera, sino que el conjunto del sistema de dominación en Chile.

Efectivamente, dicho acuerdo, suscrito desde el Frente Amplio (FA) hasta la Unión Demócrata Independiente (UDI), les devolvió la iniciativa estratégica a las clases dominantes y logró redirigir el impulso popular de cambio hacia el escenario institucional.

Todo ello en un contexto de profunda debilidad de las organizaciones sociales y políticas revolucionarias. Una debilidad que, a estas alturas, resulta endémica.

En ese sentido, la derrota del reformismo en el plebiscito constitucional de septiembre de 2022, evidenció tanto la debilidad política de los sectores que empujaron desde el “progresismo” el cambio de la Constitución, como las insuficiencias programáticas contenidas en el texto plebiscitado en esa oportunidad. Los énfasis culturalistas del texto derrotado y la renuncia a los cambios profundos en el modelo de dominación de clase enajenaron la adhesión de importantes sectores del mundo popular.

Sobrepasado por la derrota electoral de septiembre y por sus propias incapacidades en la gestión del gobierno, el reformismo, presionado sistemáticamente por los medios de comunicación al servicio de la burguesía, nuevamente cedió. De esta manera, en marzo de 2023 se constituyó, tras un amplio acuerdo político, la Comisión de Expertos (24) cuyos integrantes, nominados por el Congreso Nacional, provenían de las filas de los diferentes partidos del sistema. Los expertos no eran otra cosa que la voz de las diferentes fracciones de la burguesía. Esta Comisión de Expertos se encuentra redactando, de espaldas a la ciudadanía (incluso en el más profundo secretismo), un borrador de texto constitucional que no modificará en lo sustancial el modelo económico o el régimen político.

Por otro lado, el énfasis puesto por los medios de comunicación en los problemas delictuales, en especial en aquellos protagonizados por inmigrantes, resituaron el campo de la discusión pública hacia la situación de seguridad. Los problemas asociados a salud, educación, pensiones, vivienda y salarios, desaparecieron de la agenda. De hecho, muy pocos se enteraron, en julio de 2022, que el INE informó que el salario mediano en Chile continuaba estancado en los 457.690 pesos. De esta manera, con un campo popular replegado sobre sus territorios, con una izquierda revolucionaria fragmentada y sin capacidad de incidir en la coyuntura política, con una opción reformista acorralada por sus nuevos aliados concertacionistas y con una derecha cada vez más vociferante y agresiva, se llegó a la elección de consejeros constitucionales del domingo 7 de mayo.

En esta nueva elección votaron 12.858.472 personas, lo que representa un 85% del total de electores (15.150.571), un porcentaje levemente inferior al 85.7% que participó en el plebiscito de septiembre de 2022. La obligatoriedad del voto y la reiteración de la amenaza de multas para quienes no sufragaban sin duda alguna incidió de manera importante en la masiva concurrencia a la “fiesta de la democracia”.

La distribución de la participación fue aleatoria. En las comunas de altos ingresos de la región Metropolitana, como Las Condes (76,4%) Vitacura (77,89%) y Lo Barnechea (83,09%), la participación continúa siendo alta, aunque baja respecto de la media nacional.

Mientras que, en las comunas populares, que regularmente tienen bajas tasas de participación, en esta oportunidad la concurrencia a las urnas fue particularmente alta: La Pintana (86,77%), Pudahuel (88,43% y Puente Alto (89,08%).
Por otro lado, el voto nulo y el voto blanco también escalaron de forma importante. Los nulos llegaron al 16,98%, mientras que los blancos al 4,55%. Entre ambos se llegó al 21,53%. Así, considerando las abstenciones, los votos nulos y los votos blancos llegamos a un total de 4.980.077 personas que no expresaron mayor interés en el evento o en los candidatos. Es decir, un 32,87% de los electores permanecieron indiferentes frente al proceso. Pero cabe hacer algunas precisiones. Muchos de los que no votaron en esta oportunidad lo hicieron por indiferencia frente al proceso político, y si bien esta manifestación es una forma de rechazo político, no es menos efectivo que se trata de un rechazo que no responde a un abstencionismo activo u orgánico, sino más bien a la prescindencia de lo político. Po otro lado, es importante indicar que muchas de las personas que se abstuvieron de votar concurrieron hasta las unidades policiales a justificar su ausencia del evento. No estamos en presencia, como creen ver algunos, de una actitud de rebeldía frente a la clase dirigente, sino más bien, en presencia de una creciente apatía política.

No obstante, los resultados de la elección de consejeros constitucionales arrojan resultados que van más allá de la coyuntura electoral. Por una parte, se hace evidente la extinción de la Democracia Cristiana (DC, 3,78%) y del Partido Radical (PR, 1,58%). Dos partidos veteranos que en esta últimas dos décadas han visto difuminarse sus “nichos” electorales.

La adscripción confesional conservadora giró desde la DC hacia la UDI y más recientemente hacia Republicanos, mientras que la creciente laicización de la sociedad ha encontrado diferentes expresiones de representación pasando desde el Partido por la Democracia (PPD), hasta el FA.

También resulta interesante el declive de los partidos que integran la coalición Chile Vamos, fenómeno que se inició con la elección de los convencionales constituyentes de mayo de 2021 y que luego se extendió a la primera vuelta de la elección presidencial de noviembre de ese mismo año. Efectivamente, la coalición Chile Vamos que en esta oportunidad se presentó bajo la consigna Chile Seguro obtuvo solo un 21,07% de los votos, y partidos hasta hace poco hegemónicos en la política chilena, como la UDI, llegaron a solo un 8,86% del electorado. Es evidente que las organizaciones políticas que acompañaron a la Concertación en el largo ciclo de la democracia de los acuerdos han experimentado un profundo desgaste, el mismo que se acentuó en el último período presidencial de Sebastián Piñera (2018-2022). Todo indica que Republicanos, con un 35,4% de adhesión, ha pasado a convertirse en un relevo de la derecha dictatorial. Efectivamente, este partido, con un discurso que reivindica la conservación de la Constitución Política de 1980, la aplicación de medidas punitivas más severas contra el mundo delictual y contra la protesta popular y que se propone un mayor celo represivo con la migración, ha logrado interpretar no solo las expectativas de las élites económicas y sociales, sino que, incluso, el de amplios sectores del campo popular. De hecho, Republicanos obtuvo la primera mayoría electoral en 12 de las 16 regiones del país. Además, en 9 de esas 12 regiones, Republicanos obtuvo una votación superior a su propia media nacional (35,4%), siendo las regiones de Tarapacá (41,19%) y Bio Bío (43,34%), los nuevos bastiones de este referente.

Pero no debemos confundirnos. Republicanos no es ni una derecha más extrema y tampoco es una derecha fascista (en el sentido histórico del concepto). Es una derecha al servicio de la burguesía, tal y como lo han sido históricamente otras agrupaciones del mismo signo y como lo son sus pares de Chile Vamos. Efectivamente, la derecha en Chile ha sido históricamente conservadora y autoritaria. Lo fue en el siglo XIX y comienzos del siglo XX, con conservadores y liberales; lo fue en el siglo XX con el Alessandrismo y el Ibañismo, e incluso presionó hacia el autoritarismo a los gobiernos reformistas del Frente Popular y de Eduardo Frei Montalva. Expresión de ello fueron las sucesivas matanzas de trabajadores a lo largo de la centuria pasada, todas ampliamente documentadas por la historiografía. Esta misma derecha fue la que apoyó incondicionalmente la política represiva de la dictadura y artículo, con la Concertación de Partidos por la Democracia, una política de impunidad para los represores. Nunca ha existido en Chile una derecha democrática o liberal y las diferencias entre Republicanos y Chile Vamos se reducen a la intensidad y extensión de la política represiva. No existe una derecha “peor” a la que se debe contener, es el conjunto de la derecha, soporte fundamental de burguesía, la que debe ser derrotada.

El escenario que se está configurando tiene al conjunto de la derecha (39 consejeros constitucionales), como administrador de los destinos institucionales del país. Es decir, quienes se oponían de manera rotunda al cambio constitucional hasta octubre de 2019, son hoy día los que tienen el control del proceso constitucional. Ello incluso les permite ser generosos con los vencidos y concederles algunas demandas menores en el plano de los derechos civiles y culturales. El objetivo será sumarlos a la construcción de la “casa de todos” y, por esa vía, darle al texto constitucional la legitimidad política que debe tener en el plebiscito de salida (diciembre de 2023). No es extraño, siguiendo el razonamiento del 7 de mayo por la noche del Presidente Gabriel Boric, que la nueva carta constitucional articule competencias policiales cada vez más estrictas en materia de orden público y migración y que a su vez considere un marco de operaciones amplio para las inversiones de capital, locales y extranjeras, y en compensación le conceda al progresismo algunas migajas en materia de interculturalidad y equidad de género. En definitiva, nada que amenace la acumulación de capital de la burguesía y, consecuente con ello, su capacidad de control y represión de la protesta popular.

rynLA LUCHA DE LAS TRABAJADORAS DE INDITEX:  CONTEXTO, SIGNIFICADO Y APRENDIZAJES

insumisionEcologismo sin antimilitarismo en Berlín

moc

🇺🇦Protestas en Ucrania e Irán🇮🇷

Anarchist Communist Group

🇺🇦Primera protesta social masiva en Ucrania en 2023

Lo que siguei está tomado de un informe del grupo anarquista ucraniano Asamblea. Aparecido por primera vez en libcom.

letter e - AHDJn lamañana del  22 de abril, la Plaza de la Liberación en Kryvyi Rih, o Krivoy Rog, la ciudad natal de Zelensky, se inundó de esposas y madres de soldados que gritaban «¡Vergüenza!» y exigiendo que el comandante de la unidad, Yuri Sinkovsky, se presentara. Sus familiares de la 129ª Brigada de Defensa Territorial Separada están luchando en el frente en la región de Donetsk. Los escuadrones de defensa territorial se crearon inicialmente de forma voluntaria para realizar tareas auxiliares, como patrullar las calles y prestar servicio en los puestos de control, pero el verano pasado comenzaron a lanzarse a los puntos más calientes de Donbass. Esto inmediatamente comenzó a causar varios conflictos con su mando.

Durante el mes, familiares del personal denunciaron en redes sociales la falta de apoyo a la brigada allí. En particular, según las esposas, los combatientes estan en la línea del frente sin agua, comida, municiones, incluso compraron chalecos antibalas por su propia cuenta y condujeron sus propios automóviles en lugar de vehículos blindados. También quisieron saber por qué no se está evacuando a los heridos y muertos, hablando del mal e inoportuno trato a los heridos.

Cientos de manifestantes bloquearon el tráfico rodado. Victoria Tretyak, representante del Consejo de Defensa de la Ciudad, sugirió que los manifestantes se presenten ante la oficina del fiscal militar con una declaración colectiva de que la propiedad transferida del Consejo no llegó a los militares. Ni ella ni otro subjefe del Consejo de Defensa, Alexander Piskun, pudieron responder una sola pregunta. Así como el representante del comandante de brigada que llegó al mitin.

Los manifestantes decidieron preparar una lista de preguntas para que el comando de la brigada 129 y el Consejo de Defensa respondieran en línea.

insumisionEste es solo el ejemplo mayor de acciones ese tipo en Ucrania desde el mes pasado. Entonces, a principios de abril, las esposas y madres de los soldados enviados al frente se reunieron frente al centro de alistamiento en Ivano-Frankivsk. Intentaron llamar a la jefatura de la unidad militar 1241 de la Guardia Nacional para averiguar por qué los comandantes enviaron a los soldados al frente sin armas, apoyo, equipo. Según sus palabras, solo 25 de 300 personas permanecieron en dos días. Sin embargo, la dirección de la unidad no quiso contestar y colgó. Los soldados afirmaron que no querían ir a una muerte segura y que existe la intención de juzgar a los supervivientes por ello. En Odessa, especialmente conocida por la brutalidad de los oficiales de alistamiento que agarran a los muchachos en la calle y los encierran en centros de reclutamiento, donde se someten a un examen médico simbólico e inmediatamente van a entrenarse, hubo una protesta contra la retención forzosa de reclutas en la oficina de alistamiento del distrito de Suvorovsky. Las mujeres que acudieron por sus maridos llamaron a la policía, quienes llegaron al establecimiento y aceptaron declaraciones sobre el secuestro. La intervención permitió detener la detención. Es especialmente interesante que en este caso los policías se pusieron del lado de la gente, aunque por lo general, por el contrario, ayudan a cargar a los muchachos en el carro de alistamiento por la fuerza. ¿Quizás esto es solo el comienzo de los grandes procesos que se avecinan?

Además, le invitamos a aprender de este material reciente cómo la movilización general fortalece continuamente el control social y la competencia entre los trabajadores de Ucrania.

Original libcom article appears here 👇🏽:

💩La guerra que viene. Es hora de alzar la voz

👎🏼“No hay necesidad de un golpe aparatoso para instalar una dictadura”

🇮🇷Irán: la revuelta se intensifica

Blue Letter E | Words, Letters, Calligraphy, Scripting, Typography, I…l año comenzó en Irán con las ejecuciones de dos jóvenes tras unos simulacros de juicios por estar involucrados en el levantamiento contra el régimen teocrático. Hubo bastantes manifestaciones en muchos barrios de Teherán. A esto siguió la ejecución de otros dos jóvenes. Hubo una manifestación frente a la prisión donde fueron asesinados en Karaj, cerca de Teherán.

Tras estas cuatro ejecuciones estallaron manifestaciones en otras ciudades. Algunas de las consignas coreadas en estas manifestaciones incluyeron “Por cada persona muerta, hay otras mil detrás de él”, “Muerte a Khameini”, (el líder supremo de Irán), “No queremos un gobierno que mate niños”, y “Muerte a los Basij”, la fuerza de guardias represivos que actúan como perros de presa del régimen. Las manifestaciones pedían el fin de las ejecuciones. Los asesinados por el régimen fueron Mohammad Ghobadlou (22), Mohammad Boroughani (19), Mohammad Mahdi Karami y Seyed Mohammad Hosseini (ambos de 23).

Iran revoltEl régimen clerical recurrió a estas ejecuciones tras el asesinato en septiembre de una joven kurda, Mahsa Amini, a manos de la policía de la moralidad, que hace cumplir las normas de comportamiento y vestimenta de los ayatolás, en particular contra las mujeres. Esto desencadenó grandes manifestaciones en todo Irán. Estos fueron etiquetados como “disturbios” por el régimen, que se apresuró a difundir la mentira de que estaban instigados por los Estados Unidos, Israel y la Gran Bretaña. Además de los ejecutados, otros 17 han sido condenados a muerte. Además de esto, al menos 519 manifestantes han sido asesinados, incluidos 71 niños, y en respuesta a la violencia estatal, 68 miembros del personal de seguridad fueron asesinados por la multitud. Otros 12.290 manifestantes han sido arrestados y 111 se enfrentan a sentencias de muerte.

Además de los asesinatos y arrestos, el régimen se ha basado en la tortura de prisioneros para intentar sofocar los disturbios. Se ha vuelto contra diversas celebridades, periodistas, cineastas y abogados que han apoyado las protestas. Al menos 84 periodistas han sido arrestados.

El régimen está aterrorizado de que los disturbios desencadenen protestas aún más amplias. Existe un descontento generalizado por la brutalidad y represión de las fuerzas de seguridad, el desempleo masivo, la inflación que sube al 50% anual, la crisis del agua, el impago de salarios, los contratos laborales precarios y la corrupción de los funcionarios del régimen. Incluso según las estadísticas del régimen, el 50% de la población iraní está por debajo del umbral de la pobreza.

Junto con las protestas callejeras ha habido huelgas de maestros, trabajadores del acero y trabajadores del petróleo. Sin embargo, las protestas callejeras en su mayoría estaban compuestas por jóvenes y estudiantes.

Una indicación de la pérdida de apoyo para el régimen fue que no logró reunir a un gran número de personas para las manifestaciones progubernamentales a fines del año pasado.

Khameini amenazó con más sentencias de muerte y nombró al brutal matón Ahmad Reza Raden como jefe de policía. Este cabrón se destaca por su determinación en obligar a las mujeres a usar el hiyab, el tocado en el que insiste el régimen.

Sin embargo, esto no ha disuadido a las mujeres de seguir desafiando al régimen. En muchas ciudades, algunas mujeres se niegan a usar el hiyab. El Año Nuevo iraní comenzó el 20 de marzo con los residentes de la ciudad de Ekbatan cantando “Muerte al dictador” desde sus balcones. El régimen respondió trayendo nuevas leyes sobre el hiyab, coincidiendo con el mes de Ramadán.

El 9 de abril, las fuerzas de seguridad se pararon en las entradas de las estaciones de metro de Teherán, impidiendo el acceso a los trenes a las mujeres que llevaban hiyab “incorrectamente” o no. Radan advirtió que a partir del 15 de abril, las mujeres que no cumplan con las reglas del hiyab serán procesadas. El comandante de la policía de tráfico de Teherán respaldó esto diciendo que las cámaras de tráfico se usarían para identificar a quienes no obedecieran las reglas del hiyab.

Cuando las escuelas y universidades reabrieron después del Año Nuevo iraní, los responsables de educación y ciencia advirtieron al personal y a las estudiantes que obedecieran las reglas del hiyab o serían expulsadas ​​​​de los establecimientos educativos. A pesar de esto, ha habido muchas burlas a estas regulaciones.

Más recientemente ha habido una repetición de envenenamiento masivo mediante ataques químicos y con gas sobre estudiantas en Shahriar, Bandar Ganaveh, Ashnoye, Amol, Shahin Shahr y Tabriz. También hubo un envenenamiento en la Universidad de Teherán. Quienes sufrían estos ataques se quejaban de extraños olores químicos.

Unas 7.000 alumnas pueden haber sido envenenadas y 500 de ellas hospitalizadas. Los ataques pueden ser obra de islamistas de línea dura, que se oponen a que las niñas y mujeres jóvenes reciban educación. En respuesta, muchos padres salieron a las calles a protestar por la lenta respuesta de las autoridades a los envenenamientos. En algunos casos, estas manifestaciones fueron atacadas por las fuerzas de seguridad con el uso de gases lacrimógenos. Los envenenamientos continúan, el último hace apenas un par de días.

Khameini ha pedido la pena de muerte para los responsables de los envenenamientos. Se han realizado cien arrestos con las autoridades buscando culpar a potencias extranjeras y a los Muyahidines del Pueblo, un grupo guerrillero de izquierda. Es casi seguro que estos arrestos son un intento del régimen de desviar la atención de su propia falta de acción.

A medida que la situación económica sigue deteriorándose, Khamenei pide ahora un aumento de las privatizaciones. Esto corre el riesgo de causar más descontento entre la clase trabajadora, derramándose en las calles para unirse a los movimientos de protesta en curso.

Esperamos con ansias el fin del inmundo régimen en Irán, un régimen basado en la represión y la misoginia, un régimen que protege los intereses de la clase dominante.

Los arrestos de republicanos y activistas climáticos en la coronación de Carlos III cuestionan el derecho a la protesta

🖌La carta de Julian Assange al rey Carlos III describe las brutales condiciones de la prisión de Belmarsh

🙊El desconcierto del 🙈neoliberalismo latinoamericano🙉

ALAI Agencia Latinoamericana de InformaciónEl retroceso de Estados Unidos en la región no atenúa el sometimiento neoliberal al dominador de la región. Al contrario, genera fantasías de buen servidor y mitos de prosperidad latinoamericana.

letter e - AHDJl retroceso de Estados Unidos no disuade la tradicional sumisión de los neoliberales al dominador del Norte. Sus voceros afirman que es el momento de aprovechar la actual preeminencia de la vertiente globalista de Biden, para crear incentivos a la llegada de inversores yanquis (Oppenheimer, 2022).En ciertos países alientan ese curso con el remate de minerales, tierras o cuencas marítimas. En otras naciones propician la instalación de fábricas o el desenvolvimiento de servicios con mano de obra barata y alto grado de explotación.

Con ese discurso retoman los mitos del gran desarrollo, que acompañaría a la presencia protagónica de la primera potencia en su ¨Patio Trasero¨. Pero no explican el fracaso padecido por ese mismo rumbo durante las últimas décadas. El extractivismo minero enriqueció a las compañías que apadrina Washington, sin ninguna contrapartida favorable para la región. Y lo mismo ocurrió con el modelo fragmentario de las maquilas, que ha sido la antítesis de un crecimiento incluyente de América Latina.

Adversidades del mismo tipo se verifican en la carga laboral afrontada por los jóvenes de la región, que han sido integrados a los auspiciados Call Centers. Esa actividad no mejora la calificación o la educación de esos sectores y tampoco apuntala circuitos virtuosos de expansión del poder adquisitivo.

Fantasías del buen servidor  

Los neoliberales repiten un discurso del pasado, sin registrar siquiera las propias reticencias inversoras de las empresas estadounidenses. La mayoría de esas firmas buscan ganancias rápidas con reducido riesgo propio y no ofrecen las imaginarias oportunidades que propagan sus admiradores del Sur. Trump transparentó con su conocida brutalidad esas restricciones, que Biden vuelve a enmascarar con los habituales engaños de la propaganda imperial.

embestidasEsas reservas de los capitalistas yanquis sintonizan con los enormes desequilibrios de las economías latinoamericanas. En lugar de constatar esa estructural adversidad, los neoliberales continúan culpando a sus propios conciudadanos por las desgracias de la región. Enfatizan las responsabilidades de los “gobiernos populistas”, que desperdician la oportunidad de recuperar la condescendencia del Norte con renovados actos de docilidad (Oppenheimer, 2022). Pero no enuncian un sólo ejemplo exitoso de esa mansedumbre.

El balance de los presidentes latinoamericanos más obedientes de Washington ha sido funesto, tanto para las mayorías populares como para el desenvolvimiento de sus países. Las penurias del capitalismo dependiente fueron invariablemente potenciadas por esas gestiones. Ha sido tan nefasto el cenit neoliberal de comienzo del nuevo siglo (Salinas, Cardoso, Menem, Aylwin), como su reproducción durante la reciente restauración conservadora (Macri, Duque, Peña Nieto, Bolsonaro, Piñera).

Los neoliberales sustituyen la evaluación de esas trayectorias por la repetición de lugares comunes. Reiteran que los “problema son nuestros” y ajenos a la presencia estadounidense, cómo si la dominación ejercida por la primera potencia durante más de siglo, fuera irrelevante para las desventuras de la región.

Esa mirada atribuye el subdesarrollo a la idiosincrasia, las costumbres y los comportamientos de la población. Pero omite que en la mayor parte de la historia regional, el rumbo de la sociedad no estuvo dictado por las mayorías populares, sino por los capitalistas y sus funcionarios de turno.

Esa elite desprecia a sus compatriotas, exhibiendo una inocultable admiración por las potencias que dominaron a Latinoamérica, lucrando con la apropiación de los bienes comunes y la explotación de la fuerza de trabajo. Primero ensalzaron al opresor europeo y luego a su reemplazante estadounidense.

Desde el siglo XIX el liberalismo regional ostenta una manifiesta fascinación por el Norte y un simétrico desdén por los pueblos originarios de sus territorios. Forjaron sus propios Estados exaltando la civilización estadounidense, en contraposición a la barbarie que observaban en el Sur. Esa tradición elitista nunca desapareció y recobró fuerza en todas las coyunturas políticas de preeminencia conservadora (Rinke, 2015: 72-75).

Algunos herederos de ese legado reconocen con mayor realismo, que Estados Unidos ya no opera como la indiscutida potencia hegemónica. Constatan que la pérdida de ese liderazgo torna muy difícil la mera alabanza o la simple sumisión. Pero igualmente postulan la conveniencia de preservar un lazo de dependencia, señalando la ventajosa conexión que ofrecería un poder debilitado, frente a la ascendente gravitación de China (Barrenechea, 2022).

Pero no aclaran por qué razón ese continuado padrinazgo de Washington sería beneficioso para América Latina. Recurren a un curioso razonamiento invertido, donde la atadura a una potencia declinante augura ganancias. Si el postulado neoliberal de las ventajas del status dependiente es insostenible, los provechos adicionales que aportaría la fidelidad a una potencia en retroceso son más inhallables. Es sabido que los imperios en declive multiplican la exacción de recursos de las periferias sometidas.

El mito de la latinización  

discusioinesenlaOtro argumento de la derecha neoliberal para renovar la subordinación a Estados Unidos es la acelerada latinización de la primera potencia. Subrayan las ventajas generadas por el aumento de la población de origen hispano. Ese grupo sería igual en el 2060 al segmento anglosajón, en un país que ya tiene una significativa masa de hablantes en español. Consideran que por esa vía emergerá una fusión demográfica, idiomática y cultural de ambos polos del continente, que apuntalará el demorado desarrollo del Sur (Barrenechea, 2022).

Ciertamente la presencia de los latinos en la vida estadounidense se ha multiplicado, al compás de un sector que se expande a mayor ritmo que el resto. Pero esa incidencia no genera por sí misma efectos positivos sobre América Latina. Quienes ponderan en forma ciega esa influencia, omiten las enormes tensiones que genera en el escenario político estadounidense.

La irrupción del trumpismo es la expresión más contundente de esa tirantez. La ultraderecha contemporánea se forjó con mensajes de hostilidad, desprecio y confrontación hacia la inmigración latina. Exige mayor punición en la frontera, despliegue de patrullas, confinamiento de los recién llegados y expulsión de los indocumentados. Ha reavivado el imaginario conservador, atribuyendo el declive del sueño americano a la afluencia de trabajadores foráneos. Azuza el resentimiento de los blancos empobrecidos, para propagar los proyectos de ampliación del muro fronterizo y medidas para separar a las familias que llegan desde el Sur.

Con esas campañas siembra una fractura entre los trabajadores, que favorece a los capitalistas y permite incrementar la explotación de ambos sectores. Los derechistas ocultan, además, que los jóvenes extranjeros compensan el envejecimiento de la fuerza laboral y contribuyen a solventar la seguridad social. En algunos casos realizan labores descartadas por los trabajadores nativos y en otros nutren de cerebros a los sectores más dinámicos.

El trumpismo alienta el resentimiento de los blancos empobrecidos contra los latinos, con un viejo libreto de odio de las clases medias hacia los desamparados. Ha retomado la antigua receta del racismo sureño contra los afroamericanos, para crear un antagonismo hacia los hispanos.

Esa tensión es ignorada o minusvalorada por los neoliberales de América Latina, que continúan presentando a Estados Unidos como una tierra prometida. Suponen que a la larga predominará una integración indolora de la masa hispana a ese país, olvidando que esa agraciada asimilación nunca fue el destino de los masacrados pueblos originarios o de los esclavizados afroamericanos.

Lo ocurrido con este último sector refuta la ingenua creencia en florecientes mixturas de todos los arribados al territorio estadounidense. La opresión de la enorme minoría de origen afro ha perdurado en la modalidad brutal del racismo, que retoma Trump y en la vertiente hipócrita del multiculturalismo, que encarna Biden.

En ambas versiones se reciclan formas complementarias de discriminación, para garantizar la exclusión de un segmento oprimido del manejo elitista del Estado. No hay ninguna razón para suponer que a la mayoría de los latinos les espera un porvenir diferente. La experiencia de lo ocurrido con los afroamericanos también demuestra, que cualquier avance efectivo de los derechos de la población hispana, sólo será conquistado a través de la lucha. Esa resistencia es categóricamente contrapuesta al imaginario neoliberal.

El crecimiento demográfico y la gran presencia idiomático-cultural de esa minoría son gravitantes, cuando apuntalan esa acción y crean puentes con América Latina para una batalla convergente contra el imperialismo (Grosfogel, 2020). Los enlaces entre el Norte y el Sur -que el neoliberalismo evalúa en términos de subordinación panamericana- deben ser observados con esa óptica contrapuesta de lucha común contra el mismo opresor.

La ilusión neoliberal de una fusión amigable de la primera potencia con sus sometidos del continente, a través del enlace inmigratorio ha dado lugar a incontables panegíricos. La alabanza más corriente ensalza el nuevo universo de “transamérica” que emergería de ese entrelazamiento. Ese tipo de fantasías es propagado para ocultar la redoblada explotación laboral, que sufre el grueso de los trabajadores hispanos, contratados en los empleos mal remunerados del Norte. Con ese ensueño se enmascara también la política bipartidista de penalización de los inmigrantes, que implementan todos los administradores de la Casa Blanca.

“La opresión de la enorme minoría de origen afro ha perdurado en la modalidad brutal del racismo, que retoma Trump y en la vertiente hipócrita del multiculturalismo, que encarna Biden”

Con Biden se contuvo la construcción del muro y se frenó la deportación de los dreamers, pero la militarización de la frontera persiste, con la misma intensidad que la persecución de los inmigrantes. El sucesor de Trump sólo ha optado por negociar con López Obrador la retención del éxodo centroamericano, en localidades más alejadas de la frontera. Pero la tragedia social que imponen las políticas imperiales recrea las caravanas de los desposeídos, que buscan alguna forma supervivencia cruzando el Río Grande.

Disyuntivas frente a dos poderosos  

La idealización neoliberal de Estados Unidos continúa atada al enaltecimiento de los tratados de libre comercio, que la primera potencia ya no puede sostener. Sus fascinados seguidores de la región no han tomado nota de esa contradicción. Simplemente mantienen el viejo libreto de reivindicación de los convenios que promovía el Consenso de Washington y que ahora no encuentran sustitutos amoldados al declive del Norte.

El devenir que ha seguido la Alianza del Pacífico es muy representativo de ese incierto escenario. Esa asociación -gestada bajo directa instigación estadounidense por gobiernos neoliberales de México, Colombia, Perú y Chile- es elogiada por los economistas ortodoxos, como un ejemplo exitoso de su paradigma. Realzan los principios de apertura comercial que guían ese entramado y reivindican la variedad de acuerdos suscriptos con múltiples países (Pastrana; Castro, 2020).

Pero lo que se pondera como una acabada expresión del “regionalismo abierto y cruzado”, implica en los hechos una intensificación de la dependencia de las cuatro economías, con sus proveedores y clientes del exterior. La apertura comercial, la liberalización financiera y la flexibilización laboral que introdujeron esos acuerdos, multiplicaron la desigualdad, la explotación laboral y el extractivismo que impera en esos países.

Estas adversas consecuencias son omitidas por los cultores del tratado, que resaltan la gran afluencia de inversiones extranjeras que sucedió a la suscripción del convenio (Schamis, 2021). Eluden aclarar que esas colocaciones de capital se efectivaron en sectores que acentuaron la primarización o en eslabones básicos de la industria, divorciados de cualquier proyecto de desarrollo inclusivo.

La Alianza del Pacífico está sujeta al mismo patrón de dependencia que predomina en toda la región. Sus auspiciantes no logran indicar algún rasgo que diferencie a ese cuarteto del resto de América Latina. Los elogios que despliegan los neoliberales (desde su lanzamiento en el 2011), no se asientan en ninguna justificación.

La AP no incrementó el crecimiento, la productividad o la competitividad de sus integrantes. La ponderada estabilidad que mantuvieron durante una década quedó abruptamente socavada en los últimos años por las masivas revueltas populares, que estallaron en tres de los cuatro países del bloque.

Esos levantamientos transparentaron el terrible nivel de opresión, desigualdad y explotación que afianzó el convenio del Pacifico. Si ese tratado hubiera despejado el horizonte de desarrollo que ensalzan sus auspiciantes, no habría irrumpido tanto malestar (en forma tan coincidente) entre los suscriptores de esa Alianza.

Ese entramado ni siquiera mejoró la capacidad negociadora de sus integrantes, puesto que nunca actuó como un mini bloque comercial en las tratativas con sus interlocutores. Un abismo separa en ese terreno a la Alianza de otros conglomerados regionales del mundo (González, 2020).

La AP tampoco se ha extendido a otros países. Esa carencia de nuevos integrantes confirma su ausencia de atractivo. Ecuador buscó una membresía asociada, compatible con los tratados bilaterales que ya tiene con Estados Unidos y con la dolarización integral de su economía. Pero ni siquiera ese amoldamiento alcanzó para incluirlo. Costa Rica y Panamá iniciaron un proceso de adhesión, que nunca desbordó los protocolos iniciales.

La Alianza del Pacífico ha operado como brazo económico de los proyectos políticos más derechistas de la región. Sintonizó con Bolsonaro, Macri, Lenin Moreno y Añez y tuvo el auspicio de Trump y su Grupo de Lima, para crear un efímero “Foro para el Progreso de Suramérica” (PROSUR).

Pero la impronta librecambista de la AP chocó con el proteccionismo del magnate estadounidense, que intentó transformar ese acuerdo en un bastión de la guerra arancelaria contra China. Aspiraba a introducir en el convenio, las mismas normas de veto a los acuerdos con el gigante asiático que impuso en el T MEC con México. Ese objetivo quedó incumplido con su propia salida de la Casa Blanca.

Frente al vacío generado por el abandono que consumó Trump del proyecto librecambista del Pacifico propiciado por Obama (TPP), el cuarteto latinoamericano optó por sumarse a la iniciativa sustituta que mantuvo Japón (CPTPP), durante el mandato proteccionista del magnate estadounidense. También exploraron convenios con Australia Nueva Zelanda, Corea del Sur y avanzaron en negociaciones específicas con Singapur (PASFTA).

Pero la AP no ha definido una postura nítida frente al gran jugador chino, que propone acuerdos fulminantes para avanzar hacia una rápida desgravación arancelaria. Para consumar esa remodelación, ofrece el marco que está forjando en la región Indo-Pacífica.

Frente a ese desafío Biden propaga mensajes de globalismo liberal, sin definir una estrategia alternativa. Tan sólo refuerza las presiones para distanciar al cuarteto latinoamericano de cualquier acuerdo con China.

Los fascinados neoliberales de la AP no encuentran un libreto común para lidiar con esa disyuntiva. Propician negocios con la nueva potencia oriental, pero preservan una gran dependencia política, ideológica y cultural del mandante estadounidense. La misma presión a intensificar los negocios con China o aceptar las restricciones que exige Estados Unidos, sobrevuela al MECORSUR.

Los neoliberales han perdido la brújula frente al escenario actual. Por un lado, propician las iniciativas de los grupos capitalistas que motorizan las lucrativas tratativas con China y por otra parte, mantienen su alineamiento tradicional con Washington. Ninguna de las dos opciones, incluye algún desarrollo económico con avances sociales para la región.

Secuencia de adversidades  

El libreto neoliberal es particularmente funesto en el escenario actual. La región se ha transformado en un gran botín de dos potencias, que apetecen su inmenso caudal de recursos naturales. Con el 7% de la población mundial, América Latina dispone del 42-45% del agua dulce, la mitad de la biodiversidad e inconmensurables reservas de petróleo, gas y minerales. Alberga, además, el 80% del litio, el 93% del estroncio, el 61% de la fluorita, el 59% de la plata, el 56% del renio, el 54% del estaño y el 44% de la platina.

Esta variedad de materias primas ha recobrado gravitación por su enorme disponibilidad e incidencia en las cadenas globales de valor. Esos circuitos demandan una provisión constante de insumos, que muy pocas zonas pueden facilitar con la cuantía que ofrece Latinoamérica. Por su proximidad geográfica, el control de ese manantial de insumos es la gran prioridad del imperialismo estadounidense.

La coyuntura bélica que ha sucedido a la pandemia ha potenciado la incidencia de esas fuentes de abastecimiento. La guerra de Ucrania ha encarecido abruptamente los alimentos y los combustibles, que la región puede proveer en grandes cantidades y a costos reducidos. Pero esa revalorización de la zona, recrea la vieja adversidad de una especialización en exportaciones básicas, que el neoliberalismo enaltece y convalida.

Este repliegue a los eslabones básicos de la actividad productiva acentúa el despilfarro de la enorme renta de la región, que no es utilizada para los procesos endógenos de acumulación y crecimiento sostenido. Esa masa de fondos se filtra al exterior en desmedro del desarrollo interno. Los modelos neoliberales que administran ese drenaje, impiden aprovechar los momentos favorables de altos precios de las materias primas y agravan los efectos de los períodos opuestos de depreciación de las exportaciones.

Este desmanejo explica las recurrentes asfixias financieras, que generan el estrangulamiento del sector externo, los desbalances comerciales y las fugas de capital. Y esas agudas tensiones frecuentemente se procesan a través de dramáticas situaciones de inflación, devaluación y retracción del poder adquisitivo.

Las adversidades del capitalismo dependiente de América Latina que gestiona el neoliberalismo salieron a la superficie con gran dramatismo en la reciente crisis de la pandemia. La región no sólo careció de recursos para lidiar por sus desmanteladas estructuras de salud pública. También debió afrontar un nuevo agravamiento de la pobreza (33% de la población) y la indigencia (13,1% de los habitantes). Ambos indicadores registraron el mayor incremento anual de las últimas dos décadas. Esa regresión extendió también el número de individuos subalimentados.

Como en todo el mundo, la desocupación se expandió en América Latina durante esa crisis, pero a diferencia de las economías avanzadas, la miseria golpeó especialmente al sector informal, que aglutina a la mitad de los trabajadores urbanos.

La misma escala de padecimientos se observó con la desigualdad, que el neoliberalismo ha potenciado en la región más inequitativa del planeta. En una zona dónde el 10% más rico acapara el 71% de la riqueza total (2014), el número de multimillonarios (patrimonios superiores a 1.000 millones de dólares) saltó de 76 a 107 y sus fortunas se incrementaron de 284.000 a 480.000 millones de dólares (2020).

Además, el derrumbe de producto bruto durante la pandemia duplicó el declive registrado en resto del mundo. América Latina comenzó el actual decenio arrastrando otra “década perdida”. El PBI del 2020 fue prácticamente igual a su equivalente del 2011.

También el producto per cápita ha quedado relegado en comparación a la media mundial y para colmo de males, la recuperación que sucedió a la pandemia ha sido inferior al resto del mundo. Los pronósticos de varios organismos internacionales auguran un crecimiento de América Latina inferior a los promedios internacionales. El neoliberalismo acentúa esas adversidades en todos los terrenos.

Recetario de frustraciones  

capitalismoconCon las prescripciones neoliberales, América Latina tiende a repetir su larga historia de subdesarrollo y dependencia. Esa desventura ha sido durante dos siglos la contracara de la expansión estadounidense, que idealizan los cultores del Norte. Siempre subrayaron el contraste entre ambas trayectorias, sin notar que sus recetas consolidan esa brecha.

Los neoliberales no observan ninguna adversidad en la actual especialización de latinoamericana en el extractivismo minero. Al contrario, realzan ese rumbo olvidando que desde la conquista española implicó el desangre de la población autóctona, la hemorragia de los recursos y el atraso de la economía.

Los conquistadores se apropiaron del sistema preexistente de explotación, mediante la cooptación de la aristocracia indígena, aprovecharon las luchas fratricidas y utilizaron la evangelización para agotar la fuerza de trabajo en los socavones. En los siglos XVI- XVII potenciaron el servilismo hasta niveles inéditos, para extraer minerales de los yacimientos gestionados por las civilizaciones precolombinas. Enriquecieron a la corona y a sus servidores pulverizando esas sociedades (Guerra, 2006: cap 2).

Esa misma depredación recobró fuerza posteriormente, para proveer los materiales básicos que exigía la industrialización de las economías avanzadas. Las grandes familias de la oligarquía local se asociaron con las empresas mineras euro-americanas, para devastar el subsuelo regional y multiplicar las ganancias de las principales firmas de Occidente (Vitale, 1992).

Ese estrago vuelve a reaparecer en el siglo XXI bajo el auspicio de empresas foráneas, que han convertido a Latinoamérica en la gran localización del extractivismo minero. El acaparamiento de esos recursos suscita un permanente conflicto entre compañías extranjeras de distinto origen.

Los neoliberales convalidan también la regresión que entraña el afianzamiento de la especialización agroexportadora de la región, ocultando que ese perfil determinó el subdesarrollo de toda la zona. Auspician, además, los modelos de concentración de la propiedad agraria que condujeron a un estancamiento económico. Omiten que el despegue del admirado rumbo estadounidense se asentó en un contrapuesto dinamismo de los pequeños propietarios (farmers).

En el grueso de Hispanoamérica se conformó desde el inicio de la conquista, una clase terrateniente señorial que acaparó propiedades con privilegios de casta. Por el contrario, en Nueva Inglaterra florecieron a partir del siglo XVII las colonias de campesinos libres, que cimentaron la pujanza capitalista.

Las elites neoliberales de América Latina siempre idealizaron la competencia y el mercado fuera de su radio de influencia, mientras usufructuaban del manejo de plantaciones, haciendas y latifundios. Por un lado, enaltecían el modelo de pureza capitalista estadounidense y por otra parte consolidaban la gestión improductiva de sus inconmensurables extensiones de territorio. Esta misma duplicidad se verifica en la actualidad. Los herederos de los viejos terratenientes exaltan ahora el capitalismo globalizado y digital del socio norteamericano, mientras refuerzan la primarización de sus propias economías.

Existen innumerables debates entre los historiadores sobre las condiciones económicas, los desenlaces sociales y los cursos políticos, que determinaron la trayectoria antagónica de Estados Unidos y América Latina. Algunos realzan el contexto geográfico dispar y la gran diferencia de desarrollo entre las poblaciones preexistentes, otros remarcan la enorme divergencia entre modelos de colonización capitalista y precapitalista. Mayores controversias suscita la evaluación de cuál fue el momento de consolidación de la brecha histórica entre ambas regiones.

Las tesis que fijan esa fractura desde la misma llegada de los conquistadores europeos, contrastan con los enfoques que atribuyen la gran divergencia, a la forma en que se resolvieron las grandes epopeyas en ambas zonas (Guerra de la Independencia y Guerra de Secesión). Pero no cabe que duda que la maduración de dos configuraciones contrapuestas de capitalismo agrario y parasitismo oligárquico, desembocaron en cursos antagónicos de industrialización autocéntrica y mero subdesarrollo (Cardoso, Pérez Brignoli, 1979: cap 4).

El camino norteamericano de desenvolvimiento agrario dio lugar a un intenso desarrollo fabril. En cambio, el curso biskmariano de acaparamiento territorial obstruyó en el sur, el despunte de los mercados internos requeridos para transitar ese sendero. Las haciendas, plantaciones y latifundios sólo reciclaron la dependencia y el retraso de América Latina. Con ese trasfondo de disparidad estructural, las empresas del Norte capturaron posteriormente los mercados del Sur e impusieron la dominación imperial de todo el ¨Patio Trasero¨.

Los liberales siempre atribuyeron esas bifurcaciones a la supremacía anglosajona, frente a la ineptitud latina. Nunca evaluaron las condiciones que indujeron a esa contraposición de comportamientos de las elites gobernantes.

Esa omisión impide registrar hasta qué punto el neoliberalismo contemporáneo reproduce el mismo patrón de frustraciones del pasado. El extractivismo minero, la primarización exportadora y la especialización en los eslabones básicos de la cadena industrial de valor, recrean las viejas patologías económicas. La distancia con Estados Unidos y la monumental brecha con China vuelve a reciclarse, porque el neoliberalismo contemporáneo ofrece el mismo recetario de fracasos que sus antecesores.

Contrastes historicos aleccionadores  

El desarrollo de América Latina fue obstruido por la anulación liberal de la soberanía regional. Ningún Estado de la zona maneja con plenitud o efectividad ese atributo por el sometimiento que ha impuesto la custodia estadounidense. El modelo neoliberal de las últimas décadas recortó nuevamente todos los márgenes de esa independencia.

Todos los países de la región reúnen formalmente las características de los Estados nacionales, pero en los hechos operan como formaciones sometidas a los vetos que dispone el Departamento de Estado. Washington hace valer en forma explícita o disimulada su gran supervisión, mediante controles geopolíticos y condicionamientos económicos. En los momentos críticos, la injerencia de sus embajadores es directa e incide en las decisiones cotidianas de los gobiernos.

Esa carencia de soberanía efectiva, impide a los países latinoamericanos desenvolver las políticas económicas autónomas, que se requieren para superar el subdesarrollo. Esa dependencia recicla, a su vez, la inserción periférica de la región en el capitalismo mundial.

Para los neoliberales contemporáneos la carencia de soberanía no constituye ninguna adversidad. Subrayan que esa ausencia es natural, en el contexto de la ¨interdependencia¨ imperante entre todos los países del planeta. Pero omiten registrar que esa amalgama no es equitativa. Opera con normas de jerarquía, dominación y subordinación.

Tampoco atribuyen ninguna gravitación a la carencia histórica de soberanía, que contrapuso el devenir de Estados Unidos con América Latina desde el siglo XIX. Explican esa brecha por alguna inferioridad cultural legada por la herencia aborigen, frente a la pujante modernidad anglosajona. Pero el curso real de la historia se entiende con miradas críticas de esos mitos.

La primera potencia desenvuelve un rol particularmente dominante en todo el continente, al cabo de un largo proceso histórico que situó a Estados Unidos en un lugar contrapuesto a Hispanoamérica. Esa trayectoria le permitió conquistar y consolidar desde el siglo XIX, la soberanía efectiva que sus vecinos del Nuevo Mundo no lograron conservar.

Estados Unidos obtuvo ese manejo pleno del Estado en dos secuencias diferenciadas de la revolución burguesa, que pavimentaron el excepcional desarrollo económico del país. El primer hito de la Independencia (1776) permitió crear las instituciones que favorecieron ese desenvolvimiento. Los grupos agro-mercantiles dominantes del Norte lideraron un largo proceso de disputa con las potencias coloniales de la época (Gran Bretaña, Francia y España), que aspiraban a fraccionar ese territorio para preservar su poder en el continente.

El capitalismo se expandió en el Norte sin ningún resabio ni obstrucción de las formaciones históricas precedentes. Transformó el genocidio de los indios en un proceso de expansión agrícola de pequeñas producciones altamente competitivas.

El segundo momento del despegue estadounidense fue la Guerra de Secesión, que estalló cuando el capitalismo del Norte se tornó inconciliable con el esclavismo del Sur. Los sucesivos compromisos entre ambos sistemas afrontaron un punto de quiebre, cuando la ampliación geográfica de las plantaciones chocó con el desarrollo del mercado interno. Con el triunfo del Norte se consumó la primacía definitiva de la industria, en sintonía con un nuevo ciclo de ensanchamiento de la frontera, mediante la entrega de tierras a los granjeros blancos (Bender, 2011: 171-184).

Pero el capitalismo se consolidó derrotando a las corrientes democrático-radicales del Norte y reconstituyendo el poder de los plantadores en el Sur, que recuperaron sus posiciones y reemplazaron la esclavitud por nuevas formas de opresión de los afroamericanos. Con ese pacto entre las elites de ambas zonas, la renovada exportación de algodón aportó las divisas requeridas por la industria (Post, 2011: 93-103).

De ese desenlace emergió el poderoso Estado-nación, que comandó la conquista del resto del territorio y la posterior dominación de todo el continente. Ese control comenzó con el desplazamiento del centro económico a Nueva York y con la constitución de una estructura monetaria y financiera centralizada, que sostuvo las subsiguientes fases de la industrialización.

Esta sucesión de acontecimientos y desenlaces permitió a Estados Unidos transformarse en la potencia imperial dominante del siglo XX.

América Latina siguió una trayectoria totalmente opuesta, pero no desde el debut de su Independencia. Esa emancipación fue un proceso semejante al curso seguido por Estados Unidos. Las elites criollas actuaron con la misma motivación de sus pares angloamericanos, bajo las mismas influencias de la Ilustración y con los mismos propósitos de aligerar la carga impositiva. Desenvolvieron tanteos parecidos de mera autonomía inicial y posterior búsqueda de alianzas con las potencias rivales de su dominador (Knight, 1998)

También fue semejante la ruptura final de las elites con los funcionarios del Rey y el consiguiente inicio de una revolución burguesa, signada por el cambio del grupo dominante en el manejo del Estado. Los criollos asumieron ese control, pero al cabo de una guerra de Independencia mucho más radicalizada que la prevaleciente en Norteamérica. Las contiendas bélicas fueron más intensas y devastadoras, con mayor movilización popular y participación de negros e indios, que frecuentemente impusieron el inmediato fin de la esclavitud.

Ese carácter jacobino de las revoluciones hispanoamericanas se zanjó -al igual que en anglo américa- con un resultado regresivo para los sectores populares. En los dos casos se verificaron los efectos de la contrarrevolución social, que sucedió a la victoriosa revolución política.

En estas secuencias despuntaron asimetrías entre los dos polos del Nuevo Mundo, pero el resultado final fue semejante. En ambos lugares se logró la Independencia y la posterior consolidación de clases dominantes locales. La gran diferencia radicó en la naturaleza social contrapuesta de esos sectores.

En América Latina no se consumó ninguna Guerra de Secesión, como la verificada entre en Norte y el Sur estadounidense. En lugar del capitalismo industrializado que sucedió a esa conflagración se consolidó de entrada una formación económico-social de subdesarrollo agrario. El predominio de los latifundios, las haciendas y las plantaciones fue el dato dominante de ese período.

En América Latina la revolución burguesa quedó a mitad de camino, al cumplir tan sólo la meta política de la independencia. No abrió rumbos para el desenvolvimiento capitalista acelerado que prevaleció en Estados Unidos. En la región se conformó una multitud de Estados oligárquicos, que obstruyeron la gestación del ruralismo competitivo y bloquearon el despegue de una industrialización intensiva (Kossok 1990: 3-7).

Esa estructura social contrapuesta de ambas regiones se consolidó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la ausencia de una agricultura capitalista en Latinoamérica sofocó definitivamente el despunte industrial. Esa obstrucción afianzó la especialización regional en insumos agro-mineros básicos de exportación. Los terratenientes que lucraban con ese tipo de explotación afianzaron la inserción internacional subordinada de la región. Consolidaron Estados oligárquicos que sellaron el status dependiente de América Latina.

El capitalismo que emergió de esa configuración quedó aprisionado en el subdesarrollo por el acaparamiento inicial de la propiedad territorial. Nunca emergió el protagonismo de los granjeros que en Estados Unidos se entrelazaron con la industria. En América Latina ambos procesos quedaron obstruidos por las oligarquías liberales, que abrieron las aduanas a la importación manufacturera, como contrapartida de sus ventas de materias primas a las metrópolis.

El crecimiento intensivo y auto centrado que caracterizó a la economía estadounidense contrastó con el estancamiento, que predominó en las haciendas en México, Colombia o Guatemala, en las plantaciones de Brasil y en los latifundios del Rio de la Plata.

Ese curso no sólo obstruyó un desarrollo capitalista desde abajo, sino que impidió también un desenvolvimiento alternativo desde arriba. Por eso quedaron bloqueados los modelos bismarkianos, que en otros lugares (Alemania, Japón) despuntaron por medio de la capitalización de la vieja nobleza.

En América Latina prevaleció una variedad dependiente de ese prusianismo, que combinó el predominio de los grandes propietarios de la tierra, con su asociación subordinada al capital extranjero. La oligarquía no transformó su enriquecimiento en procesos internos de acumulación. Recicló transferencias de valor al exterior, que perpetuaron el atraso económico- social de toda la región (Cueva,1986: 79-101).

La balcanización reciclada  

balanceLa mirada liberal enaltece a Estados Unidos y denigra a Latinoamérica, contraponiendo la cohesión que caracteriza a la primera potencia con las fracturas, inconsistencias y fragilidades que prevalece al sur del Río Grande. Pero no aporta ninguna interpretación sobre ese contrapunto. Sólo da rienda suelta a su repetido contraste entre la inferioridad congénita de la región y la asombrosa magnificencia anglosajona.

En ningún momento analiza cómo esa asimetría estuvo determinada por la envergadura de los estados nacionales de ambas regiones. En el Norte primó una estructura continental unificada y en América Latina un disperso cúmulo de fracturas balcanizadas.

Esa diferencia resultó decisiva durante la gestación del capitalismo, que despuntó en torno a mercados internos cohesionados por las reglas de cada Estado nacional. En el intrincado proceso de absorción de etnias y lenguas -que entre 1830 y 1880 devino en Occidente en la conformación de esos Estados- hubo una selección final, que reordenó las incontables posibilidades previas. En ese filtro, el tamaño se transformó en un ingrediente decisivo de la gravitación alcanzada por los emergentes estados nacionales.

Esa envergadura territorial facilitó la ubicación de ciertos países en la cúspide de la jerarquía mundial, frente a los competidores de menor dimensión geográfica. Cuando el poderío económico y militar coincidió con el primer atributo, esa primacía quedó asegurada. Estados Unidos contó con un soporte territorial que América Latina nunca logró plasmar.

Luego de la Guerra de Secesión se forjó en un polo del continente, el Estado-nación centralizado que reemplazó al modelo confederado. En Washington se consolidó un poder efectivo que dejó atrás el esquema asociativo, mediante partidos que ocuparon el lugar de las alianzas interregionales. De la conscripción masiva emergió a su vez una ciudadanía uniforme, con identidades nacionales definidas por la pertenencia a un país unificado.

El viejo equilibrio federal quedó disuelto y la política exterior se transformó en una nítida atribución del Poder Ejecutivo. A medida que el telégrafo y el correo enlazaron a un territorio ampliado por sucesivas oleadas de inmigrantes, el imaginario continental empalmó con un estado moderno, regido por el sistema presidencial.

América Latina quedó signada por una trayectoria radicalmente opuesta. Contaba con ventajas iniciales, en la gestación pionera de la nacionalidad por elites ilustradas que compartían una lengua común. Esa cohesión idiomática introdujo un elemento de enorme homogeneidad en un inmenso territorio (Anderson, 1993: cap 7). Pero la Independencia fue sucedida por una fragmentación de Repúblicas, cuyo trazado quedó condicionado por el molde previo de las unidades administrativas del imperio español.

Esos segmentos funcionaban de manera vertical bajo el mando de la Corona, que bloqueaba las relaciones horizontales y la integración zonal, mediante prohibiciones al comercio intercolonial. Esa obstrucción de los virreyes al ascenso de los criollos fomentó un desarrollo protonacional separado, que no fue revertido por la Independencia.

En el largo período de las guerras civiles se definieron las fronteras y los estados que alumbrarían a las distintas naciones de América Latina. En esa etapa se delimitó el contorno de esa formación, sin dilucidar la eventual convergencia en una estructura continental unificada. Los fuertes choques entre unitarios, federales y confederales, entre defensores del proteccionismo y el libre comercio zanjaron el triunfo de los distintos grupos dominantes, que finalmente moldearon la conformación de cada estado al servicio de sus intereses.

Esa definición siguió en todos los casos el mismo patrón de balcanización, que alimentó la gran variedad de organismos nacionales finalmente gestados. Esa diversidad de estados oligárquicos consumó, a su vez, una alianza con la potencia imperial dominante (Inglaterra), que convalidó la fractura de América Latina en una veintena de estados de insignificante peso internacional. Las destructivas guerras posteriores (Paraguay, Pacifico, Chaco) consolidaron esa fragmentación en islotes mono productores de insumos, apropiados por los terratenientes y sus socios extranjeros.

Ese desemboque de la historia latinoamericana en pequeñas, dispersas e impotentes unidades afianzó definitivamente la brecha con el poderoso estado continental, que se forjó en el Norte. Ambos procesos fueron resultantes de grandes desenlaces político-militares. Estados Unidos emergió como una potencia ascendente de la Guerra de Secesión y América Latina se deslizó hacia la marginalidad periférica, luego de la derrota del proyecto de unificación continental de Bolívar.

Esa iniciativa tenía un basamento convergente con San Martin y se configuró en el curso de la propia batalla por la Independencia. Esa lucha exigió extender geográficamente la guerra e incorporar masivamente a los plebeyos para vencer al enemigo realista. En esa confrontación irrumpieron las fuertes las tendencias al separatismo regional, que asumieron distintas modalidades del liberalismo federalista (Kohan 2013: 69-113).

Bolívar propició un esquema centralista, para combinar en una sola articulación la confederación de estados nacionales emergentes. Pero no pudo neutralizar la reacción de las oligarquías locales, reacias a compartir los lucros de cada localidad. Esos grupos dominantes quedaron además espantados por la movilización militar de los esclavos y los indios (Soler 1980: cap 2).

La derrota del proyecto de unidad continental acentuó la balcanización de América Latina y facilitó nuevas guerras, que potenciaron las sub fracturas ulteriores de las Provincias del Sur, la Gran Colombia, la Confederación Peruano-boliviana y las cinco Repúblicas Centroamericanas (Guerra, 2006: 82-95). Esta fragmentación contrastó con la sólida unificación continental de Estados Unidos, que comenzó a concretar su dominación del ¨Patio Trasero¨, a partir de esa descomunal diferencia de poderío.

Ciertamente la mera unidad latinoamericana no garantizaba de por sí, un curso de sostenido desarrollo, equiparable al logrado por la potencia del Norte. Basta notar que Brasil mantuvo y acrecentó su dimensión continental y al mismo tiempo compartió el destino de atraso que imperó en Hispanoamérica. Un territorio inmenso, gestionado con la estructura importada por un emperador lusitano que consolidó la esclavitud, cargaba con las mismas adversidades que sus vecinos.

Pero el ideario bolivariano no se limitaba al enlace unitario y sentaba los cimientos para una trayectoria alternativa a la dependencia. La balcanización ha legado, en cambio, la tradición de impotencia política y servilismo al imperio que corporiza el neoliberalismo. Los sucesores de esa corriente recrean la larga historia de subdesarrollo y privaciones populares que ha caracterizado a la región. En nuestro próximo artículo analizaremos la alternativa socialista a esa desventura.

Santiago Leguizamón: agitación y legado

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💩El ‘padrino de la IA’ deja Google💻

con remordimientos y temores sobre el trabajo de su vida

Key Speakers At The International Economic Forum Of The Americas Toronto Global ForumDecoding the letter G | Society Xeoffrey Hinton, ganador del equivalente al Premio Nobel de informática, por su trabajo pionero en redes neuronales, es ahora libre para poder hablar de los riesgos de la IA.

Hinton, de 75 años, que junto a otros dos de los llamados «Padrinos de la IA» ganó el Premio Turing 2018 por su trabajo fundacional que condujo al actual auge de la inteligencia artificial, dice ahora que una parte de él se arrepiente del trabajo de su vida.

Renunció recientemente a su trabajo en Google para poder hablar libremente sobre los riesgos de la IA, según una entrevista publicada en The New York Times.

«Me consuelo con la excusa normal: si no lo hubiera hecho, otro lo hubiera hecho«, declaró Hinton, quien ha sido empleado de Google durante más de una década. «Es difícil ver cómo puedes evitar que los malos actores lo usen para cosas malas.”

Hinton notificó a Google su renuncia el mes pasado,y el jueves habló directamente con el CEO Sundar Pichai, según el NYT. Los detalles de esa discusión no han sido revelados.

Es este trabajo el que finalmente llevó a la creación de ChatGPT y Google Bard.

El investigador de toda la vida se unió a Google después de adquirir una compañía iniciada por él y dos de sus estudiantes, uno de los cuales se convirtió en científico jefe de OpenAI. Hinton y sus estudiantes habían desarrollado una red neuronal que se enseñaba a sí misma a identificar objetos comunes como perros, gatos y flores después de analizar miles de fotos. Es este trabajo el que finalmente llevó a la creación de ChatGPT y Google Bard.

De acuerdo con la entrevista del NYT, Hinton estaba contento con la gestión por parte de Google de la tecnología hasta que Microsoft lanzó el nuevo Bing con OpenAI, desafiando el negocio principal de Google y provocando una respuesta de «código rojo» dentro del gigante de las búsquedas. Una competencia tan feroz podría ser imposible de detener, afirma Hinton, de imágenes y textos falsos que nadie será capaz de saber «qué es verdad«.

El científico jefe de Google, Jeff Dean, trató de suavizar el golpe con la siguiente declaración: «Seguimos comprometidos con un enfoque responsable de la IA. Estamos aprendiendo continuamente para comprender los riesgos emergentes, al tiempo que innovamos con audacia«.

Hinton también ha acudido a Twitter para aclarar su postura frente a la administración de Google:

tweed

La difusión de información errónea es sólo la preocupación inmediata de Hinton. A más a largo plazo, le preocupa que la IA elimine los trabajos rutinarios y, posiblemente la propia humanidad cuando la IA empiece a escribir y ejecutar su propio código.

«La idea de que estas cosas puedan llegar a ser más inteligentes que las personas es algo que algunos lo creían«, dijo Hinton al NYT. «Pero la mayoría pensaba que estaba fuera de lugar. Y yo también. Creía que faltaban entre 30 y 50 años, o incluso más.  Obviamente, ya no pienso eso«.

💩Secretos sucios de la inteligencia artificial

🫦Anti-¡Hola!: Nuestra primera antirrevista fue feminista

🇷🇺Rupresión⛓

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Llamamiento de ABC Irkutsk en Libcom.org

Siberia Oriental es una región dura e inhóspita, que fue lugar de encarcelamiento y exilio para socialistas y anarquistas bajo el régimen zarista. Como se puede ver, la historia se repite.

Así resume el colectivo el año de su trabajo. En realidad coincidió con el aniversario de la invasión a gran escala de Ucrania:

Hace casi un año que hemos reanudado nuestra actividad. Como esperábamos, este año ha traído decenas de personas a las listas de presos políticos. No hay apoyo suficiente para todos, por lo que estamos ampliando la lista de casos de los que nos haremos cargo.

No todas las personas actualmente encarceladas por actos de resistencia son anarquistas, pero todas caen en la rueda de molino del sistema represivo del Estado. Los que expresan abiertamente una posición antibelicista en forma de sabotaje en el ferrocarril o de incendio de un centro de reclutamiento militar contribuyen a la destrucción del régimen y no deberían quedarse sin la atención y el apoyo de los que siguen fuera. Ahora nos ocuparemos también de esos casos.

Por desgracia, nuestros recursos son muy limitados, pero haremos todo lo posible para apoyar a los que están en prisión.

Puedes apoyarnos de cualquier forma: informativa, material o de otro tipo. En cuanto al apoyo material, puedes enviarnos fondos utilizando los detalles de la criptomoneda (por favor, ponte en contacto con nosotros antes de enviar fondos).»

ABC Irkutsk apoya actualmente a Alexander Snezhkov y Lyubov Lizunova acusados en el llamado caso Chita. Como escribimos anteriormente, se les acusa en virtud de tres artículos del Código Penal ruso: 205.2 (llamamientos públicos a realizar actividades terroristas), 214.2 (vandalismo) por las pintadas «¡Muerte al régimen!», y 280.1 (llamamientos públicos a realizar acciones dirigidas a violar la integridad territorial de la Federación Rusa). Llamó la atención de los represores un post en el canal Telegram que resumía los resultados de las actividades partisanas desde el comienzo de la guerra hasta la movilización en Rusia, donde se mencionaban positivamente los incendios provocados de oficinas de alistamiento, el sabotaje ferroviario y las acciones de la Organización de Combate de Anarco-Comunistas (BOAK). Los activistas suponen que fueron seguidos durante mucho tiempo. Tras quedar en libertad condicional bajo fianza, volvieron a ser arrestados a mediados de enero bajo el pretexto de violación  de la  condicional: una chica fue detenida en Irkutsk, un chico en Omsk. Ahora Lyubov está bajo arresto domiciliario, Alexander se encuentra en el 1er centro de detención preventiva de Chita. Ya se ha pagado con aportacioes todo el periodo de asistencia jurídica previa al juicio de Alexander.

ABC Irkutsk también apoya a Daniil Ivanov e Ilya Vinogradov acusados de robo (Art. 162 parte 3 del Código Penal ruso) en el llamado caso Krasnoyarsk. Durante la sesión anterior la corte llamó a declarar a la presunta víctima, pero no logró proporcionar un testimonio completo y detallado. También se invitó a declarar a testigos de la defensa y de la fiscalía.

Contrariamente a la información aparecida en muchos recursos, el caso se abrió no sobre la base de una denuncia de robo, sino como resultado de escuchar y leer correspondencia en la red social Vkontakte (según un mensaje del abogado de Daniil). Los familiares de los detenidos sugieren que las cuentas los acusado fueron monitoreadas durante mucho tiempo. También se sabe que la persona a quien se acusa de denunciar no tiene quejas contra los acusados, y todos los testimonios indican que no hubo robo. Así que hasta ahora, no hay caso que abrir de «desacreditación» de las Fuerzas Armadas de RF, terrorismo y cualquier otro cargo, excepto robo, por lo tanto, no se han presentado cargos, sin embargo, teniendo en cuenta todas las demás medidas tomadas, podemos hablar de la politización de este caso.

Por el momento, tanto Ilya como Daniil se han declarado culpables de robo por recomendación de los abogados. Ilya aceptó cooperar con el defensor del Estado, Daniil está representado por un abogado no estatal. Según la madre de Daniil, no se ejerció violencia física contra él, pero la violencia psicológica está presente de forma continuada.

Ahora Ilya y Daniil se enfrentan a penas entree 7 y 12 años de prisión, pero hay razones para pensar que esto es sólo el primer paso y después de la decisión final del tribunal sobre el robo, se dará una segunda vuelta, donde se juzgarán más cosas graves para el estado, como preparar el incendio de la oficina de alistamiento (comisaría militar).

🇹🇩En la Francia democrática mientras tanto…

  • 26 de marzo, regreso de Poitou

Esta es la traducción de una denuncia anónima que describe la protesta que tuvo lugar en Sainte-Soline contra la construcción de los megacuencas y la privatización del agua el 25 de marzo.

  • Comunicado del padre y madre de Serge (S.) el 29 de marzo de 2023

Esta es la traducción  de un comunicado del padre y de la madre de un activista que lleva en coma después de la violencia policial en Sainte-Soline.

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