Categoría: América Latina

🙊El desconcierto del 🙈neoliberalismo latinoamericano🙉

ALAI Agencia Latinoamericana de InformaciónEl retroceso de Estados Unidos en la región no atenúa el sometimiento neoliberal al dominador de la región. Al contrario, genera fantasías de buen servidor y mitos de prosperidad latinoamericana.

letter e - AHDJl retroceso de Estados Unidos no disuade la tradicional sumisión de los neoliberales al dominador del Norte. Sus voceros afirman que es el momento de aprovechar la actual preeminencia de la vertiente globalista de Biden, para crear incentivos a la llegada de inversores yanquis (Oppenheimer, 2022).En ciertos países alientan ese curso con el remate de minerales, tierras o cuencas marítimas. En otras naciones propician la instalación de fábricas o el desenvolvimiento de servicios con mano de obra barata y alto grado de explotación.

Con ese discurso retoman los mitos del gran desarrollo, que acompañaría a la presencia protagónica de la primera potencia en su ¨Patio Trasero¨. Pero no explican el fracaso padecido por ese mismo rumbo durante las últimas décadas. El extractivismo minero enriqueció a las compañías que apadrina Washington, sin ninguna contrapartida favorable para la región. Y lo mismo ocurrió con el modelo fragmentario de las maquilas, que ha sido la antítesis de un crecimiento incluyente de América Latina.

Adversidades del mismo tipo se verifican en la carga laboral afrontada por los jóvenes de la región, que han sido integrados a los auspiciados Call Centers. Esa actividad no mejora la calificación o la educación de esos sectores y tampoco apuntala circuitos virtuosos de expansión del poder adquisitivo.

Fantasías del buen servidor  

Los neoliberales repiten un discurso del pasado, sin registrar siquiera las propias reticencias inversoras de las empresas estadounidenses. La mayoría de esas firmas buscan ganancias rápidas con reducido riesgo propio y no ofrecen las imaginarias oportunidades que propagan sus admiradores del Sur. Trump transparentó con su conocida brutalidad esas restricciones, que Biden vuelve a enmascarar con los habituales engaños de la propaganda imperial.

embestidasEsas reservas de los capitalistas yanquis sintonizan con los enormes desequilibrios de las economías latinoamericanas. En lugar de constatar esa estructural adversidad, los neoliberales continúan culpando a sus propios conciudadanos por las desgracias de la región. Enfatizan las responsabilidades de los “gobiernos populistas”, que desperdician la oportunidad de recuperar la condescendencia del Norte con renovados actos de docilidad (Oppenheimer, 2022). Pero no enuncian un sólo ejemplo exitoso de esa mansedumbre.

El balance de los presidentes latinoamericanos más obedientes de Washington ha sido funesto, tanto para las mayorías populares como para el desenvolvimiento de sus países. Las penurias del capitalismo dependiente fueron invariablemente potenciadas por esas gestiones. Ha sido tan nefasto el cenit neoliberal de comienzo del nuevo siglo (Salinas, Cardoso, Menem, Aylwin), como su reproducción durante la reciente restauración conservadora (Macri, Duque, Peña Nieto, Bolsonaro, Piñera).

Los neoliberales sustituyen la evaluación de esas trayectorias por la repetición de lugares comunes. Reiteran que los “problema son nuestros” y ajenos a la presencia estadounidense, cómo si la dominación ejercida por la primera potencia durante más de siglo, fuera irrelevante para las desventuras de la región.

Esa mirada atribuye el subdesarrollo a la idiosincrasia, las costumbres y los comportamientos de la población. Pero omite que en la mayor parte de la historia regional, el rumbo de la sociedad no estuvo dictado por las mayorías populares, sino por los capitalistas y sus funcionarios de turno.

Esa elite desprecia a sus compatriotas, exhibiendo una inocultable admiración por las potencias que dominaron a Latinoamérica, lucrando con la apropiación de los bienes comunes y la explotación de la fuerza de trabajo. Primero ensalzaron al opresor europeo y luego a su reemplazante estadounidense.

Desde el siglo XIX el liberalismo regional ostenta una manifiesta fascinación por el Norte y un simétrico desdén por los pueblos originarios de sus territorios. Forjaron sus propios Estados exaltando la civilización estadounidense, en contraposición a la barbarie que observaban en el Sur. Esa tradición elitista nunca desapareció y recobró fuerza en todas las coyunturas políticas de preeminencia conservadora (Rinke, 2015: 72-75).

Algunos herederos de ese legado reconocen con mayor realismo, que Estados Unidos ya no opera como la indiscutida potencia hegemónica. Constatan que la pérdida de ese liderazgo torna muy difícil la mera alabanza o la simple sumisión. Pero igualmente postulan la conveniencia de preservar un lazo de dependencia, señalando la ventajosa conexión que ofrecería un poder debilitado, frente a la ascendente gravitación de China (Barrenechea, 2022).

Pero no aclaran por qué razón ese continuado padrinazgo de Washington sería beneficioso para América Latina. Recurren a un curioso razonamiento invertido, donde la atadura a una potencia declinante augura ganancias. Si el postulado neoliberal de las ventajas del status dependiente es insostenible, los provechos adicionales que aportaría la fidelidad a una potencia en retroceso son más inhallables. Es sabido que los imperios en declive multiplican la exacción de recursos de las periferias sometidas.

El mito de la latinización  

discusioinesenlaOtro argumento de la derecha neoliberal para renovar la subordinación a Estados Unidos es la acelerada latinización de la primera potencia. Subrayan las ventajas generadas por el aumento de la población de origen hispano. Ese grupo sería igual en el 2060 al segmento anglosajón, en un país que ya tiene una significativa masa de hablantes en español. Consideran que por esa vía emergerá una fusión demográfica, idiomática y cultural de ambos polos del continente, que apuntalará el demorado desarrollo del Sur (Barrenechea, 2022).

Ciertamente la presencia de los latinos en la vida estadounidense se ha multiplicado, al compás de un sector que se expande a mayor ritmo que el resto. Pero esa incidencia no genera por sí misma efectos positivos sobre América Latina. Quienes ponderan en forma ciega esa influencia, omiten las enormes tensiones que genera en el escenario político estadounidense.

La irrupción del trumpismo es la expresión más contundente de esa tirantez. La ultraderecha contemporánea se forjó con mensajes de hostilidad, desprecio y confrontación hacia la inmigración latina. Exige mayor punición en la frontera, despliegue de patrullas, confinamiento de los recién llegados y expulsión de los indocumentados. Ha reavivado el imaginario conservador, atribuyendo el declive del sueño americano a la afluencia de trabajadores foráneos. Azuza el resentimiento de los blancos empobrecidos, para propagar los proyectos de ampliación del muro fronterizo y medidas para separar a las familias que llegan desde el Sur.

Con esas campañas siembra una fractura entre los trabajadores, que favorece a los capitalistas y permite incrementar la explotación de ambos sectores. Los derechistas ocultan, además, que los jóvenes extranjeros compensan el envejecimiento de la fuerza laboral y contribuyen a solventar la seguridad social. En algunos casos realizan labores descartadas por los trabajadores nativos y en otros nutren de cerebros a los sectores más dinámicos.

El trumpismo alienta el resentimiento de los blancos empobrecidos contra los latinos, con un viejo libreto de odio de las clases medias hacia los desamparados. Ha retomado la antigua receta del racismo sureño contra los afroamericanos, para crear un antagonismo hacia los hispanos.

Esa tensión es ignorada o minusvalorada por los neoliberales de América Latina, que continúan presentando a Estados Unidos como una tierra prometida. Suponen que a la larga predominará una integración indolora de la masa hispana a ese país, olvidando que esa agraciada asimilación nunca fue el destino de los masacrados pueblos originarios o de los esclavizados afroamericanos.

Lo ocurrido con este último sector refuta la ingenua creencia en florecientes mixturas de todos los arribados al territorio estadounidense. La opresión de la enorme minoría de origen afro ha perdurado en la modalidad brutal del racismo, que retoma Trump y en la vertiente hipócrita del multiculturalismo, que encarna Biden.

En ambas versiones se reciclan formas complementarias de discriminación, para garantizar la exclusión de un segmento oprimido del manejo elitista del Estado. No hay ninguna razón para suponer que a la mayoría de los latinos les espera un porvenir diferente. La experiencia de lo ocurrido con los afroamericanos también demuestra, que cualquier avance efectivo de los derechos de la población hispana, sólo será conquistado a través de la lucha. Esa resistencia es categóricamente contrapuesta al imaginario neoliberal.

El crecimiento demográfico y la gran presencia idiomático-cultural de esa minoría son gravitantes, cuando apuntalan esa acción y crean puentes con América Latina para una batalla convergente contra el imperialismo (Grosfogel, 2020). Los enlaces entre el Norte y el Sur -que el neoliberalismo evalúa en términos de subordinación panamericana- deben ser observados con esa óptica contrapuesta de lucha común contra el mismo opresor.

La ilusión neoliberal de una fusión amigable de la primera potencia con sus sometidos del continente, a través del enlace inmigratorio ha dado lugar a incontables panegíricos. La alabanza más corriente ensalza el nuevo universo de “transamérica” que emergería de ese entrelazamiento. Ese tipo de fantasías es propagado para ocultar la redoblada explotación laboral, que sufre el grueso de los trabajadores hispanos, contratados en los empleos mal remunerados del Norte. Con ese ensueño se enmascara también la política bipartidista de penalización de los inmigrantes, que implementan todos los administradores de la Casa Blanca.

“La opresión de la enorme minoría de origen afro ha perdurado en la modalidad brutal del racismo, que retoma Trump y en la vertiente hipócrita del multiculturalismo, que encarna Biden”

Con Biden se contuvo la construcción del muro y se frenó la deportación de los dreamers, pero la militarización de la frontera persiste, con la misma intensidad que la persecución de los inmigrantes. El sucesor de Trump sólo ha optado por negociar con López Obrador la retención del éxodo centroamericano, en localidades más alejadas de la frontera. Pero la tragedia social que imponen las políticas imperiales recrea las caravanas de los desposeídos, que buscan alguna forma supervivencia cruzando el Río Grande.

Disyuntivas frente a dos poderosos  

La idealización neoliberal de Estados Unidos continúa atada al enaltecimiento de los tratados de libre comercio, que la primera potencia ya no puede sostener. Sus fascinados seguidores de la región no han tomado nota de esa contradicción. Simplemente mantienen el viejo libreto de reivindicación de los convenios que promovía el Consenso de Washington y que ahora no encuentran sustitutos amoldados al declive del Norte.

El devenir que ha seguido la Alianza del Pacífico es muy representativo de ese incierto escenario. Esa asociación -gestada bajo directa instigación estadounidense por gobiernos neoliberales de México, Colombia, Perú y Chile- es elogiada por los economistas ortodoxos, como un ejemplo exitoso de su paradigma. Realzan los principios de apertura comercial que guían ese entramado y reivindican la variedad de acuerdos suscriptos con múltiples países (Pastrana; Castro, 2020).

Pero lo que se pondera como una acabada expresión del “regionalismo abierto y cruzado”, implica en los hechos una intensificación de la dependencia de las cuatro economías, con sus proveedores y clientes del exterior. La apertura comercial, la liberalización financiera y la flexibilización laboral que introdujeron esos acuerdos, multiplicaron la desigualdad, la explotación laboral y el extractivismo que impera en esos países.

Estas adversas consecuencias son omitidas por los cultores del tratado, que resaltan la gran afluencia de inversiones extranjeras que sucedió a la suscripción del convenio (Schamis, 2021). Eluden aclarar que esas colocaciones de capital se efectivaron en sectores que acentuaron la primarización o en eslabones básicos de la industria, divorciados de cualquier proyecto de desarrollo inclusivo.

La Alianza del Pacífico está sujeta al mismo patrón de dependencia que predomina en toda la región. Sus auspiciantes no logran indicar algún rasgo que diferencie a ese cuarteto del resto de América Latina. Los elogios que despliegan los neoliberales (desde su lanzamiento en el 2011), no se asientan en ninguna justificación.

La AP no incrementó el crecimiento, la productividad o la competitividad de sus integrantes. La ponderada estabilidad que mantuvieron durante una década quedó abruptamente socavada en los últimos años por las masivas revueltas populares, que estallaron en tres de los cuatro países del bloque.

Esos levantamientos transparentaron el terrible nivel de opresión, desigualdad y explotación que afianzó el convenio del Pacifico. Si ese tratado hubiera despejado el horizonte de desarrollo que ensalzan sus auspiciantes, no habría irrumpido tanto malestar (en forma tan coincidente) entre los suscriptores de esa Alianza.

Ese entramado ni siquiera mejoró la capacidad negociadora de sus integrantes, puesto que nunca actuó como un mini bloque comercial en las tratativas con sus interlocutores. Un abismo separa en ese terreno a la Alianza de otros conglomerados regionales del mundo (González, 2020).

La AP tampoco se ha extendido a otros países. Esa carencia de nuevos integrantes confirma su ausencia de atractivo. Ecuador buscó una membresía asociada, compatible con los tratados bilaterales que ya tiene con Estados Unidos y con la dolarización integral de su economía. Pero ni siquiera ese amoldamiento alcanzó para incluirlo. Costa Rica y Panamá iniciaron un proceso de adhesión, que nunca desbordó los protocolos iniciales.

La Alianza del Pacífico ha operado como brazo económico de los proyectos políticos más derechistas de la región. Sintonizó con Bolsonaro, Macri, Lenin Moreno y Añez y tuvo el auspicio de Trump y su Grupo de Lima, para crear un efímero “Foro para el Progreso de Suramérica” (PROSUR).

Pero la impronta librecambista de la AP chocó con el proteccionismo del magnate estadounidense, que intentó transformar ese acuerdo en un bastión de la guerra arancelaria contra China. Aspiraba a introducir en el convenio, las mismas normas de veto a los acuerdos con el gigante asiático que impuso en el T MEC con México. Ese objetivo quedó incumplido con su propia salida de la Casa Blanca.

Frente al vacío generado por el abandono que consumó Trump del proyecto librecambista del Pacifico propiciado por Obama (TPP), el cuarteto latinoamericano optó por sumarse a la iniciativa sustituta que mantuvo Japón (CPTPP), durante el mandato proteccionista del magnate estadounidense. También exploraron convenios con Australia Nueva Zelanda, Corea del Sur y avanzaron en negociaciones específicas con Singapur (PASFTA).

Pero la AP no ha definido una postura nítida frente al gran jugador chino, que propone acuerdos fulminantes para avanzar hacia una rápida desgravación arancelaria. Para consumar esa remodelación, ofrece el marco que está forjando en la región Indo-Pacífica.

Frente a ese desafío Biden propaga mensajes de globalismo liberal, sin definir una estrategia alternativa. Tan sólo refuerza las presiones para distanciar al cuarteto latinoamericano de cualquier acuerdo con China.

Los fascinados neoliberales de la AP no encuentran un libreto común para lidiar con esa disyuntiva. Propician negocios con la nueva potencia oriental, pero preservan una gran dependencia política, ideológica y cultural del mandante estadounidense. La misma presión a intensificar los negocios con China o aceptar las restricciones que exige Estados Unidos, sobrevuela al MECORSUR.

Los neoliberales han perdido la brújula frente al escenario actual. Por un lado, propician las iniciativas de los grupos capitalistas que motorizan las lucrativas tratativas con China y por otra parte, mantienen su alineamiento tradicional con Washington. Ninguna de las dos opciones, incluye algún desarrollo económico con avances sociales para la región.

Secuencia de adversidades  

El libreto neoliberal es particularmente funesto en el escenario actual. La región se ha transformado en un gran botín de dos potencias, que apetecen su inmenso caudal de recursos naturales. Con el 7% de la población mundial, América Latina dispone del 42-45% del agua dulce, la mitad de la biodiversidad e inconmensurables reservas de petróleo, gas y minerales. Alberga, además, el 80% del litio, el 93% del estroncio, el 61% de la fluorita, el 59% de la plata, el 56% del renio, el 54% del estaño y el 44% de la platina.

Esta variedad de materias primas ha recobrado gravitación por su enorme disponibilidad e incidencia en las cadenas globales de valor. Esos circuitos demandan una provisión constante de insumos, que muy pocas zonas pueden facilitar con la cuantía que ofrece Latinoamérica. Por su proximidad geográfica, el control de ese manantial de insumos es la gran prioridad del imperialismo estadounidense.

La coyuntura bélica que ha sucedido a la pandemia ha potenciado la incidencia de esas fuentes de abastecimiento. La guerra de Ucrania ha encarecido abruptamente los alimentos y los combustibles, que la región puede proveer en grandes cantidades y a costos reducidos. Pero esa revalorización de la zona, recrea la vieja adversidad de una especialización en exportaciones básicas, que el neoliberalismo enaltece y convalida.

Este repliegue a los eslabones básicos de la actividad productiva acentúa el despilfarro de la enorme renta de la región, que no es utilizada para los procesos endógenos de acumulación y crecimiento sostenido. Esa masa de fondos se filtra al exterior en desmedro del desarrollo interno. Los modelos neoliberales que administran ese drenaje, impiden aprovechar los momentos favorables de altos precios de las materias primas y agravan los efectos de los períodos opuestos de depreciación de las exportaciones.

Este desmanejo explica las recurrentes asfixias financieras, que generan el estrangulamiento del sector externo, los desbalances comerciales y las fugas de capital. Y esas agudas tensiones frecuentemente se procesan a través de dramáticas situaciones de inflación, devaluación y retracción del poder adquisitivo.

Las adversidades del capitalismo dependiente de América Latina que gestiona el neoliberalismo salieron a la superficie con gran dramatismo en la reciente crisis de la pandemia. La región no sólo careció de recursos para lidiar por sus desmanteladas estructuras de salud pública. También debió afrontar un nuevo agravamiento de la pobreza (33% de la población) y la indigencia (13,1% de los habitantes). Ambos indicadores registraron el mayor incremento anual de las últimas dos décadas. Esa regresión extendió también el número de individuos subalimentados.

Como en todo el mundo, la desocupación se expandió en América Latina durante esa crisis, pero a diferencia de las economías avanzadas, la miseria golpeó especialmente al sector informal, que aglutina a la mitad de los trabajadores urbanos.

La misma escala de padecimientos se observó con la desigualdad, que el neoliberalismo ha potenciado en la región más inequitativa del planeta. En una zona dónde el 10% más rico acapara el 71% de la riqueza total (2014), el número de multimillonarios (patrimonios superiores a 1.000 millones de dólares) saltó de 76 a 107 y sus fortunas se incrementaron de 284.000 a 480.000 millones de dólares (2020).

Además, el derrumbe de producto bruto durante la pandemia duplicó el declive registrado en resto del mundo. América Latina comenzó el actual decenio arrastrando otra “década perdida”. El PBI del 2020 fue prácticamente igual a su equivalente del 2011.

También el producto per cápita ha quedado relegado en comparación a la media mundial y para colmo de males, la recuperación que sucedió a la pandemia ha sido inferior al resto del mundo. Los pronósticos de varios organismos internacionales auguran un crecimiento de América Latina inferior a los promedios internacionales. El neoliberalismo acentúa esas adversidades en todos los terrenos.

Recetario de frustraciones  

capitalismoconCon las prescripciones neoliberales, América Latina tiende a repetir su larga historia de subdesarrollo y dependencia. Esa desventura ha sido durante dos siglos la contracara de la expansión estadounidense, que idealizan los cultores del Norte. Siempre subrayaron el contraste entre ambas trayectorias, sin notar que sus recetas consolidan esa brecha.

Los neoliberales no observan ninguna adversidad en la actual especialización de latinoamericana en el extractivismo minero. Al contrario, realzan ese rumbo olvidando que desde la conquista española implicó el desangre de la población autóctona, la hemorragia de los recursos y el atraso de la economía.

Los conquistadores se apropiaron del sistema preexistente de explotación, mediante la cooptación de la aristocracia indígena, aprovecharon las luchas fratricidas y utilizaron la evangelización para agotar la fuerza de trabajo en los socavones. En los siglos XVI- XVII potenciaron el servilismo hasta niveles inéditos, para extraer minerales de los yacimientos gestionados por las civilizaciones precolombinas. Enriquecieron a la corona y a sus servidores pulverizando esas sociedades (Guerra, 2006: cap 2).

Esa misma depredación recobró fuerza posteriormente, para proveer los materiales básicos que exigía la industrialización de las economías avanzadas. Las grandes familias de la oligarquía local se asociaron con las empresas mineras euro-americanas, para devastar el subsuelo regional y multiplicar las ganancias de las principales firmas de Occidente (Vitale, 1992).

Ese estrago vuelve a reaparecer en el siglo XXI bajo el auspicio de empresas foráneas, que han convertido a Latinoamérica en la gran localización del extractivismo minero. El acaparamiento de esos recursos suscita un permanente conflicto entre compañías extranjeras de distinto origen.

Los neoliberales convalidan también la regresión que entraña el afianzamiento de la especialización agroexportadora de la región, ocultando que ese perfil determinó el subdesarrollo de toda la zona. Auspician, además, los modelos de concentración de la propiedad agraria que condujeron a un estancamiento económico. Omiten que el despegue del admirado rumbo estadounidense se asentó en un contrapuesto dinamismo de los pequeños propietarios (farmers).

En el grueso de Hispanoamérica se conformó desde el inicio de la conquista, una clase terrateniente señorial que acaparó propiedades con privilegios de casta. Por el contrario, en Nueva Inglaterra florecieron a partir del siglo XVII las colonias de campesinos libres, que cimentaron la pujanza capitalista.

Las elites neoliberales de América Latina siempre idealizaron la competencia y el mercado fuera de su radio de influencia, mientras usufructuaban del manejo de plantaciones, haciendas y latifundios. Por un lado, enaltecían el modelo de pureza capitalista estadounidense y por otra parte consolidaban la gestión improductiva de sus inconmensurables extensiones de territorio. Esta misma duplicidad se verifica en la actualidad. Los herederos de los viejos terratenientes exaltan ahora el capitalismo globalizado y digital del socio norteamericano, mientras refuerzan la primarización de sus propias economías.

Existen innumerables debates entre los historiadores sobre las condiciones económicas, los desenlaces sociales y los cursos políticos, que determinaron la trayectoria antagónica de Estados Unidos y América Latina. Algunos realzan el contexto geográfico dispar y la gran diferencia de desarrollo entre las poblaciones preexistentes, otros remarcan la enorme divergencia entre modelos de colonización capitalista y precapitalista. Mayores controversias suscita la evaluación de cuál fue el momento de consolidación de la brecha histórica entre ambas regiones.

Las tesis que fijan esa fractura desde la misma llegada de los conquistadores europeos, contrastan con los enfoques que atribuyen la gran divergencia, a la forma en que se resolvieron las grandes epopeyas en ambas zonas (Guerra de la Independencia y Guerra de Secesión). Pero no cabe que duda que la maduración de dos configuraciones contrapuestas de capitalismo agrario y parasitismo oligárquico, desembocaron en cursos antagónicos de industrialización autocéntrica y mero subdesarrollo (Cardoso, Pérez Brignoli, 1979: cap 4).

El camino norteamericano de desenvolvimiento agrario dio lugar a un intenso desarrollo fabril. En cambio, el curso biskmariano de acaparamiento territorial obstruyó en el sur, el despunte de los mercados internos requeridos para transitar ese sendero. Las haciendas, plantaciones y latifundios sólo reciclaron la dependencia y el retraso de América Latina. Con ese trasfondo de disparidad estructural, las empresas del Norte capturaron posteriormente los mercados del Sur e impusieron la dominación imperial de todo el ¨Patio Trasero¨.

Los liberales siempre atribuyeron esas bifurcaciones a la supremacía anglosajona, frente a la ineptitud latina. Nunca evaluaron las condiciones que indujeron a esa contraposición de comportamientos de las elites gobernantes.

Esa omisión impide registrar hasta qué punto el neoliberalismo contemporáneo reproduce el mismo patrón de frustraciones del pasado. El extractivismo minero, la primarización exportadora y la especialización en los eslabones básicos de la cadena industrial de valor, recrean las viejas patologías económicas. La distancia con Estados Unidos y la monumental brecha con China vuelve a reciclarse, porque el neoliberalismo contemporáneo ofrece el mismo recetario de fracasos que sus antecesores.

Contrastes historicos aleccionadores  

El desarrollo de América Latina fue obstruido por la anulación liberal de la soberanía regional. Ningún Estado de la zona maneja con plenitud o efectividad ese atributo por el sometimiento que ha impuesto la custodia estadounidense. El modelo neoliberal de las últimas décadas recortó nuevamente todos los márgenes de esa independencia.

Todos los países de la región reúnen formalmente las características de los Estados nacionales, pero en los hechos operan como formaciones sometidas a los vetos que dispone el Departamento de Estado. Washington hace valer en forma explícita o disimulada su gran supervisión, mediante controles geopolíticos y condicionamientos económicos. En los momentos críticos, la injerencia de sus embajadores es directa e incide en las decisiones cotidianas de los gobiernos.

Esa carencia de soberanía efectiva, impide a los países latinoamericanos desenvolver las políticas económicas autónomas, que se requieren para superar el subdesarrollo. Esa dependencia recicla, a su vez, la inserción periférica de la región en el capitalismo mundial.

Para los neoliberales contemporáneos la carencia de soberanía no constituye ninguna adversidad. Subrayan que esa ausencia es natural, en el contexto de la ¨interdependencia¨ imperante entre todos los países del planeta. Pero omiten registrar que esa amalgama no es equitativa. Opera con normas de jerarquía, dominación y subordinación.

Tampoco atribuyen ninguna gravitación a la carencia histórica de soberanía, que contrapuso el devenir de Estados Unidos con América Latina desde el siglo XIX. Explican esa brecha por alguna inferioridad cultural legada por la herencia aborigen, frente a la pujante modernidad anglosajona. Pero el curso real de la historia se entiende con miradas críticas de esos mitos.

La primera potencia desenvuelve un rol particularmente dominante en todo el continente, al cabo de un largo proceso histórico que situó a Estados Unidos en un lugar contrapuesto a Hispanoamérica. Esa trayectoria le permitió conquistar y consolidar desde el siglo XIX, la soberanía efectiva que sus vecinos del Nuevo Mundo no lograron conservar.

Estados Unidos obtuvo ese manejo pleno del Estado en dos secuencias diferenciadas de la revolución burguesa, que pavimentaron el excepcional desarrollo económico del país. El primer hito de la Independencia (1776) permitió crear las instituciones que favorecieron ese desenvolvimiento. Los grupos agro-mercantiles dominantes del Norte lideraron un largo proceso de disputa con las potencias coloniales de la época (Gran Bretaña, Francia y España), que aspiraban a fraccionar ese territorio para preservar su poder en el continente.

El capitalismo se expandió en el Norte sin ningún resabio ni obstrucción de las formaciones históricas precedentes. Transformó el genocidio de los indios en un proceso de expansión agrícola de pequeñas producciones altamente competitivas.

El segundo momento del despegue estadounidense fue la Guerra de Secesión, que estalló cuando el capitalismo del Norte se tornó inconciliable con el esclavismo del Sur. Los sucesivos compromisos entre ambos sistemas afrontaron un punto de quiebre, cuando la ampliación geográfica de las plantaciones chocó con el desarrollo del mercado interno. Con el triunfo del Norte se consumó la primacía definitiva de la industria, en sintonía con un nuevo ciclo de ensanchamiento de la frontera, mediante la entrega de tierras a los granjeros blancos (Bender, 2011: 171-184).

Pero el capitalismo se consolidó derrotando a las corrientes democrático-radicales del Norte y reconstituyendo el poder de los plantadores en el Sur, que recuperaron sus posiciones y reemplazaron la esclavitud por nuevas formas de opresión de los afroamericanos. Con ese pacto entre las elites de ambas zonas, la renovada exportación de algodón aportó las divisas requeridas por la industria (Post, 2011: 93-103).

De ese desenlace emergió el poderoso Estado-nación, que comandó la conquista del resto del territorio y la posterior dominación de todo el continente. Ese control comenzó con el desplazamiento del centro económico a Nueva York y con la constitución de una estructura monetaria y financiera centralizada, que sostuvo las subsiguientes fases de la industrialización.

Esta sucesión de acontecimientos y desenlaces permitió a Estados Unidos transformarse en la potencia imperial dominante del siglo XX.

América Latina siguió una trayectoria totalmente opuesta, pero no desde el debut de su Independencia. Esa emancipación fue un proceso semejante al curso seguido por Estados Unidos. Las elites criollas actuaron con la misma motivación de sus pares angloamericanos, bajo las mismas influencias de la Ilustración y con los mismos propósitos de aligerar la carga impositiva. Desenvolvieron tanteos parecidos de mera autonomía inicial y posterior búsqueda de alianzas con las potencias rivales de su dominador (Knight, 1998)

También fue semejante la ruptura final de las elites con los funcionarios del Rey y el consiguiente inicio de una revolución burguesa, signada por el cambio del grupo dominante en el manejo del Estado. Los criollos asumieron ese control, pero al cabo de una guerra de Independencia mucho más radicalizada que la prevaleciente en Norteamérica. Las contiendas bélicas fueron más intensas y devastadoras, con mayor movilización popular y participación de negros e indios, que frecuentemente impusieron el inmediato fin de la esclavitud.

Ese carácter jacobino de las revoluciones hispanoamericanas se zanjó -al igual que en anglo américa- con un resultado regresivo para los sectores populares. En los dos casos se verificaron los efectos de la contrarrevolución social, que sucedió a la victoriosa revolución política.

En estas secuencias despuntaron asimetrías entre los dos polos del Nuevo Mundo, pero el resultado final fue semejante. En ambos lugares se logró la Independencia y la posterior consolidación de clases dominantes locales. La gran diferencia radicó en la naturaleza social contrapuesta de esos sectores.

En América Latina no se consumó ninguna Guerra de Secesión, como la verificada entre en Norte y el Sur estadounidense. En lugar del capitalismo industrializado que sucedió a esa conflagración se consolidó de entrada una formación económico-social de subdesarrollo agrario. El predominio de los latifundios, las haciendas y las plantaciones fue el dato dominante de ese período.

En América Latina la revolución burguesa quedó a mitad de camino, al cumplir tan sólo la meta política de la independencia. No abrió rumbos para el desenvolvimiento capitalista acelerado que prevaleció en Estados Unidos. En la región se conformó una multitud de Estados oligárquicos, que obstruyeron la gestación del ruralismo competitivo y bloquearon el despegue de una industrialización intensiva (Kossok 1990: 3-7).

Esa estructura social contrapuesta de ambas regiones se consolidó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la ausencia de una agricultura capitalista en Latinoamérica sofocó definitivamente el despunte industrial. Esa obstrucción afianzó la especialización regional en insumos agro-mineros básicos de exportación. Los terratenientes que lucraban con ese tipo de explotación afianzaron la inserción internacional subordinada de la región. Consolidaron Estados oligárquicos que sellaron el status dependiente de América Latina.

El capitalismo que emergió de esa configuración quedó aprisionado en el subdesarrollo por el acaparamiento inicial de la propiedad territorial. Nunca emergió el protagonismo de los granjeros que en Estados Unidos se entrelazaron con la industria. En América Latina ambos procesos quedaron obstruidos por las oligarquías liberales, que abrieron las aduanas a la importación manufacturera, como contrapartida de sus ventas de materias primas a las metrópolis.

El crecimiento intensivo y auto centrado que caracterizó a la economía estadounidense contrastó con el estancamiento, que predominó en las haciendas en México, Colombia o Guatemala, en las plantaciones de Brasil y en los latifundios del Rio de la Plata.

Ese curso no sólo obstruyó un desarrollo capitalista desde abajo, sino que impidió también un desenvolvimiento alternativo desde arriba. Por eso quedaron bloqueados los modelos bismarkianos, que en otros lugares (Alemania, Japón) despuntaron por medio de la capitalización de la vieja nobleza.

En América Latina prevaleció una variedad dependiente de ese prusianismo, que combinó el predominio de los grandes propietarios de la tierra, con su asociación subordinada al capital extranjero. La oligarquía no transformó su enriquecimiento en procesos internos de acumulación. Recicló transferencias de valor al exterior, que perpetuaron el atraso económico- social de toda la región (Cueva,1986: 79-101).

La balcanización reciclada  

balanceLa mirada liberal enaltece a Estados Unidos y denigra a Latinoamérica, contraponiendo la cohesión que caracteriza a la primera potencia con las fracturas, inconsistencias y fragilidades que prevalece al sur del Río Grande. Pero no aporta ninguna interpretación sobre ese contrapunto. Sólo da rienda suelta a su repetido contraste entre la inferioridad congénita de la región y la asombrosa magnificencia anglosajona.

En ningún momento analiza cómo esa asimetría estuvo determinada por la envergadura de los estados nacionales de ambas regiones. En el Norte primó una estructura continental unificada y en América Latina un disperso cúmulo de fracturas balcanizadas.

Esa diferencia resultó decisiva durante la gestación del capitalismo, que despuntó en torno a mercados internos cohesionados por las reglas de cada Estado nacional. En el intrincado proceso de absorción de etnias y lenguas -que entre 1830 y 1880 devino en Occidente en la conformación de esos Estados- hubo una selección final, que reordenó las incontables posibilidades previas. En ese filtro, el tamaño se transformó en un ingrediente decisivo de la gravitación alcanzada por los emergentes estados nacionales.

Esa envergadura territorial facilitó la ubicación de ciertos países en la cúspide de la jerarquía mundial, frente a los competidores de menor dimensión geográfica. Cuando el poderío económico y militar coincidió con el primer atributo, esa primacía quedó asegurada. Estados Unidos contó con un soporte territorial que América Latina nunca logró plasmar.

Luego de la Guerra de Secesión se forjó en un polo del continente, el Estado-nación centralizado que reemplazó al modelo confederado. En Washington se consolidó un poder efectivo que dejó atrás el esquema asociativo, mediante partidos que ocuparon el lugar de las alianzas interregionales. De la conscripción masiva emergió a su vez una ciudadanía uniforme, con identidades nacionales definidas por la pertenencia a un país unificado.

El viejo equilibrio federal quedó disuelto y la política exterior se transformó en una nítida atribución del Poder Ejecutivo. A medida que el telégrafo y el correo enlazaron a un territorio ampliado por sucesivas oleadas de inmigrantes, el imaginario continental empalmó con un estado moderno, regido por el sistema presidencial.

América Latina quedó signada por una trayectoria radicalmente opuesta. Contaba con ventajas iniciales, en la gestación pionera de la nacionalidad por elites ilustradas que compartían una lengua común. Esa cohesión idiomática introdujo un elemento de enorme homogeneidad en un inmenso territorio (Anderson, 1993: cap 7). Pero la Independencia fue sucedida por una fragmentación de Repúblicas, cuyo trazado quedó condicionado por el molde previo de las unidades administrativas del imperio español.

Esos segmentos funcionaban de manera vertical bajo el mando de la Corona, que bloqueaba las relaciones horizontales y la integración zonal, mediante prohibiciones al comercio intercolonial. Esa obstrucción de los virreyes al ascenso de los criollos fomentó un desarrollo protonacional separado, que no fue revertido por la Independencia.

En el largo período de las guerras civiles se definieron las fronteras y los estados que alumbrarían a las distintas naciones de América Latina. En esa etapa se delimitó el contorno de esa formación, sin dilucidar la eventual convergencia en una estructura continental unificada. Los fuertes choques entre unitarios, federales y confederales, entre defensores del proteccionismo y el libre comercio zanjaron el triunfo de los distintos grupos dominantes, que finalmente moldearon la conformación de cada estado al servicio de sus intereses.

Esa definición siguió en todos los casos el mismo patrón de balcanización, que alimentó la gran variedad de organismos nacionales finalmente gestados. Esa diversidad de estados oligárquicos consumó, a su vez, una alianza con la potencia imperial dominante (Inglaterra), que convalidó la fractura de América Latina en una veintena de estados de insignificante peso internacional. Las destructivas guerras posteriores (Paraguay, Pacifico, Chaco) consolidaron esa fragmentación en islotes mono productores de insumos, apropiados por los terratenientes y sus socios extranjeros.

Ese desemboque de la historia latinoamericana en pequeñas, dispersas e impotentes unidades afianzó definitivamente la brecha con el poderoso estado continental, que se forjó en el Norte. Ambos procesos fueron resultantes de grandes desenlaces político-militares. Estados Unidos emergió como una potencia ascendente de la Guerra de Secesión y América Latina se deslizó hacia la marginalidad periférica, luego de la derrota del proyecto de unificación continental de Bolívar.

Esa iniciativa tenía un basamento convergente con San Martin y se configuró en el curso de la propia batalla por la Independencia. Esa lucha exigió extender geográficamente la guerra e incorporar masivamente a los plebeyos para vencer al enemigo realista. En esa confrontación irrumpieron las fuertes las tendencias al separatismo regional, que asumieron distintas modalidades del liberalismo federalista (Kohan 2013: 69-113).

Bolívar propició un esquema centralista, para combinar en una sola articulación la confederación de estados nacionales emergentes. Pero no pudo neutralizar la reacción de las oligarquías locales, reacias a compartir los lucros de cada localidad. Esos grupos dominantes quedaron además espantados por la movilización militar de los esclavos y los indios (Soler 1980: cap 2).

La derrota del proyecto de unidad continental acentuó la balcanización de América Latina y facilitó nuevas guerras, que potenciaron las sub fracturas ulteriores de las Provincias del Sur, la Gran Colombia, la Confederación Peruano-boliviana y las cinco Repúblicas Centroamericanas (Guerra, 2006: 82-95). Esta fragmentación contrastó con la sólida unificación continental de Estados Unidos, que comenzó a concretar su dominación del ¨Patio Trasero¨, a partir de esa descomunal diferencia de poderío.

Ciertamente la mera unidad latinoamericana no garantizaba de por sí, un curso de sostenido desarrollo, equiparable al logrado por la potencia del Norte. Basta notar que Brasil mantuvo y acrecentó su dimensión continental y al mismo tiempo compartió el destino de atraso que imperó en Hispanoamérica. Un territorio inmenso, gestionado con la estructura importada por un emperador lusitano que consolidó la esclavitud, cargaba con las mismas adversidades que sus vecinos.

Pero el ideario bolivariano no se limitaba al enlace unitario y sentaba los cimientos para una trayectoria alternativa a la dependencia. La balcanización ha legado, en cambio, la tradición de impotencia política y servilismo al imperio que corporiza el neoliberalismo. Los sucesores de esa corriente recrean la larga historia de subdesarrollo y privaciones populares que ha caracterizado a la región. En nuestro próximo artículo analizaremos la alternativa socialista a esa desventura.

Santiago Leguizamón: agitación y legado

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🇵🇾Elecciones y Estado de derecho en Paraguay⚖️

ALAI Agencia Latinoamericana de Información

Ricardo Canese: «En Paraguay no hay Estado de derecho»

Download Big Red Letter U Clipart Decorative Letters Clip Art - Letter ...tan solo unos días de las elecciones generales de Paraguay, el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) dialogó con Ricardo Canese, parlamentario del Mercosur y candidato a Senador por el Frente Guasú.

Ricardo Canese es actualmente Parlamentario del Mercosur y candidato a Senador por el Frente Guasú en las elecciones de Paraguay. Prolífico escritor, ha realizado diversas investigaciones sobre energía y sociedad.

Con motivo de las elecciones generales de Paraguay que se celebrarán el 30 de abril, en esta entrevista colaborativa Canese repasa varios de los puntos nodales y estratégicos que enfrenta tanto la fuerza de la que forma parte, así como el país y la región. 

La entrevista fue organizada por el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA), una articulación de medios, redes informativas y movimientos sociales de la región comprometidos con la democratización de la comunicación y el avance de la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe. 

Ruben Ayala Vera: En sus diversos trabajos se encuentra muy presente la noción de soberanía hidroeléctrica o energética, fundamentalmente en referencia a las relaciones que Paraguay tiene con Brasil en relación a Itaipú. ¿A qué llamas soberanía energética? ¿Cuál es la situación actual y por qué es tan importante para Paraguay las negociaciones que se pueden dar en 2023? ¿Y de qué manera se vinculan estas cuestiones con los resultados de las elecciones del 30 de abril?

Ricardo Canese: Hemos hablado de soberanía energética desde que se firmó el Acuerdo de Itaipú en 1973. Pero particularmente durante la campaña que llevó a Fernando Lugo a la presidencia de la república insistimos en la imperiosa necesidad de que el Paraguay recupere su soberanía hidroeléctrica. Justamente, el acuerdo Lugo-Lula es un reconocimiento de parte de Brasil, en ese momento presidido por Lula, de que efectivamente Paraguay es un país soberano.

Claro, nosotros sabemos que somos un país soberano; pero sobre estos tratados, el de Itaipú y en menor medida el de Yacyretá, las prácticas que han tenido los gobiernos conservadores del Partido Colorado han negado esa soberanía de nuestro país. En un tema muy importante porque la energía eléctrica es nuestro principal rubro de exportación junto con la soja.

Entonces, el acuerdo Lugo-Lula, como documento oficial de los dos países, reconoce que nuestro país puede exportar al mercado brasilero en forma libre la energía que no consumimos en forma inmediata y, desde 2023, a terceros países. Se indicó este año porque era momento de la revisión del Anexo 6 y porque las deudas de Itaipú iban a estar completamente pagadas -lo cual era una de las condiciones que los gobiernos conservadores de Brasil pusieron al libre ejercicio de nuestra soberanía-.

Soberanía es poder disponer de lo que es propio. La energía de Itaipú y de Yacyretá pertenecne al Paraguay, porque así lo dicen ambos tratados. Sin embargo, los gobiernos conservadores han interpretado que el Paraguay sí o sí tiene que enviarle energía al Brasil bajo las condiciones del tratado, sin discusión, y fuera de los criterios de mercado. O sea, todo lo que nosotros compramos, lo compramos a precios de mercado, pero no estamos remitiendo con esos costos nuestra energía hidroeléctrica excedente. Ese es un punto que indudablemente resulta crucial este 2023, con Lula en Brasil. Y más aún si lográramos contar con un presidente paraguayo mínimamente democrático, que quiera tanto la soberanía como la integración. Al documento Lugo-Lula del 2009 hay que leerlo atentamente; no solamente trata sobre la defensa de la soberanía sino también de la integración, porque con la integración ganamos todos.

Ahora bien, con la privatización de los sistemas eléctricos de Brasil y Argentina ganan las grandes empresas. Entonces muchas veces se queman hidrocarburos al mismo tiempo que se tira energía hidroeléctrica. Por Itaipú se ha vertido energía por un valor de 500 millones de $ anuales, en los últimos 20 años, porque eso beneficiaba los intereses privados de Brasil y Argentina, que son los que manejan el sistema eléctrico de nuestra región.

Entonces creemos que con el presidente Lula en Brasil va a ser muy sencillo. Y con un gobernante democrático y que responda a los intereses de la ciudadanía en Paraguay podríamos pedir la aplicación del Acuerdo Lugo-Lula. No tiene que ser ningún experto, ningún técnico. Basta solamente con aplicar lo que ya fue pactado en 2009, para que el Paraguay pueda sumarse a este proceso de integración, al mismo tiempo que ejerce la soberanía sobre su principal recurso. Nosotros pedimos que nos paguen exactamente lo que están pagando en Brasil y Argentina.

Jimena Montoya: En relación a un panorama más general, y dado el escenario político electoral: ¿En qué viene trabajando el Frente Guasú y qué cuestiones urgentes piensan que debería atender un gobierno popular?

Ricardo Canese: El tema de la soberanía es uno de los temas que está en nuestra agenda, porque es una palanca de desarrollo importante. En términos políticos planteamos la necesidad de llegar a una verdadera democracia, un estado de derecho. Digámoslo claramente: hoy Paraguay no tiene democracia. Hay libertades públicas, eso es cierto, pero no tenemos propiamente un estado de derecho. Existe una autocracia, que gobierna en una forma más benigna que una dictadura, pero que en realidad es una plutocracia. Una mafiocracia podríamos decir. Fíjate que el Partido Colorado ha estado gobernando durante más de 75 años, más de tres cuartos de siglo. Con todos los defectos que tenía el PRI de México y ninguna de sus virtudes. Porque el PRI tenía algunas virtudes que no tiene nuestro ultraconservador y anticomunista Partido Colorado, el cual auspició una de las dictaduras más sangrientas y retrógradas de Latinoamérica, como fue la de Alfredo Stroessner. Partido que hoy está en manos de una banda de narcotraficantes y lavadores de dinero del crimen organizado. Hay dirigentes del propio Partido Colorado que denuncian esto: quien gobierna Paraguay es el crimen organizado. Esa es nuestra triste situación.

En este sentido, el objetivo del Frente Guasú es que se instaure un estado de derecho. No como ahora que la Fiscalía, el Poder Judicial, el Legislativo y por supuesto gran parte de los medios de comunicación están en manos de las mafias. Además, queremos que ese estado de derecho conforme una democracia representativa y participativa, como dice nuestra Constitución. Donde la ciudadanía tenga un rol trascendente en la decisión de los temas de nuestro país. Donde alcancemos el respeto por los derechos humanos, que siguen siendo vulnerados gravemente, con mayor énfasis entre campesinos, indígenas y sin techo. Hay violaciones extremadamente graves que ya hemos constatado desde el observatorio de derechos humanos del Parlasur. Incluso los parlamentarios de las naciones vecinas han podido constatar esto.

En cuanto a lo social, es fundamental que las comunidades indígenas tengan su tierra asegurada. Que se recuperen las tierras mal habidas, las tierras robadas al estado, implementando una reforma agraria, para que la tierra sea de quienes la trabajan y no que sea de los ladrones de la tierra, de los latifundistas con sus políticas extractivas. Una reforma agraria que nos permita producir alimentos para el ser humano.

Tenemos que avanzar en derechos sociales, empleos dignos, respeto a los sindicatos, a los contratos colectivos de trabajo. Cartes, por ejemplo, no permite la acción sindical. De hecho, al momento de erigir un sindicato, los trabajadores son despedidos inmediatamente antes incluso de que se puedan constituir legalmente, porque el Ministerio de Trabajo es el brazo largo de la patronal, no el de los trabajadores. Es decir, debemos avanzar en el derecho a cubrir necesidades básicas: la vivienda, la seguridad social, tremendamente precaria, etc.

En el campo económico tenemos que avanzar en un proceso de industrialización y generación de empleo digno. Paraguay tiene las condiciones de avanzar porque estamos en el Mercosur, un proceso de integración muy interesante.

Gerardo Gamarra: Haciendo énfasis en la matriz social del proyecto que el Frente Guasú está planteando: ¿Cuáles evalúan que son los sectores más dinámicos de la sociedad hoy en día? Y, por otra parte, en relación al mundo del trabajo, ¿cuáles son las propuestas más urgentes en términos programáticos?Ricardo Canesa

Ricardo Canese: El movimiento social más fuerte es el sector campesino-indígena. Tenemos un escaso desarrollo del sector de trabajadores en relación de dependencia, debido a la escasa industrialización. Además, existe una alta tasa de informalidad en todos los sectores, sin contar todas las trabas a las organizaciones de los trabajadores. Eso hace que los movimientos sociales más dinámicos estén en la órbita de los sectores campesinos. También porque la población campesina representa un tercio del total del país. Los trabajadores formales todavía son un porcentaje relativamente pequeño, y la mayoría de los sectores urbanos están en la informalidad.

Esto no quiere decir que no haya que actuar. Por el contrario, la agenda inmediata reclama garantías y libertades para que los trabajadores puedan organizarse, en contraposición a como viene ocurriendo hasta ahora. De alguna manera el Paraguay ha tenido un subdesarrollo de las fuerzas productivas. Eso explica en parte la debilidad del movimiento obrero.

En ese sentido, desde el Frente Guasú propugnamos por un lado la industrialización y el desarrollo de empleo formal, al mismo tiempo que buscamos medidas de respeto a los derechos laborales. Debemos tomar medidas en todos los ámbitos, desde la reforma agraria hasta los derechos para las comunidades indígenas, que representan el 3% de la población. Ese conjunto de sectores sociales es muy significativo si le sumamos el sector informal. Es enorme la cantidad de gente que busca el sustento en la venta callejera, como cuentapropistas con pequeños puestos en la calle o almacenes. Y es un sector muy castigado con el avance de las grandes cadenas de mercados que restringen los espacios de desarrollo de pequeños emprendimientos.

Tenemos que dar soluciones integrales a todas estas problemáticas. Para poder agregar valor en la generación de empleos dignos, al mismo tiempo que el movimiento de trabajadores se pueda articular para actuar como un mecanismo que exija mejores condiciones de vida para toda la sociedad.

Vanesa Rodriguez Silvestre: Sabemos que en su papel como parlamentario del Mercosur organizó una audiencia pública sobre los desalojos forzosos a comunidades campesinas e indígenas en Paraguay. ¿De qué manera considera que los espacios políticos e institucionales pueden contribuir en la implementación de los derechos campesinos e indígenas?

La problemática de los desalojos es particularmente grave y afecta a las comunidades campesinas, indígenas y sin techo. Es decir, afecta tanto a las poblaciones rurales como urbanas. Lo que ha agravado esta situación es la ley Zavala-Riera que criminaliza a las personas sin tierra o sin techo. Imaginen el grado de negación de derechos que ha adoptado el congreso paraguayo, dominado en gran medida por latifundistas. Personas que se han apropiado de tierras públicas como el propio Zavala, que está denunciado por apropiarse de tierras del Estado -y así como él muchos otros-. El informe de Verdad y Justicia establece que desde la dictadura hubo apropiaciones por 8 millones de hectáreas en manos de los grandes latifundistas. A ellos no se los persigue; de hecho se les protege. Pero a las comunidades indígenas se les desaloja, incluso aunque estén bajo el amparo constitucional que versa sobre la inembargabilidad de las tierras ancestrales. En la Constitución y los estatutos las comunidades están protegidas, pero en la realidad son perseguidas y criminalizadas. Específicamente la ley ordena un allanamiento, pero siempre termina en desalojos que dejan a las comunidades en la intemperie. Incluso hay registros de muertes infantiles en estos procesos violentos.

Las fiscalías no son más que estudios jurídicos para proteger a los latifundistas, sin respetar los derechos ancestrales e imprescriptibles que las comunidades tienen sobre sus tierras. Actúan como instrumento de represión y obvian el derecho a la tierra de forma totalmente impune.

Paula Giménez: Dada la hegemonía histórica que a sangre y fuego ha conquistado el Partido Colorado, y del grado de enquistamiento en los poderes institucionales y fácticos, ¿qué proyecciones hacen desde el Frente Guasú respecto de la gobernabilidad en el caso que Efraín Alegre triunfe en las elecciones?

Ricardo Canese: Indudablemente no va a ser fácil, inclusive para un eventual gobierno de Efraín Alegre, que sería de centro y no propiamente progresista, pero que como Frente apoyamos, porque creemos que hay que ir un poco a la izquierda porque ahora nos encontramos en la extrema derecha. No va a ser fácil.

Pero también creo que en la sociedad hay un hartazgo de estas políticas excluyentes de una oligarquía mafiosa que se ha apropiado de un partido tradicional. El Partido Colorado es conservador desde sus orígenes, pero tiene sectores progresistas y exponentes democráticos que son los que están apoyando a la Concertación liderada por Efraín Alegre.

dominacioneeuuEn su momento el gobierno de Fernando Lugo enfrentó 24 intentos de golpe, antes del golpe parlamentario que efectivamente lo derrocó. Nos pasamos el período evitando golpes de Estado. Ninguno de esos intentos vinieron por parte de las fuerzas militares; todos esos intentos fueron maniobras de la oligarquía local y los medios de comunicación. Por supuesto, el golpe final vino de mano de los EE.UU., y su ejecutor principal fue Horacio Cartes, que hasta hoy representa el poder fáctico, real.

Lo paradójico es que ahora fueron los propios EE.UU. los que acusaron a Cartes por corrupción. Pero es algo que sabemos hace 40 años aquí en Paraguay; no nos cuenta nada nuevo la embajada norteamericana. Cartes fue el corrupto utilizado para dar el golpe, pero ahora ya se volvió un corrupto impresentable, que es un poco lo que ocurrió con Bolsonaro en Brasil.

Efraín Alegre no es un peligro para el capitalismo y el empresariado; viene de una tradición liberal, con la premisa de consolidar el Estado de derecho. Un gobierno de Alegre puede contar con el apoyo de EE.UU., de sectores del capital, y con el apoyo de sectores populares que buscan una profundización de las garantías democráticas. Entonces en principio podría tener más estabilidad que Lugo, porque si bien tuvimos el apoyo del Partido Liberal Radical Autentico, aquel sí era un gobierno de centro-izquierda progresista, que sufrió conspiraciones desde el primer día. Era un gobierno más progresista que lo que el desarrollo de las fuerzas productivas podría permitir en ese momento. Tuvimos un gran líder como Fernando Lugo, pero no tenemos la fuerza que tiene la izquierda de Brasil. Incluso ahora Lula no puede gobernar solo y buscó el apoyo de otros sectores. Nuestro caso es más agudo en ese sentido.

El país necesita un gobierno estable, y si triunfamos el 30 de abril podremos tener un gobierno que inicie un proceso de democratización para luego avanzar en reformas sociales fundamentales.

Rubén Ayala Vera: En Paraguay se decidió que ya no serán electos los parlamentarios del Parlasur, sino que van a ser seleccionados en forma automática desde el mismo parlamento. Con respecto al Mercosur, ¿cuál es la situación? ¿Cuáles son sus debilidades y qué futuro tiene tanto a nivel interno como internacional? Por otro lado, ¿qué futuro le ves a la participación de sectores sociales en el Mercosur?

Ricardo Canese: Hay que decir que el Mercosur no fue eliminado, pero fue puesto en un lugar no prioritario. Mientras con los gobiernos progresistas, la integración estaba en la agenda como un punto prioritario, con los gobiernos conservadores que vinieron después -Bolsonaro, Macri, Lacalle Pou, Cartes, Abdo Benítez- se redujo la participación en el Mercosur, así como en todos los organismos de integración. Esa fue la línea de los gobiernos conservadores. Ahora tenemos condiciones para que se de un proceso inverso. Si bien el triunfo de Lula es importante, si triunfamos el 30 de abril vamos a sumarnos también nosotros a los gobiernos democráticos que creen en la integración. Creo que con el gobierno de la Concertación vamos a apostar a eso. Nosotros como Frente Guasú vamos a estar insistiendo en ese punto, y por lo que conozco a Efraín Alegre, considero que él también hará la misma apuesta.

La integración no tiene que ser exclusiva de la izquierda y los movimientos sociales. Y lo digo en forma de autocrítica, para los objetivos que tenemos que trazarnos. Tenemos que pensar una integración que incluya a todos: convencer al empresariado de la región de que la integración nos conviene a todos. Desde un empresario hasta un indígena, un trabajador y un campesino. Creo que tenemos que ganar a la derecha democrática en ese proceso de integración, porque el mundo se está desarrollando en un sentido muy claro. Las regiones que están integradas tienen un rol más protagónico.

Suelo poner el caso de EE.UU. No son 51 estados, cada uno con su cabeza, porque están integrados. De igual manera China reúne muchas naciones; su fuerza radica en ser una nación integrada. Por eso es tan importante la cuestión sobre Taiwán, que es una provincia rebelde. Para China la unidad es una cuestión de Estado. Para nosotros en América Latina debería ser así, deberíamos avanzar en la integración y tendría que ser algo que no se discuta: ni en la derecha, ni en la izquierda.

Muchas veces se confunde como “agenda de la izquierda” y debería ser la agenda de América Latina. El empresariado y los sectores democráticos tienen que comprender que separados vamos a ser el patio trasero del patio trasero. Para tener trascendencia tenemos que estar integrados, y ahí vamos a poder hablar con EE.UU., con Europa, con China, con los grandes bloques. Creo que esa discusión tenemos que llevarla a los movimientos sociales -a los cuales hay que volver a darles protagonismo-. La tarea pendiente de los movimientos es la de generar un enfoque de una integración integral.

El capital nacional se va a desarrollar mucho mejor en una América Latina integrada de 600 millones, en lugar de en un país de 6 millones. Un ejemplo muy contundente es que en 1950 América Latina tenía más patentes que China, y que solo representaban el 3% del total. Hoy China supera a EE.UU. Esto se debe a que es una nación integrada, y a que las principales universidades del mundo están en China. Eso es el siglo XXI. Nosotros tenemos que ingresar al siglo XXI.

Muchas veces en el Parlasur propuse que las universidades públicas del Mercosur se unieran -la UNAM en México, la UBA en Buenos Aires, la USP en Brasil-. ¿Por qué no se hacen investigaciones conjuntas? Una integración real, entrando en la ciencia y la técnica. Pero estamos balcanizados en el peor sentido de la palabra. Incluso teniendo chances para ser una potencia mundial hemos retrocedido. China superó todas las expectativas y nosotros nos hemos atrasado. Tenemos que integrar a todas las fuerzas, no solamente sociales, sino también productivas de América Latina. Debemos tener una perspectiva de integración de todo el continente y no ideologizar algo que tiene que ser de todos.

Jimena Montoya: Cuando revisamos el panorama político de Paraguay vemos los flagelos que resultan comunes en la región, en relación a cómo son atacados los proyectos populares o progresistas cuando logran llegar al gobierno. ¿Qué se puede hacer desde los mecanismos de integración existentes -o de aquellos por inventar- para abordar estas dimensiones?

Ricardo Canese: Nosotros tenemos instrumentos que hemos constituido en la primera ola progresista como lo son UNASUR y CELAC. Claro que está el Mercosur y recuerdo que esto lo hablamos con compañeros de Brasil y Argentina. Y es que el Mercosur es el proceso de integración más avanzado. Está la posibilidad de que ingrese Bolivia, de que vuelva Venezuela. A su vez, el Mercosur tiene que evolucionar hacia UNASUR. Tenemos que llegar a una integración de América del Sur, y después tenemos que avanzar hacia otra integración en el marco de la CELAC, que integra 33 países de América Latina y el Caribe. Todos tenemos que estar ahí.

La integración es múltiple, no solamente económica y social, sino también política. Tenemos el Parlasur, el Parlandino, y podemos tener un Parlamento de América del Sur. Los parlamentos dan la dimensión política a la integración; tiene que ser un proyecto de toda la sociedad y del continente. Claro que hay sectores que quieren nuestra destrucción. Tenemos que aislar esos sectores que abiertamente juegan a favor de EE.UU.

Hace unos días vino Pepe Mujica. Él decía que la izquierda tiene que ser lo más amplia posible. Nosotros tenemos que tener la capacidad de integrar a todos los sectores. Creo que tenemos una gran oportunidad en esta nueva ola progresista, que indudablemente es más moderada; pero tenemos la posibilidad de aprender de nuestros errores del pasado. Quizás se ha perdido radicalidad, pero se puede ganar en amplitud. Y esa ganancia puede ser hasta más revolucionaria. Si sabemos integrar a todas nuestras sociedades, el proceso de América Latina va a ser imparable. A pesar de las diferencias históricas con el sector empresarial tenemos que sentarnos en la misma mesa.

Lula en ese sentido es un ejemplo. Él proviene del sector trabajador, sindical, y su vicepresidente viene del sector empresarial. En la medida en que tengamos ese frente a favor de la integración con todas las fuerzas políticas, sociales y económicas de nuestro país, la integración va a ser más sólida. Creo que están dadas las condiciones y que es el gran desafío que tenemos hoy que, por primera vez, en casi en todo el continente hay gobiernos progresistas.

Gerardo Gamarra: Con ese énfasis y en la perspectiva de los mecanismos de integración, ¿qué potencialidades y problemáticas ves en proyectos como el corredor bioceánico?

alaiRicardo Canese: Hay varios proyectos de corredores bioceánicos en América del Sur. Hemos analizado esto en el Parlasur y mientras estuvo UNASUR se llevó un seguimiento muy importante de todos esos proyectos. Estos corredores bioceánicos son transversales. Por ejemplo, en la hidrovía Paraná-Paraguay -que es de norte a sur- hay proyectos para conectarla con el Amazonas; eso sería una integración fluvial factible. Limitándonos a los proyectos entre el Océano Atlántico y Pacifico, hay proyectos carreteros y ferroviarios. En principio yo soy más partidario de los corredores ferroviarios. Son mucho más eficientes y mucho más baratos, aunque requieren una inversión un poco mayor. Pero su efecto multiplicador es muy superior.

Hay corredores ferroviarios que funcionan mal. Hay un corredor que viene desde Paraguay hasta Brasil y sigue por Resistencia en Argentina hasta Antofagasta en Chile. Hay otro un poco más al norte que sale de Santos (Brasil), va por Bolivia y sale hacia Perú. Pero más allá de discutir cuál es más interesante, creo que es importante desarrollarlos todos. Porque la capacidad de transporte de estas conexiones también es geográfica. Un corredor muy al norte no beneficia a quienes están al sur y viceversa. Entonces hay que pensar en varios corredores ferroviarios que estén conectados con el transporte fluvial. Ese sí va a ser un sistema de transporte muy eficiente. Tanto en bajo consumo de energía como por los bajos costos.

Ahora en Paraguay se ha hecho la vía interoceánica que, sobre todo, beneficia al Estado de Mato Grosso do Sul en Brasil. Aquella está pensada para que la extracción de soja que se produce en ese estado llegue en forma más eficiente a Chile. En el fondo es eso, y enfrenta críticas socioambientales bastante severas porque atraviesa áreas indígenas. Los gobiernos conservadores no cuidan estos aspectos, por lo que entonces ha generado muchas críticas. Además un proyecto carretero tiene un impacto mucho más limitado. Resuelve un problema inmediato, baja los costos, pero no implica un cambio de sistema. Nosotros lo que tenemos que pensar en América del Sur, si hablamos en materia de infraestructura, es en un sistema mucho más eficiente de interconexión interna donde el transporte fluvial y ferroviarios sean fundamentales. No solo hablando de cargas, sino también de pasajeros.

Fíjense que en China y Europa el transporte ferroviario tiene un gran auge. Aquí en América Latina casi no lo tenemos, aún cuando tenemos todas las condiciones. Hay ferrovías entre Asunción y Buenos Aires, y perfectamente puede haberlas entre Asunción y San Pablo. En Brasil, entre Río de Janeiro y San Pablo hace tiempo hay un proyecto de interconexión ferroviaria, pero hay intereses creados y se mantiene el transporte carretero o aéreo, que consumen más energía y que no son los más convenientes para la población.

Todo este tema hay que pensarlo muy bien. Para nuestro desarrollo y el de las fuerzas productivas, salir al Océano Pacifico y Atlántico en forma económica es fundamental. En esta nueva Ruta de la Seda, América Latina se podría integrar, pero tenemos que pensar en sistemas de transporte de gran envergadura.

Paula Giménez: Quería recuperar la cuestión de la participación social y preguntarte: ¿cómo pensás que se construyen estos mecanismos desde las fuerzas populares? ¿Qué rol ejercen, qué importancia tienen y cómo se puede construir una agenda para que desde las fuerzas populares se aporte a una integración regional posible?

Ricardo Canese: Tenemos que poder abarcar a toda la sociedad y tener un parlamento que represente a la ciudadanía. El Parlasur intenta ser eso. Nosotros somos representantes de la ciudadanía ante el Mercosur. Pero, ¿qué capacidad de decisión tenemos hasta ahora? Cero. Podemos dar recomendaciones, hacer declaraciones, pero el problema son las competencias. El Parlasur tiene cero competencias, y entonces la ciudadanía lo ve solo como una caja de resonancia.

Quiero insistir en que un elemento fundamental de participación de las organizaciones ciudadanas, sociales, populares, es un Parlamento representativo, que tenga capacidad para decidir algo y que interpele. Porque ahí es donde la ciudadanía se expresa. Nuestra Constitución dice que tenemos una democracia representativa y participativa. Pero para que la participación pueda fluir es importante que haya una buena representación y que ese representante pueda decidir.

Algo preocupante es que el Protocolo del Parlasur, que viene desde el 2007, contempla que el Parlasur pueda tomar decisiones. Pero nunca nos remitieron ningún proyecto. Entonces también tenemos que decirle a los gobiernos progresistas que han minimizado el rol del Parlasur. Por eso la participación popular no puede tomar decisiones. Para que esto tenga real inserción y pueda echar raíces tenemos que darle poder al congreso para que las organizaciones sociales puedan tomar decisiones. Tenemos que poder llamar a plebiscito; sino va a ser un “muro de los lamentos”, más que una caja de resonancia.

Tenemos que buscar la participación protagónica de la ciudadanía, que contenga a los empresarios, a los sectores medios y a los trabajadores del campo y la ciudad. Hoy la ciudadanía no decide nada y eso tiene que cambiar. Hay incluso cancillerías que se oponen a que el Parlasur tome decisiones, como Itamaraty por ejemplo. No quieren dejar que un parlamento decida sobre cuestiones que van a afectar de alguna manera a los países. De esos temores tenemos que levantarnos porque colocar todo en manos del presidente de la República no es participativo.

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📖🏠Después de tres años de negociación, la Ley de Vivienda ha sido aprobada en las Cortes. 🔴 CARNE CRUDA! No quiero morir trabajando: profesiones de riesgo

🇵🇾El verdugo en el estrado y la víctima en el banquillo⛓

Paraguay: Operativo Cóndor:

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Luis Agüero Wagner
18 de marzo de 2023
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Pin on Fonts/Monogramsartín Almada es uno de esos incansables combatientes por la justicia que Bertold Brecht llamaba imprescindibles; aquellos que luchan toda la vida.  Enérgico, animoso, atrevido, resuelto y emprendedor, es uno de los responsables de haber globalizado la justicia para quienes sólo supieron globalizar el terror.

Cuando el dictador Augusto Pinochet fue detenido en Londres,  Baltasar Garzón tenía en sus manos documentos rescatados por Martín Almada de los Archivos del Terror.  La participación norteamericana en la siniestra conjura contra la democracia y la vida de la tenebrosa logia de dictadores sudamericanos fue documentada y convertida en parte de una historia irrebatible gracias a él, quien también fue víctima de aquella infame internacional de la muerte que costó la vida a unos 100.000 dirigentes sindicales, políticos, universitarios e intelectuales latinoamericanos.

Tuve el honor de conocer a este paladín de la justicia cuando junto al doctor Joel Filártiga, tomó en sus manos el caso de la contaminación perpetrada con basura tóxica en una ignota localidad suburbana de las campiñas paraguayas por la poderosa transnacional Monsanto, un engendro capitalista con botas de siete suelas.  Quienes nos unimos asqueados por el abuso de esa empresa a una comisión coordinada por Almada en busca de justicia para los indefensos pobladores de aquel olvidado paraje, Rincón-í (en lengua guaraní “pequeño rincón”), vimos asombrados cómo merced a la intervención de este  insigne luchador por los derechos humanos se materializaba lo que parecía imposible. La todopoderosa multinacional se vio pronto obligada a responder en un juicio ético que acaparó la atención de los medios paraguayos en tanto se levantaba una nueva escuela en un lugar más seguro.  Personeros de la empresa se vieron obligados, ante el asedio legal de Almada, a huir del país. Creían  que así escapaban al justiciero globalizado,  pero la causa ya había llegado a tribunales norteamericanos y atraía la atención de la prensa internacional.

Resulta ocioso citar estas pequeñas anécdotas al hablar de un hombre que ha recibido galardones como el Premio Nóbel alternativo, el premio Tomás Moro a los Derechos Humanos o la “Orden de Mayo al mérito en el grado de Comendador” de manos del gobierno argentino.

Desgraciadamente, como se sabe, nadie es profeta en su tierra.  En Paraguay, es el asedio de los verdugos el que persigue permanente a las víctimas, sobre todo por el gatopardismo que ha sido el sello constante en toda su interminable transición democrática.

Almada no sólo ha sido querellado por el informante del comisario Alberto Cantero que hoy está al frente del proceso democrático paraguayo, el delator Juan Manuel Morales, sino por el mismo encargado de prensa del Tiranosaurio Stroessner.  Mientras escribo estas líneas al correr de la indignación, el héroe que proveyó de documentos a tantas víctimas del terrorismo de Estado en América Latina y el mundo, el que radiografío con papeles la cruel internacional de la muerte que marcó una época, debe estar preparando sus argumentos para una audiencia de conciliación con el represor Juan José Benítez Rickman.  Se trata del mismo que causó estragos como delegado de gobierno en Boquerón cuando fue nombrado en dicho cargo por el Tiranosaurio Stroessner, luego de graduarse en la escuela de represores que en Paraguay se conoce como “Escuela Superior de Guerra”, antes de ser nombrado subsecretario de informaciones y cultura de la presidencia de la república por el dictador.

Rickman también es recordado por la anécdota de haberse presentado con una escopeta en mano para defender a Stroessner cuando ya lo cercaban los tanques de su consuegro con la finalidad de proveerle pasaportes al dorado exilio, el 2 de febrero de 1989. No hace falta aclarar que en esos momentos poco le servía  al dictador un jefe de prensa armado con escopeta.

La querella que hoy sufre Almada se originó a raíz de que en Setiembre de 2007, en una conferencia organizada por el Centro de Estudiantes de Filosofía de la Universidad Católica, relató que el 6 de abril de 1976 el Escribano Juan José Benítez Rickman intervino “manu militari” la Biblioteca del  Seminario Católico Mayor del Paraguay,  con el Asesor Jurídico de Pastor  Coronel, el Dr.Angel Mario Ali y el torturador especializado en la Argentina, Victorino Oviedo  ante la  presencia del  Rector del Seminario, Jorge Adolfo Carlos Vivieres. Luego de un “exhaustivo análisis” literario de las obras de la biblioteca,  secuestró todos  los libros de supuesta “orientación marxista”. En su ponencia el luchador por los derechos humanos se refirió al caso y propuso la necesidad de recuperar  los libros “subversivos” confiscados por el Escribano Benítez Rickman. La iniciativa tal vez no haya prosperado en un ambiente reconocidamente abúlico como el paraguayo, pero sí prosperó la demanda de Rickman, que herido en su fina susceptibilidad de represor reclamó a la justicia que Almada le pague la suma de 100.000 dólares.

Aunque pueda ser sorprendente, estos casos son frecuentes en un país donde se presentan como los principales referentes de la lucha contra la dictadura  los principales propagandistas y panegiristas de Stroessner. Y así parece seguirá discurriendo la vida en este bucólico paraje tercermundista, cuyas autoridades reconocieron el talento literario de Augusto Roa Bastos desterrándolo por más de cuatro décadas y sólo le permitieron volver para morir en un bochornoso episodio de negligencia, cuando cayó del balcón de su apartamento, donde le habían encerrado con llave y bajo altas dosis de sedante su asistente y su médico personal.  Pero esa es otra historia.

🇫🇷🇪🇸¿Es más grave la Reforma de las Pensiones francesa, que la reforma de pensiones del Estado español?

🇺🇸»Si todo sale mal, EEUU simplemente se retirará dejando atrás el caos provocado» — Paul Keating

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 Profesor Arkadio:La Linterna de Diogene : Industrialismo y colectivización en la URSS

👺Human Rights Watch: defender la represión en nombre de los derechos humanos⛓

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si repasamos los titulares de la prensa corporativa (El País, Le Monde, CNN, Miami Herald, El Comercio, El Mundo, etc., etc.) difícilmente leeremos palabras como “represión”, “régimen” o “derechos humanos”. Todo se reduce a “disturbios y altercados” tras el “fallido autogolpe de estado” del expresidente Pedro Castillo.

Esta versión unificada de los hechos no solo es legitimada por los grandes medios, sino también por supuestas “organizaciones de derechos humanos”, como Human Rights Watch. Esta entidad se ha manifestado en favor de la presidenta golpista Dina Boluarte, calificando de «lamentable que los gobiernos de Argentina, Bolivia, Colombia y México” respaldaran al expresidente Pedro Castillo. Solo cuando la cifra de muertes se convirtió en escandalosa, Human Rights Watch llamó a “la Justicia de Perú a investigar de manera `inmediata´ las muertes durante las protestas”. Eso sí, sin siquiera condenarlas.

Pero, mientras en Perú la represión alcanzaba su punto más alto, ¿de qué se preocupaba Human Rights Watch?; De Cuba y Venezuela. Sobre la Isla, condenaba una supuesta “represión del gobierno, así como su evidente falta de predisposición para abordar las causas subyacentes que llevaron a la gente a las calles” en julio de 2021 y que “forzaron (…) a miles de cubanos a abandonar el país”.

Increíble, porque ¿habla de “causas subyacentes” de las protestas y de la emigración en Cuba, sin mencionar la asfixia económica de EEUU, la persecución de todos los ingresos de la Isla, las 243 últimas sanciones, muchas de ellas en plena pandemia? ¿Sin mencionar una sola vez la palabra “bloqueo”, ni siquiera en el término eufemístico de “embargo”? ¿Tampoco es una “causa subyacente” el bombardeo en redes sociales desde plataformas de EEUU y el trabajo del Grupo Operativo de Internet para Cuba del Departamento de Estado, sobre una población exhausta por las sanciones y la pandemia? No. Human Rights Watch prefiere repetir el guion escrito por sus padrinos políticos en Washington.

En Cuba, las protestas de julio de 2021 duraron apenas 48 horas. Si hubo excesos policiales, no fueron nada en comparación con la brutalidad observada en Perú. En Cuba se juzgó y condenó a quienes participaron en actos de violencia –algunos de violencia extrema- contra agentes y propiedades públicas. Pero para Human Rights Watch –y para el guion mediático- son “presos políticos”. Expresión que no leeremos acerca de las personas detenidas en las manifestaciones de Perú. Ni siquiera la veremos aplicada a un presidente electo por las urnas, como Pedro Castillo.

El apagón mediático sobre Perú continúa. Salvo para advertirnos del coste económico de las protestas. El diario español El País publicaba que la agencia internacional de calificación “Fitch advierte de que las protestas en Perú deterioran las finanzas de las empresas” (12). Para que nos quede bien claro de qué va todo esto.

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🇲🇽Tercera Llamada Encuentro Internacional ¡El Sur Resiste 2023!👥

Congreso Nacional Indígena

Capitalismo corporativo mundial, Patriarcado planetario, Autonomías en rebeldía” 6 y 7 de mayo 2023 CIDECI/CARACOL JACINTO JANEK, SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, MEXICO
A los pueblos en resistencia y rebeldía del Sur-Sureste de México A los pueblos en resistencia y rebeldía del Sur Global
A las organizaciones de lucha abajo a la izquierda nacionales e internacionales A las organizaciones de derechos humanos del mundo
A los medios de comunicación libres, alternativos o como se llamen:

olo faltan dos meses para el inicio de la caravana “El Sur resiste 2023” que recorrerá el Sur/Sureste mexicano por los territorios afectados por el megaproyecto interconectado “Tren Maya / Corredor Interoceánico” articulando los pueblos, comunidades, colonias, barrios y organizaciones indígenas, campesinas, feministas, sindicales, populares y de la sociedad civil que están en lucha y resistencia ante distintas formas de despojo del Estado y el capital mundial y patriarcal.

Para el final de esta gira que se realizará del 25 de abril al 5 de mayo, estamos convocando este encuentro internacional para compartir los dolores, esperanzas y estrategias de articulación trazadas, para aprender de las luchas de otras geografías y seguir tejiendo redes solidarias de resistencias y rebeldías planetarias.

Llamamos a todas, todos, todes, a las resistencias de barrio, a los pueblos que luchan, a las colectivas urbanas y de las periferias, a quienes construyen autonomías y rebeldías en todos los rincones del Sur Global, a hermanarnos, a que nos volvamos a encontrar para conocernos, intercambiar saberes y sentires, articular luchas globales, acordar acciones conjuntas para nombrar, señalar y reclamar el derecho a la vida digna de los pueblos y la naturaleza.

Es momento de que nos escuchemos y que señalemos directamente a quienes están detrás de las causas del despojo que vivimos en nuestros territorios, a ese 1% de la población mundial cuyas decisiones y formas de vida han provocado la actual crisis climática que nos obliga a ser desplazados como pueblos, que reconfigura nuestros territorios y nos enfrenta a la explotación, al extractivismo, a la guerra. Porque sabemos que las luchas no están solamente aquí en México, están en muchos lugares del mundo donde compañeras, compañeros y compañeroas del Sur global están poniendo el cuerpo para defender sus territorios de los corredores, trenes y proyectos de muerte del capitalismo corporativo mundial. Y sabemos que en los rincones de lo que se llama el norte global hay personas resistiendo, que también forman parte del Sur Global, y les hacemos este llamado a que unan sus voces a esta lucha. Somos ese 99% que resiste a los embates de los que nos destruyen y pretenden dominarnos.

Les invitamos a registrarse, antes del 15 de abril en el correo elsurresiste@riseup.net, colocando en asunto “encuentro internacional”, proporcionando información de contacto: nombre y apellidos, organización, estado y/o país de proveniencia y precisar si desean presentar una experiencia concreta de lucha, resistencia y/o construcción de autonomías y su formato de presentación (video, powerpoint, etc), considerando un tiempo breve de presentación, que se ajustará una vez terminado el registro.

Como parte del programa, habrá un momento de compartición de las luchas diversas; sin embargo, probablemente, no alcanzara el tiempo para todes, y por ello, les invitaremos a instalar “stands” informativos en los cuales podrán, durante los ratos de receso, compartir su experiencia con las personas que lo deseen. Invitamos a redactar un escrito de no más de 2 cuartillas, que ilustre los aspectos más importantes de su proceso de lucha para integrarlo a la memoria final.

Para el hospedaje, se facilitará información de espacios seguros a bajo costo donde hospedarse en San Cristóbal de las Casas. Por la situación de inseguridad que se vive actualmente en la Ciudad de San Cristóbal de las Casas, se recomienda no andar en los barrios periféricos a más de las 9 de la noche y resguardar colectivamente la seguridad del Encuentro Internacional entre todas, todes y todos l@s asistentes, recordando que no se permite el consumo de alcohol y drogas ni se tolera ningún tipo de acoso o violencia.

Desde diversos rincones del Sur-Sureste Mexicano:

Comisión de coordinación y organización EL SUR RESISTE 2023 Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno

¡NUESTRA LUCHA ES POR LA VIDA!

¡QUE VIVA EL FLORECIMIENTO DE LOS PUEBLOS!

¡EL SUR RESISTE!

🐻‍❄️Pedir lo imposible

Los CRÍMENES del franquismo en Cazalla de la Sierra

Viglietti Pablo Milanés: "Estoy muy satisfecho con la acogida del público a mi gira 'Esencia'" | OnCubaNews

🎓Un tribunal ecuatoriano declara inocente a Ola Bini👨🏼‍🎓

pd

Eel desarrollador de software libre sueco y activista por los derechos digitales Ola Bini ha sido absuelto de los cargos de piratería informática el martes 31 de enero por un tribunal de Quito. El activista fue absuelto por unanimidad por un tribunal de tres jueces después de pronunciar una declaración de casi 4,5 horas. Bini se ha enfrentado a persecución por parte del Estado ecuatoriano desde 2019, y los procesos judiciales en su contra se han visto empañados por irregularidades.

binitwuit3Hablando después del veredicto a Peoples Dispatch, Carlos Soria, miembro del equipo legal de Bini, calificó el veredicto unánime del tribunal como «inesperado» y una «muy agradable sorpresa«, considerando todas las irregularidades, más de 100 violaciones de procedimiento y críticas negativas durante los casi cuatro años desde que Bini fue arrestado por primera vez. La fiscalía ha declarado que presentará una apelación y Soria dijo que el equipo legal de Ola Bini se estará preparando para ello.

Ola Bini lo calificó como una victoria fantástica y también señaló que ayudó a hacer de Ecuador un lugar más seguro para que trabajen los expertos en seguridad cibernética.

El Centro para la Autonomía Digital, organización a la que está asociado Bini, dijo que el veredicto ha marcado un hito en la defensa de la seguridad digital y los derechos humanos. Agregó que la sentencia ha ratificado que “nuestro trabajo no debe ser criminalizado, menos cuando [la fiscalía] no tiene argumentos técnicos sólidos.

Bini fue arrestado en Quito el 11 de abril de 2019, el mismo día que su amigo, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange fue sacado a rastras de la Embajada de Ecuador en Londres y arrestado. Desde el principio, activistas de todo el mundo han estado señalando las fallas procesales en la detención y condenaron al entonces gobierno de Lenín Moreno por perseguir a Bini. Fue puesto en libertad después de 70 días de prisión. En ese momento, la fiscalía ni siquiera había formalizado ningún cargo ni presentado ninguna prueba.

 

La fiscalía siguió modificando los cargos contra Bini y finalmente presentó la acusación de acceso ilegal y no consensuado a un sistema informático o de comunicaciones, que conlleva una pena de prisión de entre tres y cinco años.

En septiembre de 2019, el juez que presidía el juicio se vio obligado a recusarse tras permitir una injerencia indebida en el caso por parte de la fiscalía.

A lo largo del juicio, organizaciones de derechos digitales, como Access Now, Article 19 y Electronic Frontier Foundation (EFF) han estado señalando las numerosas violaciones procesales y han realizado una campaña internacional en solidaridad con Ola Bini.

⛓La preocupación fundamental de los europeos debe ser cómo liberarse de la tutela estadounidense

⛓Israel inaugura 2023 con un totalitarismo acentuado

🇵🇪Perú. Derechas peruanas contra las masas insurrectas⛓

Resumen Latinoamericano

Adalberto Santana

Parecería que, en la actualidad, las expresiones de las derechas en América Latina y el Caribe han repuntado. Esta afirmación podría inferirse por los más recientes acontecimientos que se han registrado en algunos países de la región a inicio del 2023, tal como aconteció en Brasil con el fallido golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, o en las protestas violentas de las derechas bolivianas en Santa Cruz contra el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). Pero sin duda donde han tenido un triunfo parcial es en Perú con la imposición de Dina Boluarte como presidenta de esa nación andina y su consecuente represión generalizada contra las protestas populares.

Desde el golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022 contra el presidente democráticamente electo, Pedro Castillo Terrones, las derechas peruanas se han afianzado en el gobierno con la represión. El golpismo se generó en Perú por la decisión de los sectores reales del poder, ubicando en la primera magistratura a la vicepresidente Dina Boluarte, nueva mandataria que en menos de dos meses ha generado una alianza con los sectores tradicionales de esas derechas peruanas que habían perdido la presidencia en las elecciones de junio de 2021. Han ejercido el poder generando un dura represión que suma 49 fallecidos hasta mediados de enero de 2023, en los enfrentamientos que la policía y las fuerzas armadas han desplegado contra las protestas que han realizado amplios sectores de campesinos, indígenas, estudiantes, mineros, comerciantes informales y diversos grupos populares de la formación social peruana.

La protestas de amplios sectores populares que se han generalizado en casi todo el territorio peruano, han tenido como demandas fundamentales: la renuncia de la misma Dina Boluarte y el cierre del Congreso dominado mayoritariamente por los partidos y por los grupos de poder de las derechas tradicionales. Pero también se ha reivindicado la demanda de una nueva constitución para derribar el orden constitucional que estableció el expresidente Alberto Fujimori. Pero un punto fundamental de las diversas marchas y cierres de carreteras por pobladores de diversos comunidades andinas ha sido la liberación del presidente Pedro Castillo, mandatario que sin duda ha contado con el respaldo popular y no del 27 por ciento que según el índice de aprobación daba la encuesta de IPSOS en el mes de noviembre pasado. Incluso a nivel latinoamericano, otros gobiernos de la región han manifestado su condena al golpismo peruano como han sido los presidentes de Andrés Manuel López Obrador de Derechas peruanas contra las masas insurrectasMéxico, Gustavo Petro de Colombia, Luis Arce Catacora de Bolivia y Alberto Fernández de Argentina, como también se han sumado los de Honduras, Cuba, Venezuela y Nicaragua entre otros. Condena por la que la misma Dina Boluarte y el propio Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, en el comunicado oficial (15/12/2022) señaló: “En la fecha, la Cancillería ha dispuesto el llamado a Lima en consultas de nuestros Embajadores en la Argentina, Bolivia, Colombia y México, en reacción a la intromisión en los asuntos internos del Perú por parte de las más altas autoridades de los aludidos países, cuyas declaraciones cuestionan la sucesión presidencial realizada”. Recordemos que incluso el mismo gobierno de Boluarte declaró persona non grata al embajador mexicano Pablo Monroy Conesa, al cual le dio un plazo de 72 horas para abandonar su territorio en virtud de las declaraciones del presidente mexicano, que según otro comunicado oficial de la misma Cancillería peruana (20/12/2022) resultaron: “especialmente graves en circunstancias en las que el país enfrenta una situación de violencia incompatible con el ejercicio del legítimo derecho que asiste a toda persona de manifestarse pacíficamente.” Pensemos que lo que más irritó a los golpistas peruanos, fue la protección y el asilo que el Gobierno mexicano otorgó a la familia del presidente Castillo.

En esa misma lógica del gobierno golpista, fue la prohibición de que Evo Morales así como otros dirigentes del MAS de Bolivia, pudieran ingresar a territorio peruano, coyuntura en la que el mismo expresidente boliviano manifestó a través de Twitter: “La crisis política que afecta al hermano pueblo peruano, al Perú profundo especialmente, fue provocada por la conspiración permanente de la derecha fujimorista y medios derechistas contra un gobierno elegido en las urnas cuyo ‘delito imperdonable’ fue representar a los más pobres”.

Sin duda, la situación represiva del golpismo peruano ha sido condenada mundial y nacionalmente, incluso la propia Fiscalía del Perú inició una investigación contra la presidente de facto e incluso contra el primer ministro, Alberto Otárola y otros funcionarios del gobierno involucrados en la represión por “genocidio, homicidio calificado y lesiones graves”. Todo ello en el marco de la brutal represión contra diversos opositores en todo el territorio nacional. Incluso la Comisión Internacional de Derecho Humanos (CIDH) ha manifestado su condena por la violencia generada por las fuerzas de seguridad como también por aquellos sectores que han protestado contra esa misma represión estatal.

Según denuncia penal, el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte promueve una “política sistemática de represión desbordada en contra de la población”.

Un grupo de abogados de Arequipa presentaron una denuncia penal contra la presidenta Dina Boluarte, el jefe del gabinete Alberto Otárola, el ministro José Tello (Justicia y Derechos Humanos) y los exministros Pedro Angulo (PCM), César Cervantes y Víctor Rojas (Interior), por la presunta comisión de crímenes de genocidio y lesa humanidad durante las protestas en regiones, que exigen la renuncia de la mandataria, el cierre del Congreso, el adelanto inmediato de elecciones generales y la convocatoria a una asamblea constituyente.

Según la denuncia, las autoridades, vía la declaración de estado de emergencia nacional, “vienen ordenando y ejecutando una política sistemática de represión desbordada en contra de la población civil, generando un contexto en el cual se ha producido la muerte de más de medio centenar de personas y miles de heridos”.

La cacería terrorista es racializada

Hay un trasfondo de racialización en los métodos de criminalización de la protesta cuando no se manifiesta en Lima, lo que reafirman las recientes masacres en las localidades de mayorías indígenas, o cuando se trata de personas de otras provincias, perseguidas durante su viaje, estigmatizadas como violentistas desde antes de ejercer su derecho a la protesta, casi prohibidas de ingresar a la ciudad. Ninguna de las 60 víctimas en menos de dos meses de Boluarte en el poder, 45 asesinadas por balas de militares y policías, se registró en la capital.

Varias de las detenidas denunciaron agresiones físicas y psicológicas, negación de asistencia médica a personas con enfermedades, insultos racistas y calificativos de terroristas por parte de uniformados. No les devolvieron sus documentos de identidad, les quitaron sus celulares, dinero e incautaron la alimentación reunida para su estadía.

“Nos han lanzado bombas lacrimógenas, como a terroristas nos trataron, nos apuntaron con sus armas, nos han arrastrado, enmarrocado en el suelo”, contó una mujer puneña. “Nos han golpeado, maltratado, no somos delincuentes, nos han tenido en calabozos, nos acusan de daños materiales que nunca hemos hecho a la universidad”, denunció una víctima de la redada masiva que llegó desde Huancavelica.  (El régimen dictatorial persigue la protesta indígena en LimaRadio Zapatista)

Los manifestantes se han declarado en justo levantamiento —sin armas—, realizando la toma de carreteras, minas, aeropuertos, locales, universidades, etc., exigiendo la renuncia de la presidenta, una asamblea constituyente que elabore una nueva Carta Magna, el cierre del Congreso, adelanto de elecciones generales, entre otros”, se lee en el documento al que accedió La República.

Lo real de la actual coyuntura peruana, es que la oligarquía de la nación andina ha retomado el control del poder estatal y ha reforzado con los medios de comunicación una intensa campaña contra los sectores populares que han generado una gran protesta social. Coyuntura de descontento que no había alcanzado tal nivel de respuesta en más de 20 años en la vida política de ese país sudamericano. En tal situación parece que las derechas peruanas tienen que poner sus barbas a remojar. Tal como como es la tendencia, si la situación se revierte como aconteció en el caso boliviano, las masas indígenas, campesinas, trabajadoras, estudiantiles y movimientos sociales y populares podrán lograr cambiar la correlación de fuerzas para que de nueva cuenta a corto y mediano plazo retomen mayores espacios del poder político en el Perú.

(El texto fundamental es el de la cabecera al que se le han añadido textos de otros artículos de nodal, ANred, la ya mencionada Radio Zapatista y otras.)

insumisionLa otra guerra que también recordamos (y denunciamos) este mes: Yemen

🌍 Noam Chomsky: “¡No debemos aceptar la conclusión de que todo está perdido!”

💂Los 42 golpes de estado de Gran Bretaña desde 1945💂

lubumba

El Reino Unido ha planeado o ejecutado más de 40 intentos de destituir gobiernos extranjeros en 27 países desde el final de la Segunda Guerra Mundial, involucrando a las agencias de inteligencia, intervenciones militares encubiertas y abiertas y asesinatos, según descubrió y nos cuenta Declassified.

Probablemente el golpe de estado más conocido organizado por la inteligencia británica desde 1945 fue el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido de Irán en 1953, una operación planeada con la CIA. Pero el Reino Unido ha estado involucrado en al menos otros 41 intentos de derrocar gobiernos desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Estos van desde operaciones dirigidas por inteligencia hasta operaciones dirigidas por militares, tanto abiertas como encubiertas, y algunas han tenido éxito desde el punto de vista de Whitehall, mientras que muchas no lo han logrado.

De hecho, el año 1953 fue ajetreado para los planificadores de Whitehall ya que, además de derrocar a Mohammed Mossadeq en Irán, enviaron una cañonera para derrocar al gobierno elegido democráticamente en la Guayana Británica, dirigido por el popular nacionalista Cheddi Jagan. (bastante incompleta la versión castellana en la wiki).

Al mismo tiempo, estaban promoviendo operaciones de propaganda antigubernamental en otro estado latinoamericano, Guatemala. Esa campaña británica preparó el terreno para el derrocamiento de otro gobierno nacionalista y electo bajo Jacobo Arbenz en 1954, ideado por la CIA.

Como si esto no fuera suficiente, los Servicios Secretos del Reino Unido también estaban ocupados en ese momento planeando la destitución y el asesinato del presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, en diferentes conspiraciones después de que Nasser asumiera el poder en la revolución nacionalista de 1952.

La subida de Nasser al poder desafió la posición de Gran Bretaña en el Medio Oriente y la estabilidad de las monarquías conservadoras y represivas, muchas de ellas de naturaleza casi medieval, que Whitehall, entonces como ahora, estaba apuntalando, especialmente en la región del Golfo.

De hecho, fueron estas fuerzas nacionalistas los principales enemigos del Reino Unido en el llamado “tercer mundo” después de 1945, incluso cuando los principales periodistas y académicos escribieron sin cesar sobre la amenaza soviética y la Guerra Fría.

golpesbritánicos

Planificación implacable

En la década de 1950, la planificación de cambios de regímenes por parte de los británico fue implacable, con más operaciones conocidas elaboradas para promover levantamientos contra los gobiernos nacionalistas en Siria en 1956 y 1957, ninguna de las cuales se implementó por completo.

Sin embargo, un plan que se puso en práctica fue la guerra encubierta instigada junto a los EE. UU. en Indonesia, con la intención de estimular un levantamiento contra el presidente Sukarno, comenzando en las innumerables islas exteriores del país. Sigue siendo una de las operaciones encubiertas menos conocidas del Reino Unido y que finalmente fracasó.

Sin embargo, Sukarno fue derrocado una década después, en uno de los peores baños de sangre del siglo XX, promulgado por el ejército indonesio bajo el mando del general Suharto. Los archivos desclasificados muestran que el Reino Unido respaldó las matanzas de comunistas, izquierdistas y aldeanos de 1965/66, con el resultado de cientos de miles de personas asesinadas.

El Reino Unido llevó a cabo operaciones en los medios para contrarrestar a Sukarno y entregó mensajes encubiertos a los generales asegurándoles la aquiescencia del Reino Unido en su toma de posesión. Suharto gobernó Indonesia, a menudo recurriendo a la pura brutalidad, durante tres décadas.

¿Gobernando el mundo?

A lo largo de la década de 1960 hubo poca disminución en la creencia de los funcionarios de Whitehall de que podían poner en el poder a quien quisieran, al menos en ciertos países.

En 1961, la evidencia sugiere que participaron en el asesinato de Patrice Lumumba, el primer líder elegido democráticamente en el Congo que fue objeto de una cruel campaña del MI6 y la CIA para derrocarlo antes de que fuera capturado y torturado.

Las operaciones mediáticas del notorio Departamento de Investigación de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores -una unidad de propaganda creada en 1948- también ayudaron a derrocar a João Goulart de Brasil en 1964. Su programa de reforma agraria ambiciosa y la extensión del voto a la población analfabeta de Brasil indignó a los políticos, militares y políticos del país. élite empresarial – y la CIA, que eventualmente ayudó a destituirlo.

A estas alturas, Gran Bretaña se estaba asegurando de que Cheddi Jagan, que había regresado después de haber sido destituido diez años antes, no pudiera consolidar su poder en la Guayana Británica, ya que los funcionarios manipularon el sistema en un golpe constitucional para garantizar que no pudiera ser elegido nuevamente.

La mitad de la década de 1960 también fue una era de golpes de estado en los estados clientes del Reino Unido en la región del Golfo.

En 1964, los oficiales militares británicos con base en Arabia Saudita, que asesoraban a la Guardia Nacional Saudita, ayudaron al Príncipe Faisal a destituir a su hermano mayor, el Rey Saud. Al año siguiente, los británicos patrocinaron la destitución del gobernante del emirato de Sharjah, Saqr bin Sultan al-Qasimi, en favor de otro, Khalid bin Mohammed Al Kasimi.

Luego, al año siguiente, realizaron un ejercicio similar en otro emirato, Abu Dhabi, reemplazando nuevamente a su gobernante con su hermano, Zayed bin Sultan Al Nayhan, el padre del actual presidente de los Emiratos Árabes Unidos.

En 1970 se produjo un golpe en otro estado títere británico estrechamente controlado, Omán, que fue organizado por oficiales británicos. Puso en el poder al sultán Qaboos, quien gobernó con puño de hierro durante otros 50 años hasta su muerte en 2020.

GOLPES DE ESTADO Y DERROCAMIENTOS PLANEADOS O EJECUTADOS DESDE 1945 por el R.U.

País Planificacción o Ejecuión
1 – 1945–48: Ucrania Usar la guerra para derrocar al gobierno soviético
2 – 1946-52: Estados bálticos Usar la guerra para derrocar al gobierno soviético
3 – 1949–52: Albania Usar la guerra para derrocar al gobierno de Enver Hoxha
4 – 1950-54: Guatemala Campaña de propaganda que preparó el terreno para el derrocamiento del gobierno de Jacobo Arbenz
5 – 1952-57: Egipto Operaciones encubiertas para socavar y asesinar a Gamal Abdel Nasser
6 – 1953: Guyana Británica Intervención militar que derroca al gobierno de Cheddi Jagan
7 – 1953: Irán Golpe de estado del MI6 con la CIA para derrocar al gobierno de Mohammad Mosaddegh
8 – 1956: Egipto Invasión militar en Suez destinada a confrontar a Gamal Abdel Nasser
9 – 1956: Siria Planificación de la ‘Operación Straggle’ para promover el levantamiento y el golpe
10 – 1957–59: Indonesia Guerra encubierta para derrocar al presidente Sukarno
11 – 1957: Siria Operación planeada para promover levantamiento, golpe y asesinatos
12 – 1961: Congo Participación del Reino Unido en el derrocamiento y asesinato de Patrice Lumumba
13 – 1962-70: Yemen Guerra encubierta para derrocar al gobierno de Abdullah al-Sallal
14 – 1963: Guyana Británica Golpe constitucional para asegurar que Cheddi Jagan no sea reelegido
15 – 1964: Brasil  Propaganda y apoyo a los agitadores claves para ayudar a derrocar João Goulart
16 – 1964: Arabia Saudita Asesores militares británicos apoyaron activamente el golpe de palacio del príncipe Faisal contra el rey Saud
17  – 1965-66: Indonesia Apoyo encubierto a generales y operaciones mediáticas en apoyo del derrocamiento de Sukarno
18 – 1965: Sharjah Destitución de Saqr bin Sultan al-Qasimi en favor de Khalid bin Mohammed Al Kasimi
19 – 1966: Abu Dhabi Participación en el golpe de Estado que sustituyó el jeque Shakhbut bin Sultan por Zayed bin Sultan Al Nayhan
20 – 1966: Ghana Participación en el golpe de Estado apoyado por EE.UU. para derrocar a Kwame Nkrumah
21 – 1969: Uganda Asesinato planificado de Milton Obote
22 – 1970-71: Libia Levantamiento planificado y golpe contra Muammar Gaddafi
23 – 1970: Omán Golpe de estado del Reino Unido que reemplaza el sultán Said bin Taimur por Qaboos bin Said
24 – 1970s: Uganda El secretario de Relaciones Exteriores, David Owen, propuso el asesinato de Idi Amin
25 – 1970s: Uganda El primer ministro Harold Wilson propuso el asesinato de Idi Amin
26 – 1975: Australia Papel del Palacio de Buckingham en la destitución del primer ministro Gough Whitlam
27 – 1975–76: Angola Ayuda encubierta a los rebeldes para derrocar al gobierno de Agostinho Neto
28 – 1976: Italia El Reino Unido, implicado en una trama golpista en caso de victoria electoral del Partido Comunista Italiano
29 – 1980-88: Afganistán Operaciones encubiertas de apoyo a los muyahidines para acabar con el dominio soviético
30 – 1986: Libia ¡El Reino Unido ofreció el uso de sus bases aéreas a EE.UU. que realizaba ataques aéreos para derrocar a Muamar Gadafi
31 – 1990s: Iraq Apoyo a los grupos de oposición que desafían a Sadam Husein
32 – 1992: Azerbayán El papel del MI6/BP en el derrocamiento de Ayaz Mutalibov por Abulfaz Elchibey
33 – 1992: Yugoslavia Asesinato planificado de Milosevic
34 – 1993: Azerbayán Papel del MI6/BP en el derrocamiento de Abulfaz Elchibey por Haydar Aliyev
35 – 1996: Libia Operación encubierta para financiar un atentado contra Muamar Gadafi
36 – 2001: Afganistan Intervención militar para derrocar al régimen talibán
37 – 2001: Iraq El Reino Unido elaboró planes para un intento de golpe de Estado contra Sadam Husein
38 – 2003: Iraq Intervención militar para derrocar al régimen de Sadam Husein
39 – 2011-18: Siria Operaciones de apoyo a las fuerzas de la oposición para derrocar al régimen de Bashar Assad
40 – 2011: Libia Air strikes and covert ground operations to overthrow Muammar Gaddafi regime
41 – 2019: Bolivia UK diplomatic support for opposition to Evo Morales before and after his removal in a coup
42 – 2019: Venezuela Reconocimiento del gobierno alternativo y apoyo a la oposición al gobierno de Nicolás Maduro

❤️🖤EZLN: 29 años de resistencia, autonomía y congruencia política❤️🖤

La JornadaGilberto López y Rivas

 

EEl 1º de enero pasado, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cumplió 29 años del inicio de su histórica rebelión armada, que conmocionó al país y cuestionó frontalmente al autoritario régimen político del priísmo y su modelo neoliberal en marcha. Desde sus primeras apariciones públicas, en las tomas de los centros urbanos del poder mestizocrático y, posteriormente, en sus comunicados y formas discursivas durante los diálogos de paz y el proceso de negociación que da lugar a los llamados acuerdos de San Andrés, de febrero de 1996, los mayas zapatistas, pese a su apelativo de “liberación nacional”, siguen caminos inéditos a los movimientos que con esta orientación estratégica proliferaron por toda América Latina después del triunfo de la revolución cubana, en otro memorable 1º de enero, pero de 1959.

Se han distinguido no sólo por la composición mayoritariamente indígena de su organización, sino también por el carácter asambleario, profundamente colectivista, para la toma de decisiones de su caminar rebelde. Recordemos que incluso su declaración de guerra al mal gobierno fue votada previamente en las comunidades bajo su hegemonía. Manteniendo el núcleo insurgente una estructura militar, ésta no permeó jerárquicamente los gobiernos surgidos de otro proceso que caracteriza al zapatismo: la construcción de autonomías desde abajo. Incluso, el EZLN tomó una decisión política nunca observada en la experiencia guerrillera de América Latina: retirar de los gobiernos autónomos a todos los integrantes de ese núcleo militar, a partir de que tenían que ser de “civiles”.

Captura de pantalla de 2023-01-09 12-27-52Con base en los criterios o hipótesis del Proyecto Latautonomy (abreviatura de Autonomías Multiculturales: una condición necesaria para el desarrollo sostenible en América Latina) se analiza qué tanto un proceso autonómico puede ser sustentable y en qué grado. Así, la autonomía de los mayas zapatistas se distingue, en primer término, por su integralidad o equilibrio, ya que cubre todos los ámbitos sociales, culturales, económicos, ideológicos. educativos y de cuidado de la salud, entre otros. El Proyecto Latautonomy sintetiza en esta dirección que “en un sistema autonómico que es un proceso social del cual emerge un nuevo sujeto político debe existir un equilibrio entre la dimensión política-jurídica, la dimensión cultura-intercultural y la dimensión económica-ecológica. Si un proceso autonómico tiene carencias en una de estas dimensiones (por la sobredimensión de otra), existe el peligro de que actores externos (Estado nacional, terratenientes, compañías trasnacionales, etcétera) penetren el sistema y lo subviertan desde adentro y lo destruyan. Relación investigada: autonomía política-cultura-desarrollo económico

En imagen de archivo, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).Los mayas zapatistas han edificado –pese a la guerra contrainsurgente de desgaste del Estado mexicano hasta el día de hoy, que incluye una permanente acción de grupos paramilitares–, un sistema de gobierno participativo que involucra a todos, produciendo transformaciones de gran calado en el propio sujeto autonómico: en las relaciones entre los géneros, entre los grupos de edad, en sus relaciones con los entornos regional, nacional e internacional.

rynLos mayas zapatistas han fortalecido los tres niveles de gobierno: el comunitario, el zonal y el regional, que en la hipótesis de la red de Latautonomy se explica así: “La sostenibilidad de un sistema autonómico depende de su capacidad de vincular el nivel de las comunidades locales con una estructura regional de manera horizontal e interactiva. A través de un proceso de integración desde abajo se deben crear estructuras políticas económicas participativas que se articulan tanto dentro de las autonomías multiculturales como hacia afuera, generando un proyecto de sociedad alternativa. Esta hipótesis va tanto en contra de cualquier localismo etnocentrista como contra representaciones jerárquicas que impiden el desarrollo de mecanismos participativos en la toma de decisiones políticas” ( idem).

insumisionEn estos 29 años, los mayas zapatistas han consolidado estructuras autonómicas que al contrastarlas con las 10 hipótesis de sustentabilidad del Proyecto Latautonomy, resultan claramente paradigmáticas por sobre otras experiencias estudiadas (Nicaragua, Panamá, Bolivia, Ecuador, Brasil). Así, el control del territorio, pese a la contrainsurgencia, la eficiencia de los mecanismos internos de solución de conflictos a partir de una gobernabilidad democrática y participativa, la lucha contra la degradación ecológica y la posibilidad real de escapar a las leyes del mercado, hacen de la experiencia zapatista una luz en el túnel de la crisis civilizatoria que vive la humanidad. Sobre todo, cuando la actual forma de acumulación capitalista lleva, como lo señala Latautonomy, “a la pérdida definitiva de cualquier posibilidad de un desarrollo sostenible” ( idem).

🇵🇾Paraguay: A 30 años del descubrimiento de los Archivos del Terror👁

A MIS COMPATRIOTAS: POR LAS TRES DÉCADAS DEL HALLAZGO DEL ARCHIVO DEL TERROR Y EL CIERRE DE “LA TÉCNICA”.  NEGACIONISMO Y FORTALEZAS

Por Martin Almada

Nno “descubrí” ningún  archivo…. Halle la Verdad para mi caso y miles de víctimas de la dictadura stronista y del Plan Cóndor. Ni “milagro”, ni “suerte”, ni “lotería”. Tampoco me “apropie de la gloria” …. Sigo trabajando por la Justicia y la Reparación en los tribunales internacionales.

El 22 de diciembre de 1992, el pasaje del rumor siniestro a la Verdad comprobada del Terrorismo de Estado aplicado en Paraguay y Latinoamérica . José Agustín Fernández, un Juez valiente y comprometido con la nueva Constitución Nacional, cumplió con su deber con valor inusual en la época. Facilitó que el nuevo recurso constitucional, habeas data,  se convierta en una herramienta para la dignidad de las personas.

Antecedentes indispensables…Hechos históricos.  San Lorenzo, 26 de diciembre de 1974. Mi  secuestro y el de mi sobrino Lorenzo Jara. Torturas, robo de la empresa familiar Instituto Juan Bautista Alberdi, muerte de mi esposa  Celestina por tortura psicológica, persecuciones a familiares y profesores y el exilio con mi madre e hijos.

Mis desesperadas preguntas y una respuesta que abrió camino. Febrero de 1975: el Comisario Mario Mancuello, (padre del líder Carlos Mancuello, detenido desaparecido) estaba preso y torturado conmigo en la Comisaría Primera de Asunción. Me dijo “… estamos en garras del Cóndor…siga las pistas de los becados a Chile y la Argentina, las visitas de asesores extranjeros y vea las nuevas edificaciones en la Revista Policial…”.

Así lo hice durante años, reuniendo pedazos de la trama…y en 1979 publiqué la primera denuncia en mi libro testimonial…

El 25 de mayo de 1989, comenzó la batalla judicial que obtuvo sentencia tres décadas después…favoreciendo la impunidad biológica de Stroessner y de casi todos los responsables. El habeas data, del 11  septiembre 1992, con las firmas de los abogados Rodolfo Aseretto y Pedro Darío Portillo del Comité de Iglesias, forma parte de mi campaña contra la impunidad… Integra una misma cadena.  Un eslabón exitoso y fundamental. Obtenido mis antecedentes, luego del hallazgo, yo seguí la lucha llevando a todos los tribunales nacionales e internacionales, copias de esos archivos…y reclame la apertura de otros archivos.

Recibí reconocimientos importantes que no son regalos… sino comprobaciones de esfuerzos realizados…alientos para continuar.

Hoy a tres décadas de aquellos hechos,  agradezco a todas las personas que de una u otra forma colaboraron para que ese acervo documental sirva a la Justicia Universal y haya sido declarado“Memoria del Mundo” en 2009 por la UNESCO.

Gracias a mi compañera de lucha, la profesora y periodista María Stella Cáceres, a quienes integraron  mi equipo en la Fundación Celestina Pérez de Almada,  a la senadora Carmen de Lara Castro, a los directivos y los abogados del CIPAE, a Cristhian Torres que montó una guardia de periodistas para proteger el sitio…

Gracias a todos los y las periodistas que durante meses difundieron los documentos. Gracias a los Compañeros y Compañeras  de prisión que durante  varias noches cuidaron con celo las montañas de documentos en el Palacio de Justicia…

Igualmente a todos los amigos y colegas Defensores de Derechos Humanos que desde diferentes países formaron durante años parte de esa campaña contra la impunidad…  Consecuencia positivas:

insumisionEl Archivo organizado y puesto al servicio de la Justicia y de la sociedad….

Miles de víctimas de la dictadura accedieron a indemnizaciones con pruebas del Archivo;

La Comisión de Verdad y Justicia fundamentó su trabajo en esos archivos;

Se iniciaron numerosos juicios a nivel nacional.

Se aceptó  la competencia de l a Corte Interamericana de Derechos Humanos  mediante el Decreto 16.079 del 8 de enero de 1993 y se concretaron juicios y sentencias contra el Estado Paraguayo por los crímenes de la dictadura stronista.

Un nuevo Código Penal reconoció los crímenes de tortura, desaparición forzada y genocidio…

Hay documentos sobre personas detenidas desaparecidas …válidos para seguir buscándolos…

Más tarde  aportamos  nuevos archivos de la Marina…del Ministerio de Defensa, entre otros… .

Víctimas del Plan Cóndor continúan litigando en tribunales Argentina, Italia, Uruguay, Brasil y otros…

Hay libros, tesis, documentales, seminarios, encuentros y conferencias y hasta cátedras.

También el Archivo generó  puestos de trabajo…y  surgieron  especialistas…

Perseguí la Verdad día a día y lo hice públicamente porque no tenía otra protección en un contexto político con democracia endeble…como era entonces el Paraguay de los 90…

La difusión, provocó el interés del público al buscar testimonios de víctimas de las Ligas Agrarias Cristianas… fue un acompañamiento valioso.  Así,  el periodista Luis Ocampo Alonso, prisionero y torturado en “La Técnica”, advirtió que a cuatro años del golpe a Stroessner, esa cárcel seguía  funcionando pese a todo… Recordó los interrogatorios a base de carpetas y fichas del Departamento de Investigaciones. Allí entonces, había documentos…  Como miles de personas, yo también fui torturado en “La Técnica” y el viernes 18 de diciembre, amplié la solicitud al Juez Fernández para la indagatoria de responsables y el allanamiento de todos los lugares que pudieran contener mis antecedentes.

La denuncia de Luis Ocampo Alonso  indignó  a senadores opositores que  exigieron el cierre de la tenebrosa casa abierta con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos en 1956.  El mismo 22 “La “Técnica” fue cerrada definitivamente por Resolución del Ministro Hugo Estigarribia.  Dos días más tarde, el Juez Fernández ingreso para comprobar una extensa documentación, los instrumentos de tortura y una gran biblioteca proveniente de los secuestros… reveladora de crímenes de lesa humanidad allí cometidos.  Desde 2005, aloja al Museo de las Memorias: Dictadura y DDHH. Sitio de conciencia y espacio para la reivindicación de las víctimas y educación en Cultura de Paz, donde la Mesa Memoria Histórica lleva a cabo su programa cultural.

El tiempo veloz …a veces,  obliga a detenernos. Volver a observar el registro audiovisual del Canal 13 es un ejercicio indispensable  para ubicar fechas documentadas además, en los diarios y voluminosos expedientes judiciales… En las tardes  previas… recorrimos Lambaré… y otras dependencias policiales… con la discreción máxima de personas que se jugaban la vida en los datos  y de vecinos. La trama se iba aclarando cada vez más, con nombres y fechas… El hallazgo posterior de nuevos archivos lo comprueba.

En  la mañana del día 22,  indiqué al Juez el lugar. Llevaba en mi mano, la ruta y los nombres completos:  el edificio, la habitación y los papeles enterrados bajo el naranjo… por eso di los nombres de cada quien que podría estar vinculado para abrir la habitación. Fue una jornada inolvidable de horror, de emociones de alegría, de soledad con el Juez Fernández y el secretario Abogado Julio M. Vasconcellos…la diputada María José Rolon…

Apenas abierta la puerta, mi compañera María Stella ingresó y con su sólida experiencia periodística en Derechos Humanos, salió  inmediatamente para comunicar  la magnitud del hallazgo al recién llegado Presidente de la Comisión Bicameral de Ilícitos, Francisco De Vargas. Y a los periodistas presentes. Luego vinieron las precisiones pertinentes del Juez.

Aquella mañana aportamos a la Historia Reciente de Paraguay. Lo digo en plural porque para llegar a ese momento fue necesario una suma esfuerzos de personas visibles y otras no, de víctimas, defensores y periodistas que pudieron apoyarme porque conocían el derrotero de mi tragedia familiar, tan igual a la de tantos. No solo de Paraguay sino de nuestra América, mil veces violentada por la Doctrina de la Seguridad Nacional y el Plan Cóndor…

Con emociones encontradas de sobreviviente y consciente de los riesgos por los hechos que provoqué en el marco de un proceso respaldado por el Juez, los documentos fueron a la sede judicial…. Allí estaban los restos de la vida de miles de personas de todos los partidos y nacionalidades…

Ese fue el primer lugar de Verdad y Memoria. En los días sucesivos fueron los archivos de “la Técnica” y “La Tercera”. Con mi equipo de la Fundación, el 28 de diciembre convocamos a las víctimas para colaborar en la organización  y protección de los Archivos. Una reunión numerosa con la presencia del Fiscal General de Estado, Luis Escobar Faella, la senadora Lara Castro, el Profesor Luis A. Resck y el dirigente comunista Livio González Santander, con la coordinación del Dr. Dionisio Gauto.  Mientras, gestionaba apoyo técnico y financiero  de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales.

Presentamos la primera denuncia contra el gobierno de los Estados Unidos mediante la Embajada en Asunción en abril de 1993. Gestión acompañada por la senadora Lara Castro y los representantes del Partido Comunista, Livio González Santander, del Partido Demócrata Cristiano, Fulgencio  Riveros y del Dr. Dionisio Gauto… La rotunda negativa de responsabilidades no desalentó la continuidad de la campaña contra la impunidad. En Washington en 2000, otra etapa de búsqueda con el eminente catedrático  Marcial Antonio Riquelme, paraguayo radicado en los Estados Unidos de Norteamérica, con quien solicitamos a la organización Archivos de Seguridad Nacional, la desclasificación de los documentos paraguayos, que se concretó con el trabajo del especialista  Carlos Osorio en  2015 y la investigación personal del Dr. Riquelme sobre el asesor Roberto K. Thierry para establecer “La Técnica” y formar torturadores al comienzo de la dictadura.

¿Cómo fue posible hacerlo? La respuesta la tienen aquellos/as que hemos salido de los infiernos de las dictaduras, con muchas heridas pero con la convicción de buscar la Verdad… para comprender la inhumanidad de los crímenes a los que fuimos sometidos… Ser víctima y pedir explicaciones en un momento preciso. Recortado en una foto,  es ocioso y hasta mal intencionado. Quienes lo exigen  con suspicacia no han vivido una experiencia tal…realizan un análisis reduccionista sin la mirada amplia que exige trabajar la Historia con todos los medios que hoy se disponen públicamente… El ordenamiento cronológico de los hechos, descarta  muchas aseveraciones  falsas aunque tengan formato de libro.

Otros procederes solo muestran una envidia miserable, el desconocimiento y la lejanía sobre los padecimientos, juicios y amenazas de muerte, efectos de una Justicia aun mezquina para cientos de  desaparecidos y asesinados en ese tiempo  y para mi caso familiar.  Por ello, María Stella Caceres gestionó y obtuvo del Canal 13, copias de la filmación del allanamiento y  de inmediato pusimos a disposición de la prensa nacional e internacional y copias al Juez. Igualmente, una nueva edición del libro testimonial, de abril de 1993, da cuenta en un cuidado Anexo, las acciones de esa etapa.  Datos fidedignos para la época, que siguen ampliándose con las investigaciones que llevamos adelante…Rigurosas como la realizada por Pablo Magee que abre mi caso a toda la perspectiva del Plan Cóndor, libro publicado en París en 2020, tras siete años de investigaciones. (Opération Condor – Un homme face à la terreur en Amérique latine (French Edition).
Un hecho notable e inmodificable en el registro documental. La resistencia a la Justicia del Comisario Ismael Aguilera que mientras trataba de impedir el acceso del Juez Fernández para el allanamiento del sitio de Producciones, jugaba la carta de la sumisión jerárquica ante sus jefes a las que había denunciado la noche anterior ante el senador de Vargas y alguna otra autoridad. Informe sin firma, a mano, cuyas imágenes fotográficas publica en su libro y que han sido incorporadas al Centro de Documentación y Archivo del Museo de la Justicia. Su contenido mayor da muestra de los robos y corrupción existente en el Departamento de Producciones del Barrio Santa Isabel de Lambaré. Solo un párrafo dedica a los documentos y que dice así:  “Otro punto importante de las documentaciones de Investigaciones, una parte fueron quemadas y otra parte se encuentran guardadas en el pabellón del medio de Producciones de la Policía, que es dependiente de Investigaciones hasta hoy y fueron acarreadas unos días después de mencionarse por televisión que en algún lugar deben estar guardados esos documentos”.  (sic). Ver páginas 78 al 85  del Libro de Ismael Aguilera “Mi lucha por la Verdad. El hallazgo de los Archivos del Terror”: julio 2021, Ediciones EL Lector.

Una foto que lo muestra trepado sobre los documentos y esta denuncia, no habilitan al Comisario Aguilera para considerarse defensor de los Derechos Humanos. Lo colocan en condición de delator, pyrague que delata a sus jefes.  Un libro por encargo, rellenado con capítulos dedicados a figuras prominentes de la resistencia paraguaya no compensan la anunciada Verdad… El oportunismo y el aprovechamiento del sacrificio de tantas personas partícipes de los hechos históricos queda al juicio de los lectores. Sin embargo y en tiempos confusos como los actuales, con tantas añoranzas autoritarias, el libro favorece ataques contra defensores de DDHH y abre las vías para nuevos escándalos mediáticos.

A mis 85 años pese a las descalificaciones publicadas recientemente y demoras judiciales, sostengo una mirada firme… puedo “integrar” mi trayectoria con coherencia. Hay un camino recorrido… un trabajo nacional e internacional.

El 22 de diciembre, fue declarado por Ley 561 de 1995, impulsada por otra víctima, el senador Juan Manuel Peralta, “Día de la Dignidad Nacional” … y  esta es  una oportunidad para iniciar un año de conmemoraciones valederas…y provocadoras de cambios a favor de los Derechos Humanos…con la participación de jóvenes cada vez más activos y comprometidos. Nuevos desafíos nos esperan en este tiempo electoral: Itaipu, Hidrovia, la cuestión del clima… la educación, la salud pública, Pueblos Originarios, la pendiente Reforma Agraria…un abanico de urgencias que son deudas del pasado mientras crece el Plan Cóndor 2 va mostrando su estrategia innovadora pero eficiente en el debilitamiento de las democracias…

Invito a conocer los documentos del Archivo del Terror, oficialmente Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos en el Museo de la Justicia, sede del Poder Judicial de Asunción. Allí está nuestra contribución a la Justicia.  Nosotros seguimos en campaña contra la impunidad por ¡VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN!  ¡DICTADURAS NUNCA MÁS!

🎤Radio Klara: La decisión del Tribunal Constitucional.  📹Transitar de la autodefensa digital hacia la infraestructura feminista
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